sábado, 10 de abril de 2010

Legitimación K del genocidio en Sudán



En un reciente editorial de Clarín se ha hecho referencia a la muerte por huelga de hambre de Orlando Zapata para concluir que hay un doble estandar en la política de los derechos humanos del gobierno por su silencio sobre el hecho. Hay decenas de miles de víctimas de este tipo desde que la Revolución derivó en un régimen estanilista que Rodolfo Seguel- hombre de izquierda que fue perseguido por la dictadura de Pinochet-, describió como “absurda, arcaica, dictatorial, asesina y criminal” pero que gracias a los oficios encubridores de los intelectuales ha gozado por décadas de inmunidad revolucionaria. Más grave parece la solidaridad del gobierno actual con Al Baschir, presidente de Sudán que llegó al poder mediante el golpe de Estado de 1989 sobre el cual Luis Moreno Ocampo- el mismo que juzgó a la Junta Militar argentina- lanzó una orden de detención el 4 de marzo de 2009 en nombre de la Corte Penal Internacional. La orden de detención tuvo como argumento central la limpieza étnica que se está llevando a cabo a partir febrero de 2003 en la provincia de Darfur, Sudán, que según las cifras se ha cobrado 300.000 víctimas y 3.000000 de deportados- que van a morir al desierto, después de la expulsión de las ONG- a la que se suman todo tipo de violaciones y ultrajes a seres indefensos por parte de las milicias de Jartum. Al Baschir ya había incurrido en crímenes masivos en la década anterior y tuvo la complicidad de intelectuales como Noam Chomsky en Actos de Agresión. El dictamen de Moreno Ocampo fue repudiado por la Unión Africana, La Liga Árabe, la Conferencia Islámica- que postula derechos desiguales para las mujeres y los no musulmanes-, y estados que no se caracterizan por la defensa de los derechos civiles. Entre ellos, la Venezuela de Hugo Chávez que calificó la orden como “adefesio jurídico” en la cumbre de países árabes en Doha, Qatar, a fines de marzo de 2009. A instancias del mandamás bolivariano, la Presidenta firmó un texto de solidaridad con Al Baschir a quien Chávez y compañeros de ruta consideran perseguido por Estados Unidos, que nada tiene que ver con lo que ocurre en la región y se limitó a dar ayuda humanitaria y apoyó con Francia la decisión de Moreno Ocampo. Si no razono mal, esto convierte al gobierno de los Kirchner en cómplice del mayor genocidio del siglo XXI hasta la fecha, y da a Jartum licencia para continuarlo. Tal vez, supongo, porque éste sea un problema de “ la Argentina blanca” como afirmó Luis D´Elia respecto a la protesta que hicieron colectiveros por el corte de un dedo a un compañero aunque en las etnias masacradas no abundan rubios de ojos celestes.


Luis Thonis



1 comentario:

Andres Guaragna dijo...

mi estimado amigo, lo sigo siempre por su blog, sin mas lo saludo

el ex cadete farmaceutico

r3troholic.blogspot.com