viernes, 29 de junio de 2012

El socialismo dimanche. Por Luis Thonis

El socialismo dimanche
El despido de Sollers y el repudio a Bernard Henry Lévy
El gobierno socialista de Hollande no tuvo un buen comienzo en Francia. El insólito despido de Phillipe Sollers luego de trece años de Journal du dimanche por una boutade sobre la mujer de Hollande y esta nota que escribió en su blog sobre el repudio que genera el film de Bernard Henry Lévy, El juramento de Tobrouk,  tienen algo en común: el miserabilismo. ¿Qué se cuece en éstas mentes del socialismo dimanche, una Francia vichy-socialista? ¿No seria mejor atender a la crisis sin solución del euro o los problemas de desocupación sin apelar al eterno “pongo impuestos y luego distribuyo” que ha hecho fracasar a los gobiernos socialistas antes de silenciar a los intelectuales?
Esperemos que no se vuelva a los tiempos de Miterrand que hacía la vida imposible a los periodistas críticos. Si apuntaron a Sollers, con la trayectoria que tiene, qué le espera a los otros. El film trata acerca de la caída de la dictadura de Kadafi y no sería bien visto en la Argentina que postula que cada amo puede hacer lo que quiera en su matadero propio: la Presidente llamó “compañero” a Kadafi y  puso el grito indignado en el cielo cuando se intervino en Libia para parar la masacre, apoyó a Al Bashir, el genocida de Darfur, no dijo una palabra sobre lo que sucede en Siria, lo haría si se interviniese para parar la masacre indiscriminada. Condenó el golpe de Honduras y luego que su público se distrajo hizo buenas migas con el nuevo gobierno y es posible que la crisis en Paraguay siga el mismo camino. La nota cómica del asunto fueron as condenas de Castro, Chávez-que apoyan a viva voz la masacre en Siria- y la izquierda caníbal transfigurados en demócratas. El juicio político está legitimado por la constitución pero en la Argentina es imposible  violarla porque la constitución no rige.
Para colmo en el film aparece el primer ministro británico David Cameron diciendo que no se puede permitir que Libia se transforme en una nueva Bosnia o una nueva Ruanda. Pero aquí estamos en el país de Voltaire que supuestamente no ama a los dictadores.
El film recuerda a La columna Leclec hizo una travesía por el desierto para atacar el fuerte de Koufra controlado por los fascistas italianos y el general Leclerc, líder de las fuerzas de Francia libre en 1941- que entró con los aliados en Paris y Estrasburgo, llegando luego al cuartel de Hilter en Berchtesgaden- pronunció el llamado Juramento de Koufra donde se enuncia el objetivo final de la resistencia y la causa aliada: “...Juramos no abandonar las armas hasta que nuestros colores, nuestros bellos colores, floten sobre la Catedral de Estrasburgo”.
La vigencia de este juramento le dice al futuro que Francia sea libre, no la República de Frankistan. ¿Hay que borrar de la historia a un héroe como Leclerc por no haber sido socialista? ¿De Gaulle, el que organizó desde Londres el movimiento Francia libre contra el gobierno pronazi de Vichy y fundador de a V República sería de derecha? ¿Castro y Kadafi estarían del lado bueno de  de la historia? ¿Lévy sería “narcisista” por en soledad total haber detenido un exterminio y dar testimonio de ello?
¿Olvidan que la derecha fantasmal que critican ha sido el obstáculo tanto del nacional socialismo como de la izquierda totalitaria? Se puede disentir con Lévy pero es ridículo llamar narcisista a un hombre que escribió sobre lugares del mundo donde Dios- el espectáculo- no pasó. ¿O estarán influidos por Beatriz Sarlo que reduce la política a una lucha de egos?
El gobierno de Hollande comienza por censurar a un apasionado lector de Dante probando una vez más que el infierno es la Moral y los que  repudian el film de Lévy le pasan facturas por denunciar la agresión a judíos a quienes se toma como reflejos de un Israel abstracto, inexistente, inventado a la medida de una izquierda nihilista que se da la mano con los hitlero islamitas o por decir que Benedicto XVI tiene sobrados motivos para afirmar que actualmente los cristianos son el grupo religioso que sufre el mayor número de persecuciones en el mundo.
Esta izquierda apuesta al porvenir de la negación emprendiéndola contra una derecha mítica, y el despido de Sollers como el repudio de Lévy por gaullista tienen en común a un público semejante a los votantes de Hollande.
El miserabilismo favorece el embrutecimiento masivo y explica el crecimiento de Marine Le Pen en las últimas elecciones, una nostálgica del nazismo que en la Argentina como dijo James Neilson con su autárquico proteccionismo sería de izquierda.
BHL por Phillipe Sollers
Ya me encontré al menos con veinte personas que me han hablado muy mal del film de Bernard Henry Lévy, El juramento de Tobrouk, sin haberlo visto. Un tipo tan espontáneamente detestado debe tener algo de bueno. Fui a ver su film, que es excelente, imágenes y sonido. Se descubre un actor hiper- surrealista que, por la virtuosidad de desplazamientos y comunicación desencadena operaciones militares de gran envergadura. Miradlo, en pleno desierto libio, telefonear por satélite, convocar a Sarkozy, Hillary Clinton, jefes de tribu, israelíes, Turcos.
Un hombre solo, con los medios personales ¿puede demostrar que se puede salvar poblaciones y hacer mover las líneas?

La crítica, hipócrita, le reprocha su "narcisismo". Es verdaderamente enceguecerse, por celos, sobre los momentos asombrosos, como aquel del barco aproximándose al puerto de Misrata en la noche. Creo adivinar lo que choca más: los documentos sobre la primera victoria de la Francia libre, con el coronel Leclerc, en  Koufra, que evocan a  Malraux y la guerra de España. Los sonámbulos del espectáculo no quieren más que se hable de Historia. Vaya, una cruz de Lorraine en pleno desierto ¿BHL "gaullista"? Seguramente. Su film, entonces, debe ser execrable, en tanto que es simplemente muy bello.

viernes, 8 de junio de 2012

Un verde caballo de Troya

Para mostrar una verdad bastan pocas líneas. Para refutar un error ni una biblioteca basta. Nicolás Gómez Dávila Lo que es aterrador en las dictaduras modernas es que constituyen un fenómeno histórico sin precedentes. No se puede prever su fin. En otras épocas, las tiranías se hacían más temprano o más tarde derribar, o al menos provocaban una resistencia por el solo hecho que la "naturaleza humana", en el orden normal de las cosas, aspira siempre a la libertad. Pero nada garantiza que esta "naturaleza humana" sea un factor constante. Sería posible que se llegue a producir una nueva raza de hombres, despojada de toda aspiración a la libertad, como se podría crear una raza de vacas sin cuernos.


Orwel





No hay forma más elevada de patriotismo que el disenso". Thomas Jefferson





Hoy es el día de San Expropiador, mañana será el de San Confiscador, pasado el de San Devaluador...y así hasta completar el calendario Súcubo, demonio medieval que toma la forma de mujer- modelo standard actual: boliburguesía socialista- para seducir a masas que se creen beneficiadas por ella.





El cristianismo ha sido predicado por ignorantes y creído por sabios; es esto en lo que no se parece a nada conocido. Joseph de Maistre - "Carlos Fuentes sobre Chávez: el discurso de Chávez es flatulento" | 01/05/2012 - "Chávez es un Mussolini del trópico" | 10/02/2011 - "Chávez es el peor presidente de la región" | 25-01-2012 - "(Chávez) Es un fracaso... una abominación... Se le están acabando los cartuchos" | 10/02/2011

sábado, 5 de mayo de 2012

La muerte de Zenaida Manfugás. Por Juan Abreu.

Murió la pianista cubana Zenaida Manfugás. Prefirió un duro exilio ante que una cómoda servidumbre voluntaria. Estas son las palabras de Juan Abreu, uno de los pocos que se atreven a decir verdades sobre el paraiso de los Castro. La Cuba que presenta difiere por cierto de la de los Eduardo Galeano y la de los Victor Hugo de la TV pública, además de la imagen siniestra de la izquierda norteamericana y mundial. :


Ha muerto mi querida Zenaida Manfugás. Excelsa pianista. Una mujer orgullosa y... extraordinaria. La cultura cubana no la echará de menos. ¿La cultura cubana? No me hagan reír.

En el demonizado Miami siempre tan malo la acogieron y admiraron y allí iba a tocar en pequeños locales y tenía buenos amigos y fieles seguidores. Pero en la isla pavorosa de la que afortunadamente se marchó nadie sabe quién es. Así debe ser. Los que logramos escapar ya pertenecemos a culturas superiores y ¿qué importancia puede tener que reconozca nuestro trabajo artístico una espeluznante horda de salvajes imbecilizados por cincuenta años de comunismo?

Ninguna.

Es patético leer ahora que “murió sin poder regresar a su Tierra” y zarandajas por el estilo. ¿Su Tierra? Lo mejor que le pasó a Zenaida fue huir de su espeluznante Tierra. ¿En qué se hubiera convertido de haber permanecido allí? ¿En Chucho Valdés? Un perro faldero un mierdecilla rastrero es decir un chucho de los Castro. Zenaida era una gran persona y una gran artista y cuando se es una gran persona y una gran artista no se puede vivir en una cárcel haciendo carantoñas al carcelero y a fin de cuentas haciendo de puta barata del carcelero que es lo que hace Chucho Valdés. Ya va siendo hora de que los exiliados admitamos lo afortunados que somos por ser exiliados y olvidemos toda esa ofensiva farsa de “nuestra Tierra”.

Es verdad que daba vergüenza ver a esta artista grande y única en hoteluchos, tocando por necesidad, mientras los abyectos lameculos de la música cubana contemporánea ganaban premios, eran llevados y traídos por profesoras, periodistas y críticos mal follados y se hacían famosos y ricos gracias al fidelismo y a la siniestra izquierda norteamericana y mundial. Pero así son las cosas, profesoras, periodistas y críticos tienen derecho a administrar sus culos como les parece y la izquierda norteamericana y mundial no dejará nunca de ser siniestra: hay que saber que ese es el precio que tenemos que pagar por ser libres.

Recuerdo a la Manfugás en mi casa de Coral Gables riendo y comportándose como lo que era, una diva, una diosa negra. Ser negra no la ayudó, naturalmente: Cuba es uno de los países más racistas del mundo: ¿una negra tocando a Beethoven? Já. Recuerdo sus ojos chispeantes. Recuerdo su peluca rizada. Recuerdo perfectamente su voz en el teléfono la última vez que hablamos, hace dos o tres semanas. Recuerdo ese gesto suyo, tan infantil. Recuerdo la palma de sus manos.

Zenaida ha muerto en su pisito de New Jersey, pobre, ignorada, sin haber grabado jamás un disco, es cierto. Pero ha muerto libre. Ver más

Zenaida Manfugas: Crisantemo

www.youtube.com

Sol Records and Productions Inc presenta a Zenaida Manfugas en Crisantemo, Teatro Rocca del Colegio de Belen, Miami, USA 7/15/2007 producido por Felix Romeo



miércoles, 2 de mayo de 2012

Moreno va por todo a nivel mundial




Aunque por su fúnebre apariencia no se sabe si va a un velorio o viene de él, o, incluso, si es el mismo finado que antes de convertirse en polvo se da una vuelta para echar un ulterior vistazo a los precios, Moreno va por el mundo y éste sigue girando como si nada. Lo quieran o no, las bolsas no tardarán en enterarse de que el mundo ya no está globalizado sino morenizado. Los más de cuarenta países que quieren hacernos juicios por deslealtad comercial no tardarán en celebrarnos. Vi de pasada en un enlace de facebook el programa de Lanata en el momento en que Moreno después de decir que el INDEC no es “su área” proyectaba instalar una sucursal de La Salada en Luanda, Angola. No quise ver más para preservar un ídolo: tengo que reconocer que me hacía reír más que a Woody Allen. Después mi amiga Irma me dijo que me perdí al Moreno "científico" que llevó una oveja clonada y tuve que quedarme con el Moreno lingüista, el que si algo le va mal como secretario de comercio puede ganarse la vida como traductor de portuñol. Lo que no entiendo es por qué este industrialismo ubérrimo y mágico a falta de jeringas no produce clones de Kiciloff y envía los primeros modelos gratuitamente a paraísos democráticos como Cuba, Corea del Norte, etc, para renovar un marxismo de capa caída y así inyectar la lucha de liberación de los pueblos no sólo ante el imperialismo yanqui y su aliado británico sino contra el colonialismo español, un olvidado enemigo que el gobierno nacional popular nos supo descubrir.

También, para que se sepa que nuestro industrialismo es pluralista, se le podría añadir clones de Gerardo Martínez de la UOCRA, que ofició en el batallón 601 durante la dictadura y ante el cual Astiz es un niño de pecho. Tal vez cometió errores, suele suceder, incluso de le fue la mano con algunos que aparecieron tirados por ahí en plena democracia, pero no se le puede negar vocación de servicio por la patria, por eso lo valora como se merece la Presidenta. No le vendría mal a esos países amenazados por los envidiosos de su nivel de vida reforzar la Seguridad del Estado con clones de este especialista. El marxismo en el poder siempre ha necesitado de parapoliciales, no hay kicillofes sin Gerardos. Una vez que los pueblos se contagien el nivel de demanda superará a la soja, los exportaremos con valor agregado y si Boudou se decide a grabar un CD a dúo con Cristina ni les cuento, en principio, habrá que subsidiar a los Pimpinella. Y hablando de descubrimientos: cada vez resulta más evidente que Colón partió de Palos buscando crudo, que lo de las especias y las Indias era cuento, que las tres carabelas genocidas perseguían el objetivo de apoderarse de YPF que en adelante hará temblar a los sauditas por su soberana competitividad como la sucursal de una multinacional de La Salada en Angola preocupa seriamente a las inversiones chinas. Del mismo modo que el arquero del barrio atajaba los penales sentado en una silla, Moreno abre mercados con un par de calcetines y unas ovejitas. Y si quieren joda no tiene armas nucleares sino sus guantes de box.

Sí, se viene el imperialismo argentino y no es por casualidad que suceda en tiempos bicentenarios. No olvidemos que Figueroa Alcorta en su discurso del centenario dijo que el nuestro sería “un imperialismo sano” en referencia a Estados Unidos en tiempos donde el país competía en niveles que no tardará en alcanzar y superar ahora que está a salvo de las corrupciones de la oligarquía, el menemismo y cuanto cipayo se pueda imaginar.





A Susana Noemi Germanier le gusta esto.

Base Parque Lezama ¡¡ EXTRAORDINARIO, ESTO !!

(De lo mejor que haya leído jamás en las redes sociales...)

Publicado en No a Kirchner Nunca Más.

lunes, 30 de abril de 2012

Viento agrio. Luis Thonis

VIENTO AGRIO (Fragmento)

Luis Thonis




Regresábamos cansados al puesto fronterizo y los caballos resoplaban como presintiendo el reposo. Sobre la llanura que caía sin que ninguna luz se cuajara entre las lejanías de orlas doradas, escuchábamos los cascos de los animales sobre la rojiza superficie.
Había hecho crónicas en la guerra contra el indio y, luego de mi ascenso, ésta era la primera partida que conducía. Habíamos tenido encuentros esporádicos.
Los indios eran muy rápidos y ágiles y parecían conocer cada uno de los movimientos que planeaba. Por tres veces sucesivamente fracasamos en la persecución trotando y al galope. No me atrevía a mandar el informe porque habría hecho el ridículo. No había podido entrar en batalla y a esta altura prefería una derrota concreta que a este fatigoso juego de escondidas.
Esperábamos el día en que podría darse un combate decisivo y para eso habría que ir hasta los toldos.
Con voces duras y cascadas, nos habían prometido novedosos juguetes de fuego pero aunque nuestras armas funcionaran bien era imposible acertarles. Al principio, cuando entre muchas correrías, alguno caía, lamentaba que no pudiésemos darle buen entierro, había que seguir la huida en la polvareda. Colocar una cruz sobre un cuerpo exánime, he ahí una avanzada de la civilización. La primera vez que vi un indio muerto estuve a punto de detenerme. Me advirtieron que podía ser una trampa, que a veces colocaban muertos como cebos. Tenía el hábito del eufemismo. Cuando caían sus cuerpos eran una ofrenda a los chacales y a las sabandijas. Matarlos en frío: esa imagen me resultaba odiosa y por suerte nunca me había tenido por autor. Es en la guerra donde uno más actúa por imitación. Yo mismo imité ese día el tipo de persecución que hacíamos a las montoneras. No era lo mismo. Ellos atacaban postas y ranchos y se los tragaba la tierra. La velocidad de sus movimientos me hizo pensar que nuestras guerras civiles tenían protagonistas perezosos. Era comandante y todavía no había capturado a uno. Supe de cosas aberrantes como el del oficial que permitió que algunos escaparan para tener un pretexto de hacer fuego sobre ellos.
Yo entré a una toldería vacía, luego de embarcarme en botes y siguiendo el curso del agua. Había muchos obstáculos y tuvimos que dejar las embarcaciones.
Hubo que cruzar el bañado con el agua a la cintura. Nunca olvido el momento en que en pleno desierto tuve que romper el hielo con la culata de mi arma. Nuestros gauchos, bajando sus tercerolas, autorizados por el comandante esa vez, se aproximaron a las indias que se habían quedado sin sus hombres. Algunos amagaron violarlas y los amenacé con clavarles mi cuchilla. No quise acercarme a ninguna. Ellas esperaban no sé qué, con mirada amarga, sin desesperación, tal vez porque estaban endurecidas por la helada, temblando de frío y de miedo.
Se aferraban a sus pequeños y pensé en mi mujer: pronto iba a ser padre yo también. Pensé también en mi padre, que era coronel, pasado a cuchillo por Urquiza en el feroz combate de India muerta. Decían que mi padre, mi chao en araucano, había sido un héroe y me sentí indigno de él. Algo que sumó vergüenza al ver combatir a mujeres indias con un tesón sin igual.
Aprendí pronto que para combatirlos necesitábamos hombres livianos y con poco equipaje. No bastaban la abnegación y el espíritu de sacrificio.
Nuestros caballos tenían que soportar el peso de la montura, las municiones, las ropas y las provisiones.
El caballo argentino tiene una resistencia sorprendente. Se hizo desconociendo el forraje, el maíz y la cebada, alimentándose de pastos raquíticos en invierno y padeciendo los tábanos en el verano. Sus crines estaban siempre alzadas como exigiendo que cada soldado debía tener su propio animal.
La buena voluntad de Alsina nos apabullaba con esas cacerolas de hierro, utilizadas como armaduras, que los favorecían en las escaramuzas. Alsina, un hombre de postillones coraceros. Hasta 1875 como lo dice en su mensaje al Congreso había condenado las expediciones contra los indios por considerarlas repugnantes para la civilización. Poco a poco fueron muriendo sus ilusiones de un tratado a medida que los Catriel lo iban engañando y dejándolo en ridículo ante una opinión pública cada vez más hostil ante los malones. El año 1887 echó por tierra todas sus teorías e ilusiones. Los horrores se multiplicaron y el resto lo hicieron la angustia y el pánico.
Cierta vez un sargento y varios soldados perecieron ahogados, ayudados por el peso de sus armas y correajes en un arroyo, por su ceguera en querer perseguirlos a toda costa.
Hay una imagen que recurre en mi memoria: la del viento agrio en mi rostro y un sol que incendia los campos, raja la piel mientras una profecía escuchada en un sueño golpea mis oídos mientras los indios sacan el mayor provecho de los corredores que hay entre fortín y fortín.
Cuando uno hacía una travesía de catorce leguas sin agua creía habitar un infierno de fuego como un toro adornado de cactus que inicia su marcha al matadero.
Ellos andaban casi desnudos y eran capaces de ayunar durante días. Sus caballos doblaban a los nuestros en pericia y agilidad.
Vivían más para el caballo que para ellos mismos y hasta le evitaban el peso de la lanza que acostumbraban llevar arrastrando como un rebenque. ¿Quién diría que la prole de las célebres siete vacas, las primeras, dicen, que trajo consigo Garay causarían semejantes disputas? Si se multiplicaron con abundancia fue porque los indios al principio prefirieron la carne de caballo: así se produjo el aumento del vacuno.
Los indios siempre resultaban mucho más numerosos de lo que uno calculaba.
En sus creencias, el Gualicho, invisible e indivisible estaba en todas partes obrando para el mal del prójimo. Le atribuían el fracaso de un malón, las enfermedades y la muerte. A veces para ahuyentarlo se armaban de lanzas, macanas, bolas y entre gritos de combate atacaban al enemigo invisible, tajeando el aire para que no se entrometa en los toldos. En el malón se diría que estaban bajo su dominio por sus acciones despiadadas. Y la mayoría de las veces nos quedábamos con las manos vacías al querer atraparlos como si nosotros también combatiésemos un enemigo fantasmal. En su novela, Mansilla se apiada de la vieja que dicen está engualichada: creen que entra por un agujero corporal que se cierra en las viejas y las viudas y las matan para conjurar el espíritu maligno. La muerte de un indio o de un caballo puede ser causa de acusación. En cada toldería tienen un adivino y lo llevan cuando se van de malón. Mediante ciertos ritos el adivino mediante cantos respondidos por todos convoca al gualicho y lo introduce en su cuerpo, se retuerce hasta pegar un grito de ultratumba y el gualicho les habla a través de su voz y luego le obsequian un huevo de avestruz, agua, tabaco y lo despiden entre gritos como si lo hubieran apaciguado. Sus formas de curar se parecen a las sangrías, cataplasmas y ventosas que nos aplicaron de chicos. El canto siempre acompaña a las curaciones: la médica chupa la parte herida y la escupe entre resonantes cascabeles hasta que luego de chuparla escupe la parte enferma. Por mucho tiempo la lucha fue desigual, en otoño o primavera ellos irrumpían contra unos pocos pobladores llevándose el yeguarizo. Atacaban las diligencias dejando cadáveres: para ellos los cristianos eran enemigos, no importara sin fuera un cura, una gringa o una niña. Mi poeta favorito, Ascasubi, los describe como verdaderos demonios, y no era dado a fantasías gratuitas. Ante ellos, no valían las reglas de la guerra clásica. Antes del comienzo de la era cristiana, César inventó la guerra de trincheras, acentuando la participación del soldado y explotando todas sus capacidades. Con la disposición de las piezas ya tenía ganada la mitad de la batalla.
Los indios no atacaban como rectas legiones galesas. Eran imprevisibles. Los soldados estaban preparados para el tipo de combate de nuestras guerras civiles y se desmoralizaban ante un enemigo que estaba en todas partes y en ninguna, desde los secos cañadones a los médanos.
El indio hacía a la tristeza del paisaje. Su presencia inminente ante la próxima posta llevaba a los pasajeros a rogar al mayoral que suprimiera los toques de clarín para no despertar a los duendes de la pampa. En los pensamientos, en la imaginación, en las ensoñaciones aparecía la imagen –hecha a la medida de cada uno, de su valor o temor– del indio bravío y feroz, ávido de sangre y de botín, que podía aparecerse en cada piedra del desierto, en cada árbol y en cada loma. Y esa premonición a menudo se realizaba: no había cristiano sobreviviente que hubiera ido por los caminos del Sur que no tuviera una anécdota que podía transitar del suspenso al horror y al milagro de haberse salvado.
Era irritante que no se manejaran con algún plan o táctica: al valor sumaban intuición y no sé qué locura desmedida poseía hasta el indio más calmo cuando salían de malón. Eso no los enceguecía, sus habilidades se agudizaban en contacto con el peligro. El camino del Norte era apodado el de los débiles. El del Sur, por ejemplo, el de Rosario a Mendoza, era transitado con hombres armados y las mujeres con un rosario en la mano. Hoy el ferrocarril que lo recorre ante un paisaje diáfano y tierras sembradas parece expulsar esa época de amenaza y cautividad a la irrealidad de cuentos de aparecidos.
Habría que estar en 1867 en el Congreso donde el 25 de agosto se dictó la Ley de la Conquista del desierto y la ocupación de Río Negro, luego de la exposición del senador Oroño que respondía al clamor de millares de víctimas: se refirió a la continua violación de los tratados y la destrucción de las poblaciones fronterizas y que ese era el único recurso para que desapareciera ese “espantoso estado de cosas”. Hay que recordar ese día y esa ley, que se implementó doce años después. No fue un capricho de Avellaneda, ni de su ministro Roca.
Oroño era un hombre íntegro y estuvo entre los primeros que pensó que las fronteras debían extenderse más allá de Rio Negro. No estuvo a favor de la guerra que se desarrollaba en esos momentos contra el Paraguay, que Alberdi consideró el un resultado del centralismo porteño y llamó guerra de la Triple Infamia. Oroño era oriundo de Coronda, Santa Fé, pero estuvo en la batalla de Caseros junto a las tropas entrerrianas de López Jordán. Cuando fue gobernador de Santa Fe sancionó la primera ley del matrimonio civil en el país y casi lo linchan por promover la ley del divorcio en su provincia. La guerra del Paraguay fue un capricho porteño, pero lo que planteaba Oroño a partir de Alsina iría adquiriendo un sentido popular y colectivo. Entonces el indio pampa no era el buen salvaje idealizado por los salones franceses sino autores materiales de robo, cautiverio, y crímenes organizados en una Confederación que tenía su diplomacia, sus embajadores. Hubo indios que practicaron el canibalismo, pero los araucanos, en sus parlamentos, desplegaban una retórica que entre la monotonía de sus reiteraciones iba desplegando un lujo de galas que nada tenían que envidiarle nuestros oradores.
La llamada “angustia del desierto” hizo que un famoso coronel encaneciera en tres meses ante esa guerra sin laureles, que a pocos seducía: las guerras civiles concentraron por mucho tiempo las pasiones y ellos se organizaron como una federación. Fueron necesarias muchas fechorías, que sembraran el terror pánico, para que la pólvora les devolviera cada golpe multiplicado por mil.
No pocas veces los gauchos torturados por la sed y ensangrentados por nubes de sabandija, estuvieron a punto de comerse los propios caballos. Mientras los indios hicieran de las suyas, el país no tendría el control de sus fronteras y el contrabando con Chile continuaría. Si la cosa seguía así perderíamos grandes extensiones de territorios y terminaríamos apretujados en Buenos Aires en cuyas afueras dominaban.

martes, 24 de abril de 2012

Tres poetas eslovenos. Selección y traducción de Florencia Ferre.

Dane Zajc (1929-2005). Poeta, ensayista y dramaturgo, nació en Zgornja Javoršica, Eslovenia. Es uno de los máximos exponentes del movimiento modernista en Eslovenia. Librero y editor, publicó junto a la llamada »generación crítica« las revistas 57 y Perspektive, que dio a conocer en lengua eslovena a Ionesco, Beckett, Sartre, Camus, entre otros. La ocupación nazi, en palabras del propio Dane Zajc, dejó una marca indeleble en su vida y en su obra poética.

Quién
cuando están todos hundidos
en la nada del sueño
en el agua de los sueños en el pozo del murmurio
cuando nadie en el durmiente mundo
piensa en mí ni me oye
en el lugar del atezado olvido

cuando la Vía láctea ha atravesado
la mitad del cielo y se ha hundido hace mucho
la Osa Mayor tras el Monte gordo

cuando todas las uniones se han aletargado
cuando todas las cabezas han sido cubiertas
y sólo yo

estoy aún en vela y solísimo
como en verdad
como fue y será

sé que un día el error será completo error
pero ¿quién velará entonces y quién dormirá,
amada mía? ¿Quién?

En el recuerdo
sales del oscuro cuarto en lo alto
sales por el umbral de madera te inclinas bajo
la viga baja serruchas algo
hachas algo me dices algo para cuando llegue la noche
vuelves al cuarto donde en el oscuro vacío de la madera
chisporrotea el fuego luminoso en el hogar
de nuevo afuera y ahora las cabras de pezuñas veloces
se enriedan entre tus piernas cuando las
encierras tras la puerta de madera

sales del oscuro cuarto en lo alto
sales por el umbral de madera (no hay umbral)
te inclinas bajo la viga baja (no hay viga)
hachas algo (no hay hacha) serruchas algo (no hay serrucho)
te vuelves al cuarto donde en el oscuro vacío de madera
no hay fuego en el hogar, nada chisporrotea
no ilumina
de nuevo afuera: no se enriedan las cabras
de pezuñas veloces entre tus piernas no encierras
nada tras la puerta de madera que no chirría

no sales del oscuro cuarto en lo alto
no sales por el umbral de madera no te inclinas bajo
la viga baja no serruchas no hachas
nada dices para cuando llegue la noche
no te vuelves al cuarto donde en el oscuro vacío de madera
no chisporrotea el fuego luminoso en el hogar
nada vive no se mueve no suena la pezuña
no bala sólo la quietud
se dibuja
en el gigantesco trasfondo del silencio.

Leche
ya la luz se derrama sobre el polvo
ya se mueven las cosas en el soplo de la mañana
ya se ha cerrado el chorro helado del agua de la noche
no murmura más no gorjea en el silencio
y aquel grito mortal de un pájaro
que oías por la noche
y que toda la noche ardió en tu cerebro
ya se apaga

oyes los chorros de leche que corren desde la ubre
de la vaca hasta el fondo blanco
y no te preguntas adónde ir con este aullido en el cerebro
abres la puerta y el sol te golpea en la cara
cascadas de rayos de luz láctea

sales por fin y no tienes miedo
y estás por fin en tu cuerpo, que te obedece
y es tan tu cuerpo
que no piensa dejarte jamás
ni traicionarte

Blanco
fuera del mundo en colores
te alzas como un muro ante nuestros ojos
fuera del sentido del oído y el gusto
estás

cuando te encontramos se confunden los pasos
los ojos bailotean en sus cuencas
los pensamientos son un puñado de yuyos secos

y sabemos: el camino está embrujado
el camino es errado errante es el camino
por un momento en el lugar iluminado
vemos el oculto blanco
estás

pronto pronto dejamos
el mundo de los sonidos los colores y sabores
pronto gotas entre gotas hermanas
sin sonido sin sensación
como gotas caeremos
sobre nuestros blancos huesos expropiados

pronto

Kdo
ko so vsi potopljeni
v nič spanja
v vodo sanj v tolmun mrmranja

ko nobeden na svetu spečem
ne misli name me ne sliši
v kraju črnega pozabljenja

ko je Rimska cesta prepotovala
polovico neba in je Veliki voz že zdavnaj
utonil za Debeli vrh

ko so vse povezave zamrznjene
ko so vse glave pokrite čez glavo
in edino jaz

še bedim in sem sam samcat
tako kot v resnici
kot je bilo in bo

vem da bo nekoč narobe čisto narobe
ampak kdo bo takrat bedel in kdo spal
ljubezen moja. Kdo?

V spomin
stopiš iz temnega prostora visoko
stopiš čez lesen prag se skloniš pod nizkim
prečnikom nekaj žagaš
nekaj sekaš nekaj mi rečeš za večer
se vračaš v prostor kjer v temni leseni praznini
prasketa svetli ogenj na ognjišču
spet ven in zdaj so ti koze pod nogami
hitrih parkljev nekaj zahtevajo ko jih
zapiraš z lesenimi vratci

stopiš iz temnega prostora visoko
stopiš čez lesen prag (praga ni)
se skloniš pod nizkim prečnikom (prečnika ni)
nekaj sekaš (sekire ni) nekaj žagaš (žage ni)
se vračaš v prostor kjer v temni leseni praznini
ni ognja na ognjišču nič ne prasketa
ne sveti
spet ven: niso ti koze pod nogami hitrih parkljev
nič ne zahtevajo nič zapiraš
z lesenimi vratci ne škripajo

ne stopiš iz temnega prostora visoko
ne stopiš čez lesen prag se ne skloniš pod nizkim
prečnikom ne žagaš ne sekaš
nič ne rečeš za večer
se ne vračaš v prostor kjer v temni leseni praznini
ne prasketa svetli ogenj na ognjišču
ničesar ne živi se ne giblje ne parklja
ne meketa samo tišina
riše samo sebe
na velikansko ozadje iz molka

Mleko
že skoz špranje lije svetloba
že se stvari pregibajo v jutranji sapi
že je ugasnil mrzel curek nočne vode
ne šumi več ne klokota v tišino
in tisti ptičji smrtni krik
ki si ga slišal zvečer
in je vso noč žarel v možganih
že ugaša
slišiš mlečne curke ki iz kravjega vimena
brizgajo na belo dno
in se ne vprašaš kam s tem vriščem v možganih
odpreš vrata in sonce ti butne v obraz
slapove žarkov in mlečne svetlobe
kar stopaš in si brez strahu
in si kar v telesu ki te uboga
in je tako tvoje telo
kot da te ne misli nikoli zapustiti
in izdati

Belo
zunaj barvastega sveta
kot zid stojiš pred našimi očmi
zunaj sluha čuta in okusa
si
ko te srečamo se zmedejo koraki
oči zaplešejo v očesnih ležajih
so misli pest suhe travice
in vemo: pot je uročena
pot je napačna zavožena je pot
za hip v prostoru osvetljenem
belo nevidno vidimo
si
kmalu kmalu zapustimo
svet zvokov barve in okusa
kmalu kaplje med sestrami kapljami
brez zvoka brez občutka
kapljastega bomo padli
na svoje bele razlaščene kosti
kmalu



Edvard Kocbek (1904-1981). Nacido en Sveti Jurij ob Ščavnici, Kocbek fue poeta, ensayista, activista político, y publicó la mayoría de su obra durante los años sesenta. Es uno de los más altos exponentes del socialismo católico; su obra comprende ensayos filosóficos y teológicos, los diarios que llevó durante los años en el frente de liberación nacional y una vasta obra poética que aúna un lirismo incomparable a un profundo compromiso social y humano. En español podrá leerse en breve la antología de poemas que, en traducción de Julia Sarachu, publicará la editorial Gog y Magog.

Amor
Serás tan simple como puedas ser,
es la única completud precisa
cuando vuelves a estar fresco y renovado,
sabes que todo es pobreza,
a excepción del amor silencioso.
Las fuerzas me llegan desde amargas raíces
y desde rituales insondables de la tierra,
donde todos estamos en casa y, sólo
por ahora, en un breve y alegre paseo.
Amar es la única completud,
debes cumplirla sólo como un ser
dispuesto al viaje imprevisto,
todas las otras formas son logros imaginarios.
Todo el resto es fuerza aparente, falaz.
Sólo en el amor nos purificamos
para el futuro y nos preparamos
para la oración preclara. Por eso,
las muchachas verdaderamente bellas se escatiman
y son tan desdeñosas en el amor.
Hay bastante lugar bajo las estrellas para
el amor completo. Vayamos en paz
a la noche, desconocida y fecunda.

El micrófono en el muro
Y bien, ahora estamos solos,
no hay más que nosotros dos.
Y sin embargo no te dejaré;
no vas a descansar y aplacarte,
éste es sólo el comienzo de tu tarea,
escucharás mi silencio,
dice más mi silencio,
en él serás juzgado en la verdad abisal.
Ahora escucha como jamás lo has hecho,
bestia sin ojos ni lengua,
monstruo sólo con oídos.
Mi alma habla sin voz,
inaudible, grita y aúlla
de gozo, porque estás aquí
y porque me oyes, Gran Sospecha,
ávida de revelaciones.
Mi silencio abre libros
y manuscritos peligrosos,
diccionarios y profecías
antiguas verdades y leyes,
historias de lealtad y tormentos.
No puedes descansar.
Debes devorar, engullir, monstruoso,
te atragantas más y más,
tu oído está cada vez más fatigado,
y sin embargo, no puedes interrumpirme
y nada puedes responderme,
llega mi hora,
te avergüenzo y te difamo
escondes, estafas, estrago
escoria, esclavo, estigio
máquina, extermina, extermina,
engulles tu vergüenza
y no puedes parar
y responderme
porque eres un monstruo,
porque tienes sólo oídos
y sólo vientre de traidor
pero no tienes lengua ni verdad
no puedes llamarme débil
no puedes llamarme fuerte
no puedes pronunciar clemencia, desesperación,
no puedes gritar deténte,
estás acalorado por la furia servil
yo te saludo, ser mutilado,
digo que es bueno que estés aquí,
me hace inmensamente bien
que estés noche y día en el muro,
maldita prolongación,
oído abyecto de la Gran Sospecha,
vientre infernal de poder inhumano,
que noche y día tiembla de debilidad,
has despertado mi fuerza,
mi fuerza unívoca e indivisa,
no puedo endosarte
nada distinto de lo que soy yo mismo,
soy lo que soy,
inquietud y búsqueda,
franqueza y dolor,
lo mismo y más de lo mismo,
fe, esperanza, amor
tu gran contrasospecha,
soy lo que soy,
no puedes partirme
y hacerme doble,
jamás me atraparás
en la mentira o el cálculo
jamás serás verdugo de mi conciencia
seguirás engullendo mi dicha,
de vez en cuando mi pena,
de que seas mi enemigo
mi compañero infértil,
tan completamente otro e inhumano,
que no puedes romper la cadena
ni enloquecer ni cometer suicidio.
Ahora veo
que te he extenuado,
tu cola se ha aquietado
y sin embargo esto es sólo un esbozo
de mi venganza;
mi verdadera venganza es el poema,
jamás me descubrirás ni me conocerás,
ninguna luz alumbra los oídos.
los oídos han cobrado vida con el viento
y con el paso del tiempo;
y cuando pase el tiempo se callarán;
yo soy lengua, llama,
fuego que ha ardido
y no dejará de arder
ni de quemar.

¿Quién cenará conmigo esta noche?
Hambre en la boca lasciva,
sed en las células cerebrales,
¿quién cenará conmigo esta noche?
Vivo más lento de lo que voy muriendo
y susurro más rápido de lo que pienso.
No sé adónde iría con la prerrogativa
que me seca lentamente, que me curte como el laurel.
Mi yo hambriento recordó
cómo en un día como el de hoy
hace muchos años me acerqué a la escopeta
y me volví su amante desconocido.
Desde entonces ya no soy yo, soy algún otro,
me transformé en un negro, nadie me ve,
todos caminan a través de mí y no advierten el milagro.
Cada noche duerme un extraño en mí como un hermano,
y yo me voy volviendo cada vez más ensimismado
y cada vez más ávido de verdades sesudas.
¿Quién cenará conmigo esta noche?
Olvidé la cuchara en la meseta de Rog
el tenedor en los campos de Glamočko
blandí el cuchillo en el tronco que ahora
sostiene la casa de fin de semana de un buen señor,
olvidé el buen provecho en la corteza
del árbol de la memoria del paraíso,
mi mano tiembla de cortar el pan,
satisfecho por demás,
no tengo hambre.

Lipizzanos
El diario anuncia:
participaron lipizzanos
en un film histórico.
La radio comenta:
millonario compró lipizzanos,
los nobles animales se mantuvieron calmos
durante todo el vuelo sobre el Atlántico.
Y el libro escolar enseña:
los lipizzanos son reconocidos caballos de montar,
oriundos del Carso, de suaves cascos,
gracioso trote, temperamento lúcido
y obstinada lealtad.

Pero te advierto, hijo,
que estos inquietos animales
no pueden encasillarse en compartimentos estancos:
bien está que cuando brille el día
los lipizzanos sean potrancas negras,
y bien está que cuando reina la noche
los lipizzanos sean yeguas blancas,
pero lo mejor es
cuando llega el día después de la noche,
pues entonces los lipizzanos son arlequines blanquinegros
bufones de la corte de su majestad,
la historia eslovena.

Otros adoraron vacas sagradas y dragones,
tortugas milenarias y leones alados,
unicornios, águilas de dos cabezas y fénix,
nosotros elegimos al más hermoso animal;
así lo demostró en los campos de batalla y en los circos,
llevó a princesas y al ostensorio de oro,
por eso los emperadores austríacos hablaban
francés con hábiles diplomáticos,
italiano con bellas actrices
español con el Dios infinito
y alemán con peones ignorantes;
con los caballos, en cambio, conversaban en esloveno.

Recuerda, niño, cuán misteriosamente
se relacionan la naturaleza y la historia del mundo
y cuán diversas son las fuerzas que mueven al espíritu
en cada uno de los pueblos de la tierra.
Bien sabes que somos terreno de contiendas y pugnas.
Y por eso comprendes por qué los blancos caballos
corrieron del arca de Noé a nuestro suelo puro,
por qué se volvieron nuestro animal sagrado,
por qué pasaron a la leyenda de la historia
y por qué agitan nuestro futuro,
buscan sin cesar nuestra tierra prometida
y ensillan la montura briosa en nuestro espíritu.

Sigo sentado en el tordillo blanco,
hijo mío querido,
como el jefe de los beduinos
he crecido sobre mi animal,
toda la vida viajo sobre él,
combato a caballo e imploro sobre él,
duermo a caballo y sueño a caballo
y moriré a caballo,
he conocido todas nuestras profecías
en el misterioso animal,
y también he concebido este poema
en su espalda trémula.

No hay nada más oscuro
que el claro decir
y nada más verdadero que un poema
que la razón no puede aprehender,
los héroes cojean a la luz del sol
y los sabios tartamudean en la penumbra,
los bufones se truecan en poetas,
los pegasos alados galopan más y más rápido
sobre los abismos de nuestra vieja tierra
y brincan y retumban,
los impacientes animales eslovenos
siguen intentando despertar al rey Matías.

Quien no sabe montar a caballo,
debe aprender muy pronto
a domar al brioso animal,
a mantener la rienda libremente en la montura liviana
y a alcanzar el armonioso ritmo del trote,
sobre todo a persistir en la intuición,
pues nuestros caballos han llegado galopando desde lejos
y allá lejos se dirigen,
los motores tienen averías
los elefantes comen en demasía
pero nuestro camino es largo
y es muy lejos a pie.

En una aldea incendiada
Me reclino en el muro
aún caliente
por el largo incendio,
ni un poblador,
ni un atacante,
el suelo se hunde,
el universo se derrumba,
las estrellas se apagan.

De pronto ondea
un aroma de violetas
comienzo a escuchar
suaves voces
la hierba se levanta
para nuevos pasos
la ceniza se repliega
en nueva contundencia.

Un arroyo gorgotea
en un abrevadero de piedra
una gata vuelve
al umbral chamuscado
sigo creciendo
soy un gigante
ahora veo por encima
de los hombros del horror.

Ljubljenje
Biti moraš čim bolj preprost,
to je edina določena popolnost,
kadar si vsakikrat svež in nov
in dobro veš, da je vse revno
razen tihega ljubljenja.
Moči mi prihajajo iz bridkih korenin
in iz nevidno globokih obredov zemlje,
kjer smo vsi doma in smo zdaj
le na kratkem in veselem izletu.
Ljubljenje je edina popolnost,
izpolniti jo moraš le kot bitje,
pripravljeno za nenadno potovanje,
vsi drugi načini so namišljeni dosežki.
Vse drugo je lažniva, navidezna moč.
Edino v ljubljenju se očistimo
za prihodnost in se pripravimo
za iznajdljivo molitev. Zato se
resnično lepe deklice znajo zaničevati
in so v ljubezni prešerno malomarne.
Pod zvezdami je dovolj prostora za
popolno ljubljenje. Pojdimo v miru
v neznano in rodovitno noč.

Mikrofon v zidu
Tako, zdaj sva sama,
nikogar ni več razen naju.
In vendar te ne bom pustil,
ne boš si spočil in se umiril,
zdaj šele se začenja tvoje opravilo,
poslušal boš moj molk,
moj molk je zgovornejši,
v njem si obsojen na brezno resnice.
Zdaj prisluhni, kakor še nisi,
zver brez oči in jezika,
pošast zgolj z ušesi.
Moj duh govori brez glasu,
neslišno kriči in tuli
od radosti, da si tu
in da me slišiš, Veliki Sum,
pohlepen na razodetja.
Moj molk odpira knjige
in nevarne rokopise,
besednjake in preroke,
stare resnice in zakone,
zgodbe o zvestobi in mukah.
ne moreš si počiti.
goltati moraš, strašno poziraš,
vedno bolj se dušiš,
uho ti je vedno bolj utrujeno,
in vendar me ne moreš prekiniti
in nič mi ne moreš odgovoriti,
prihaja moja ura,
sramotim te in te psujem,
skrivaš, slepar, strupar,
skrunilec, suženj, satan,
stroj, smrt, smrt,
poziraš svojo sramoto
in ne moreš nehati
in mi odgovoriti,
ker si pošast,
ker imaš samo ušesa
in samo izdajalski trebuh,
nimaš pa jezika in resnice,
ne moreš mi reči slabič,
ne moreš mi reči silak,
ne moreš izgovoriti milost, obup,
ne moreš krikniti nehaj,
ves si vroč od suženjskega besa,
bodi ozdravljeno pohabljeno bitje,
pravim ti, dobro je, da si tu,
neizrečeno prav mi je,
da si noč in dan v zidu,
prekleti podaljšek,
zavrženo uho Velikega Suma,
peklenski trebuh nečloveške sile,
ki se noč in dan trese od slabosti,
zdaj si prebudil mojo moč,
mojo enotno in nedeljeno moč,
ne morem ti podtakniti
nič drugega od samega sebe,
sem, kar sem,
nemir in iskanje,
odkritost in bolečina,
istost in kar naprej istost,
vera, upanje, ljubezen,
tvoj veliki protisum,
sem, kar sem,
ne moreš me razdeliti
in me napraviti dvojnika,
nikoli me ne boš ujel
v laži ali računu,
nikoli ne boš rabelj moje vesti,
kar naprej boš poziral mojo radost
in tu pa tam mojo žalost,
da si mi sovražnik,
moj nerodovitni bližnjik,
tako popolnoma drugi in nečloveški,
da se ne moreš strgati z verige
niti zblazneti ali napraviti samomora.
Zdaj vidim,
da sem te upehal,
tvoj rep se je umiril,
in vendar je to šele osnutek
mojega maščevanja,
moje pravo maščevanje je pesem,
nikoli me ne boš odkril in spoznal,
nobena luč ne sveti ušesom,
ušesa so zaživela z vetrom
in z minevanjem
in bodo z minevanjem utihnila,
jaz pa sem jezik - plamen,
ogenj, ki je zagorel
in ne bo nehal goreti
in žgati.

Kdo bo nocoj večerjal z menoj?
Glad v pohotnih ustih,
žeja v možganskih celicah,
kdo bo nocoj večerjal z menoj?
Živim počasneje kakor umiram
in šepetam hitreje kakor mislim.
Ne vem, kam bi s prednostjo,
ki mi počasi vene usnjato kakor lovor?
Moj lačni jaz se je spomnil,
kako sem se na današnji dan
pred davnimi leti približal puški
in se spremenil v neznanskega ljubimca.
Od takrat me ni več, nekdo drugi sem,
postal sem zamorec, nihče me ne vidi,
vsi hodijo skozme in ne spoznajo čudeža.
Vsako noč spi tujec v meni kakor brat,
jaz pa postajam vedno bolj zamišljen
in vedno bolj lačen zamišljenih resnic.
Kdo bo nocoj večerjal z menoj?
Žlico sem izgubil na Rogu,
vilice zlomil na Glamoćkem polju,
nož sem zavihtel v deblo, ki zdaj
podpira vikend blagega moža,
dober tek sem pozabil na lubju
spominskega drevesa iz raja,
roka mi drhti od lomljenja kruha,
preveč sem sit
in premalo lačen.

Lipicanci
Časnik poroča:
lipicanci so sodelovali
pri zgodovinskem filmu.
Radio razlaga:
milijonar je kupil lipicance,
plemenite živali so bile mirne
ves čas poleta nad Atlantikom.
In učna knjiga uči:
lipicanci so hvaležni jezdni konji,
doma so s Krasa, prožnega kopita,
gizdavega drnca, bistre čudi
in trmaste zvestobe.
In vendar ti dodajam, sinko,
da teh nemirnih živali
ni mogoče spraviti v razvidne obrazce:
dobro je, kadar sije dan,
lipicanci so črna žrebeta,
in dobro je, kadar vlada noč,
lipicanci so bele kobile,
najbolje pa je,
kadar prihaja dan iz noči,
kajti lipicanci so beločrni burkeži,
dvorni šaljivci njenega veličanstva,
slovenske zgodovine.
Drugi so častili svete krave in zmaje,
tisočletne želve in leve s perutmi,
samoroge, dvoglave orle in fenikse,
mi pa smo si izbrali najlepšo žival,
izkazala se je na bojiščih in v cirkusih,
prepeljevala je kraljične in zlato monštranco,
zato so dunajski cesarji govorili
francosko s spretnimi diplomati,
italijansko z zalimi igralkami,
špansko z neskončnim Bogom
in nemško z nešolanimi hlapci,
s konji pa so se pogovarjali slovensko.
Spomni se, otrok, kako skrivnostno
sta spojena narava in zgodovina sveta
in kako različna je vzmet duha
pri slehernem ljudstvu na zemlji.
Dobro veš, da smo zemlja tekem in dirk.
Zato tudi razumeš, zakaj so se beli konji
iz Noetove barke zatekli na naša čista tla,
zakaj so postali naša sveta žival,
zakaj so stopili v legendo zgodovine
in zakaj razburjajo našo prihodnost,
nenehoma nam iščejo obljubljeno deželo
in postajajo zanosno sedlo našega duha.
Kar naprej sem na beločrnem konju,
mili moj sinko,
kakor poglavar beduinov
sem zrasel s svojo živaljo,
vse življenje potujem na njej,
bojujem se na konju in molim na njem,
spim na konju in sanjam na konju
in umrl bom na konju,
vse naše prerokbe sem spoznal
na skrivnostni živali,
in tudi to pesem sem doživel
na njenem drhtečem hrbtu.
Nič temnejšega ni
od jasne govorice
in nič resničnejšega ni od pesmi,
ki je razum ne more zapopasti,
junaki šepajo v svetlem soncu
in modrijani jecljajo v temi,
burkeži pa se spreminjajo v pesnike,
krilati pegazi vedno hitreje dirjajo
nad votlinami naše stare zemlje
in poskakujejo in trkajo,
nestrpne slovenske živali
še vedno budijo kralja Matjaža.
Kdor še ne zna zajezditi konja,
naj se čimprej nauči
ukrotiti iskro žival,
obdržati se svobodno v lahkem sedlu
in uloviti ubrano mero drnca,
predvsem pa vztrajati v slutnji,
kajti naši konji so pridirjali od daleč
in so daleč namenjeni,
motorji radi odpovedo,
sloni preveč pojedo,
naša pot pa je dolga
in peš je predaleč.

V požgani vasi
Slonim ob zidu,
še vedno je vroč
od dolgega požara,
nikjer ni človeka,
nikjer zločinca,
tla se udirajo,
vesolje razpade,
zvezde poginjajo.


Naenkrat zavalovi
duh po vijolicah,
začnem poslušati
mile glasove,
trava se vzdiguje
za nove stopinje,
pepel se objema
za novo trdnost.


Studenec štropota
v kamnito korito,
mačka se vrača
na ožgani prag,
vedno bolj rastem,
postajam velikan,
že vidim grozi
preko ramena.


Aleš Šteger (1973). Nació en Ptuj y es uno de los representantes más brillantes y prolíficos de la nueva literatura eslovena. Poeta, ensayista, traductor, editor y viajero infatigable, ha publicado varios libros de poemas, prosas, ensayos y un relato de viajes. Ha traducido, entre otros, a César Vallejo, Olga Orozco, Gottfried Benn e Ingeborg Bachmann. Los poemas aquí traducidos corresponden a su último libro publicado: El libro de los cuerpos (Knjiga teles, Beletrina, 2010).

***
Entre acierto y error.
Del acierto al error.
Todo será errado.

Todo sería acierto.
Todo casi acierto.
Todo debe acertar.

El acierto pule al bien.
El acierto perfora al bien.
Acierto errado.

Del acierto al error.
Al error acertado.
Al errado acierto.

Todo será errado.
Error errado.
Todo error desbordado.

***
Hace dos días que limpio la casa de la que se mudaron
los inquilinos. En el último cuarto, bajo el radiador,
encuentro una moneda de un centavo y dos clips,
enganchados uno al otro, un par en abrazo infinito.
Escurro el trapo para limpiar el piso; agua negra y arena
corren por el desagüe del lavabo. Todo lo que hago es
cambiar de lugar el polvo.

Acabo de empezar a mirar Carretera perdida cuando suena
el teléfono. La voz dice que anoche, de camino a su
casa, ha muerto Svetlana. Esa voz la conocía desde hace
treinta y cinco años. Mucho se reprocha que en la última
charla, le dijo a ella que se preocupaba en exceso y era una
quejosa insufrible.

Cuando alguien muere, éste es nuestro primer pensamiento: ¿dónde
fue la última vez que vi a esa persona, de qué hablamos?
El lugar de la última vez.

Para el final esperamos palabras de proféticas,
una despedida teatral y un gran acto de cierre. Pero alguien se duerme
como se ha dormido noche tras noche seis, siete
décadas. Otra conduce por la autopista, le falla
el corazón, el auto da contra el guarda raíl. No está claro
si el golpe se ha grabado en la conciencia de quien ha muerto.

¿Qué le dije la última vez que nos vimos? ¿Habré
pasado algo por alto, un indicio ambiguo, un mensaje para
los sobrevivientes?¿No debería siempre, en cada conversación
pronunciar las palabras como si fueran las últimas?
¿Qué cambiaría esto?¿La incesante amenaza
de la última palabra no volverá
teatrales las relaciones, no impedirá la comunicación? ¿Hablar
no es acaso hablar de cosas inconclusas?
¿Y no debería ante todo preguntar qué es
el final, si todo es cambiar de lugar el polvo?

***
Apenas media hora de película, aún antes de que corra la primera
gota de sangre, no aguanto el suspenso, apago
el televisor, me voy a dormir. En el sueño el horror se extiende,
después también en la vigilia hay íntimos verdugos y víctimas,
pero no los de mi vida. ¿De dónde?
¿Qué hice yo en cuál de sus pasados para ser
tan vulnerable, qué hicieron otros con mi
alma? Con mi alma perforada, porosa.

No está claro quién inventó el estetoscopio, pero
es evidente que el instrumento imita el oído
del bebé apoyado desde adentro del útero. En
el país de los sonidos somos adultos, nos educó el murmullo
de la circulación sanguínea, el metabolismo de la comida, la plasticidad
de la piel, el crepitar de los huesos. Al principio veía
el cosmos con los oídos. Qué horror de luz es el nacimiento.
Qué caída en el estado de transición de fantasmas
y apariciones del que volveremos sólo después de una larga
y ruidosa batalla. ¿Pero a qué? ¿Pero adónde?

Sobre el alma es fácil ser un lúcido, dice el profesor.
El dualismo de Platón y el alma de los antiguos padres
de la Iglesia. El espíritu que sale del cuerpo y lo contempla
como el boceto recién terminado mira
a William Blake. El alma de las manos y el alma de la técnica.
El alma de la máquina de coser, el alma de la campana de buceo
y el alma de la central nuclear. Algunos, dice el profesor, no
sólo piensan que el alma está en todas las termitas y las hojas,
sino que el alma es todo que a todo rodea, y que
somos los únicos extraños en esta alma. Que hay sólo dos
posibilidades. La primera, que vamos a aniquilarlo todo; la segunda, que
el alma nos va a deglutir y a digerir en su interior.

Miedo infantil ante la penumbra bajo las escaleras. En
cualquier momento saldrá una mano de la oscuridad entre los escalones,
me aferrará la pierna, me jalará a lo oscuro. Me llevó 36
años asociar este temor con mi nombre
Aleš, Alessio, autoexcluido y eremita
urbano, que vivió ignorado y murió bajo
las escaleras de su casa. Mi miedo de que
una mano me jale hacia mi nombre, de caer en picada
en la oscuridad en la lengua que soy.

Sobre el alma es fácil ser lúcido. Estas palabras son
cada vez más un susurro. Nieva. El profesor ha muerto.
El profesor está vivo. La nieve trae paz a los huecos de
su alma. La nieve es la piel que cubre por igual a los que se van
y a los muertos, tensa la membrana que percute
el tiempo. Allá de donde vengo,
la gente se pone máscaras que ahuyentan
la nieve, lenguas colgantes voraces, narices
verrugosas, cuernos y orejas emplumadas. Caminan
en la nieve a través del paisaje que crean con su
andar. Cuando se quitan las máscaras, mi probable
regreso cose las desgarraduras de la primavera.

***
Med prav in narobe.
Iz prav v narobe.
Vse bo narobe.

Vse bi bilo prav.
Vse skoraj prav.
Vse mora prav.

Prav luži prav.
Prav luknja prav.
Prav narobe.

Iz prav v narobe.
V narobe prav.
V prav narobe.

Vse bo narobe.
Narobe narobe.
Vse narobe cez rob.

***
Dva dni že čistim hišo, iz katere so se izselili
najemniki. V zadnji sobi, pod radiatorjem,
najdem kovanec za en cent in dve sponki,
zataknjeni ena ob drugo, brezkončno objet par.
Ožemam krpo za brisanje tal, črna voda in pesek
odtekata v odtok kadi. Vse, kar počnem, je
premikanje prahu.

Ravno gledam Izgubljeno cesto, ko zazvoni
telefon. Glas pravi, da je prejšnji večer na
poti domov umrla Svetlana. Glas jo je poznal
petintrideset let. Zelo si očita, da ji je v zadnjem
pogovoru rekel, da se preveč nažira in da je
neznosen jamrač.
Ko nekdo umre, je to naša prva misel: kje je bilo
poslednjič, da sem osebo videl, kaj sva govorila?
Kraj, ki dobi svoj poslednjikrat.

Ob koncu pričakujemo preroške besede,
teatralno slovo in véliki sklepni akt. A nekdo
zaspi, kot je zaspal noč za nočjo šest, sedem
desetletij. Kdo drug se pelje po avtocesti, odpove
mu srce, avto udari ob zaščitno ograjo. Ni jasno,
ali se je udarec vpisal v zavest umrle.

Kaj sem mu rekel, zadnjič ko sva se videla? Sem
kaj spregledal, dvoumen namig, sporočilo za
preživele? Ali ne bi zmeraj, v vsakem pogovoru
moral izrekati besede z zavestjo dokončnosti?
Kaj bi to spremenilo? Ne bi ravno nenehna
grožnja poslednje besede uvajala v občevanje
teatralnost, onemogočala komunikacijo? Mar
govoriti ne pomeni govoriti nedokončane reči?
In ne bi moral najprej vprašati, kaj sploh je
konec, če je vse premikanje prahu?

***
Že po pol ure filma, še preden preteče prva
kaplja krvi, ne zdržim več napetosti, ugasnem
televizor, grem spat. V snu se groza razrašča,
potem tudi v budnosti rablji in žrtve, zaupne
provinience, a ne iz mojega življenja. Od kod?
Kaj sem v kateri od svojih preteklosti storil,
da sem tako ranljiv, kaj so drugi počeli z mojo
dušo? Z mojo luknjasto, porozno dušo.

Ni jasno, kdo je iznašel stetoskop, a je
očitno, da pripomoček posnema dojenčkovo
uho, prislonjeno od znotraj na maternico. V
deželi zvokov smo odrasli, vzgajal nas je šum
pretakanja krvi, presnavljanja hrane, napenjanja
kože, pokljanja kosti. Na začetku sem videl
kozmos z ušesi. Kakšen teror luči je rojstvo.
Kakšen padec v prehodno stanje fantazem in
prividov, iz katerega se bomo vrnili šele po dolgi
in hrupni bitki. Toda v kaj? Toda kam?

O duši je lahko biti pameten, pravi profesor.
Platonov dualizem in duša zgodnjih cerkvenih
očetov. Duh, ki stopi iz telesa in ga opazuje
tako kot pravkar dokončana risba gleda
Williama Blaka. Duša rok in duša tehnike.
Duša šivalnih strojev, duša potapljaškega zvona
in duša nuklearke. Nekateri, pravi profesor, ne
mislijo le, da je duša v vseh termitih in bilkah,
ampak da je duša vse, kar vse obkroža, in da
smo mi edini tujki v tej duši. Da sta le dve
možnosti. Prva, da bomo vse uničili, druga, da
nas bo duša použila in presnovila vase.

Otroški strah pred mrakom pod stopnišči. Vsak
hip bo med stopnicami planila iz teme roka,
prijela nogo, me zvlekla v temo. 36 let sem
potreboval, da sem ta strah povezal s svojim
imenom, Aleš, Alessio, samoizobčenec in urbani
eremit, ki je neprepoznan živel in umrl pod
stopniščem svoje hiše. Moj strah pred tem, da
me roka zvleče v moje ime, da strmoglavim v
temino v jeziku, ki sem.

O duši je lahko biti pameten. Te besede so
vse bolj pridušene. Sneži. Profesor je mrtev.
Profesor je živ. Sneg prinaša mir luknjam v
njegovi duši. Sneg je koža, ki enako prekrije
odhajajoče in mrtve, napne opno, ob katero
pritrkava čas. Tam, od koder prihajam,
si ljudje nadenejo maske, da preženejo
sneg, viseči nenasitni jeziki, bradavičasti
nosovi, rogovi in uhlji iz peres. Gazijo skozi
pokrajino, ki jo njihovo premikanje sproti
ustvarja. Ko snamejo maske, možnost moje
vrnitve zašije raztrganine pomladi.

viernes, 20 de abril de 2012

En Abstinencia. Por Sofía González Bonorino.





Orígenes parece saber. Cuando yo le digo que el cuerpo semeja un resto al que se manipula, él sonríe, con desdén. Hace de espejo frente al espejo, ofrendando sus formas, creíbles, a los ojos hambrientos de sus discípulas, esas que parecen tenerlo todo (cuerpo) pero a las que en verdad eso (cuerpo), que añoran, les falta. Orígenes no necesita de las palabras. Repite, sin decirlo, que hay un saber que está más allá, mucho más allá de mí, hecho de signos que aún no encuentran forma ni realidad, signos perdidos en la carne. En su carne. Él encarna un saber, dice, del alma. Porque el alma es el cuerpo. Y de ese universo, el cuerpo, Orígenes parece conocerlo todo. Lo observo moverse delante del espejo. Clava los ojos en su reflejo, como si no se cansara nunca de mirarse. Nosotras, las alumnas, debemos seguir cada uno de sus movimientos como si fuéramos sombras, sombras enamoradas. Me dejo arrastrar por la certeza que él tiene de su cuerpo y que, por su misma fuerza, confiere al mío. Me veo en el espejo, y aunque no me gusto así, carnal- como si al partir, el cigarrillo hubiera arrasado con mi espíritu dejándome sin nombre: un puro cuerpo desnicotinizado, me desintoxico, transpiro veneno, elimino, me elimino, me purifico en las formas ciertas del espejo- hago el esfuerzo, lo asumo como una disciplina, cada mañana subo las escaleras del instituto.
Orígenes, con su presencia, hace que sea posible lo imposible: la heterogeneidad de nuestros cuerpos converge en él que, por un proceso secreto de transmutación (mezcla y creación) nos homogeiniza, a nosotras, a nuestros cuerpos, y funcionamos, mientras dura la clase-ritual como un solo cuerpo, un gran Cuerpo en éxtasis. Sagrada nada que rechaza el nombre. Al fin Uno. Las diferencias se borran. Participo de una totalidad de lycra, zapatillas, músculos, axilas. Los cuerpos giran, pierden su oquedad y se fusionan al cuerpo del Maestro, ese principio de amor que promete un paraíso de cuerpos transparentes. El gimnasio, la fe, el templo en donde la nueva espiritualidad se trabaja al ritmo del calendario, del reloj, contra reloj, contra calendario.
Orígenes me interroga. ¿Por qué no me visto igual a las demás? ¿No tengo ropa adecuada: un par de calzas, una musculosa de algodón ceñida al cuerpo? No, no tengo. Es la primera vez que…
Me siento agobiada por estos largos y penosos meses sin cigarrillo. Me pregunto cómo hablarle de mi padecimiento. Creo que no comprende. Me adoctrina sobre los músculos. Los hombres tenemos la ventaja de que el tono muscular esté presente, exista. Ustedes, las mujeres, no. Ustedes tienen que trabajar para que el tono aparezca, se afirme. Ustedes son más blandas, masa blanda, cuerpos blandengues.
Se trata, además, de eliminar la carne, la que sobra. Nos inicia, se vanagloria, en el culto a lo necesario.
Después, el trabajo individual de la mano del maestro: aprender a escuchar las voces inaudibles, confinadas, por culpa del descuido y la indiferencia, a las paredes más recónditas de nuestras arterias. Orígenes, el que sabe, el principio a descifrar, la encarnación de un conocimiento sin preguntas. Mediante él uno se funde a su reflejo y la realidad se ubica dos escalones más abajo que el sueño. Somos dioses, predica. Nada es imposible si lo deseamos. Pero respecto a desear, pienso, no hay tiempo, ni espacio, ni rincón vacío donde nuestro deseo pueda desplegarse. Las palabras se estancan. Las bocas están cerradas. Se jadea. Jadear, eliminar las toxinas de cientos de cigarrillos acumulados, el corazón me late tan rápido que parece que el pecho se me va a romper. Tranquila, dice él, pasándome la mano por la espalda. Prometo volver en una semana. Me voy contenta, como si el silencio que me tiene prisionera, (corporal, hiriente), me doliera menos.
Pienso en Orígenes mientras cruzo la calle. Sé que debería llamarlo, regresar al gimnasio. Pero la necesidad de hacerlo sigue siendo ajena, exterior, como el primer día. Sin embargo, una cascada de palabras se derrama en mi mente, mientras camino: alimentación, dieta, natural, vegetariana, paz, sacrificio, ser mejor, más perfecta, cuerpo sano.
En la estación veo una mujer sentada en el andén. La mitad de su cara está caída, a causa, imagino, de un derrame cerebral. Intenta subirse, con la mano, la mejilla, la comisura de los labios. Si uno se masajeara constantemente con la mano hacia arriba, la cara, ¿se arreglará? ¿Volverán los músculos muertos a revivir? Me siento fascinada por esos movimientos automáticos de reparación, intentos vanos: estoy casi segura de que lo muerto no resucita. Esa cara está condenada. Ella lo sabe. El costado vivo de su cara revela una muda desesperación, una fijeza hacia adentro, hacia los confines más lejanos de su interioridad, como si aún no se hubiera resignado a la ignorancia, a la imposibilidad, y es que hay ciertas roturas, ciertos quiebres, de los que nada sabremos nunca. Ella, sin embargo, se obstina y busca, busca una razón, una clave a descifrar. Quizá, sabiendo, será posible reparar este daño que parece definitivo. Reconcentrada en su dolor, no me ve. Si percibiera de pronto mi mirada clavada en la nada de su mejilla izquierda, ella sabría que yo sé. Entonces, yo no podría ni quedarme ni avanzar, ni escaparme ni permanecer con ella. Por suerte, está demasiado ensimismada. Intento desviar los ojos. Algo, como un fuego, algo parecido al amor me va tomando, una tristeza intensa, una melancolía que me quema. Espero el tren, en la estación, el guarda, un ruido a metales, a chirriar de ruedas suspendidas, pierdo el equilibrio, me aferro a los bordes abruptos de esos rasgos femeninos, caídos.

viernes, 6 de abril de 2012

Los bautismos del nacional populismo y la guerra del lenguaje. Por Luis Thonis.



El camino hacia el nacional populismo ha sido pavimentado por el posmodernismo en Argentina y en Francia. Hay una guerra del lenguaje de fondo donde el nacional populismo realiza el programa de los posmodernos y de maestros en desconstrucciones como Derrida que, partiendo de la teoría de los actos de habla de Austin, How to Do Things with words- Cómo hacer cosas con las palabras-, lucharon por disolver el constatativo- que discierne entre verdad y falsedad- y toda forma referencial por parecerles poco “poética”: ha hecho estragos en la literatura y el derecho y le dejó la pelota servida a los soberanistas, los devotos seguidores del decisionismo de Carl Schmitt, quien le puso la lápida a la república de Weimar.


Carl Schmitt fascina a los populistas porque concentra la soberanía en el PE y por su ataque al enemigo del nacional socialismo que no era la Unión Soviética- Hitler fue quien rompió el pacto germano soviético de 1939 para masacrar y repartirse Polonia, cambiando a Stalin de bando- sino la “arrogancia” de la civilización liberal anglo norteamericana que responde a la libertad-soberanía individual, y, aunque cada vez menos, a un estado con división de poderes y libertad de prensa. Poco importó que Schmitt haya sido apólogo del la “superioridad” del fascismo en El ser y el devenir del Estado fascista- 1929- por sobre los intereses económicos “ya sea de los patrones o los trabajadores”, venía al pelo para restaurar una casta política aunque en nombre del progresismo. Ocupa un lugar estelar en las bibliografías. Ernesto Laclau, principal ideólogo oficial en la Argentina, reivindicador del "todo dentro del Estado" de Mussolini y del exterminador Mao, postula para el populismo la relección indefinida.


Tampoco falta Derrida para quien la maldición del lenguaje es el “querer decir”. El performativo es un enunciado que no describe un hecho sino que lo realiza como el “si quiero” el acto de casarse- si la pareja dice “no quiero” se produce un infortunio- o “prometo devolverte el libro” la devolución, o “yo, Coscia, el Estado” digo que tenemos “una mayor capacidad de decisión para decir qué se debe editar”, que enunció como un ejercicio de soberanía cultural amenazante que por ahora sólo fe un freno momentáneo a las importaciones de libros pero no se sabe que pasará si aumenta su poder decisionista.

Aunque se haya dado marcha atrás "las ideas no se matan", pero los insultos quedan.

Coscia insultó la inteligencia al decir que Europa decide lo que se lee aquí: las librerías están atiborradas de autores nacionales, incluso se puede decir que hubo un boom de autores de libros favorables al modelo que defiende. Da risa pensar a los Gallimard decidir qué libros de poesía van a editarse aquí. Tampoco un intendente se guía por pautas europeas al decidir si va apoyar la murga o una obra de teatro, menos todavía si gasta todo en propaganda. Falta para que los sujetos sean títeres. No se edita aquí como antes por la crisis de la industria argentina, entre ellas la editoral: tendría que apoyarse a editoriales pequeñas antes que millones vayan al fútbol o los autitos para que no estén subordinadas a la razón de Estado, que sean verdaderamente independientes.

Alberdi criticaba a Rivadavia por su preferencia a las “ciencias morales y filosóficas” en vez de “las prácticas y de aplicación” porque el país necesitaba más “ingenieros y geólogos” que abogados y teólogos en una doble estrategia de educación- la formación del carácter y sus cualidades- e instrucción como especialización en una disciplina pero notaba que “no sólo no son la misma cosa, sino que a menudo están separadas y se excluyen recíprocamente. De ahí los ejemplos infinitos de hombres perversos y dañinos que son inteligentes e instruidos, y de hombres ignorantes llenos de bondad y de cultura en su conducta”(1)

Habría que detenerse y reflexionar sobre la actualidad de este planteo. Y notar que la historia del siglo XX le dio a Alberdi más que razón: fueron precisamente los maestros pensadores y todo tipo de intelectuales quienes alentaron o encubrieron las mayores masacres de la historia. Hoy el intelectual en un mundo cada vez más especializado se presenta más bien como productor de codificados escándalos que como el pensador serio de los tiempos de Heidegger y de Sartre cuyas tomas de partido fueron patéticas, se llamen Hitler o Mao.


Más de una vez pensadores y sabios apuntaron a vulnerar el sentido común de este hombre al que se refiere Alberti empujándolo a empresas delirantes y suicidas.


Lo que algunos filósofos modernos no soportan no es que el hombre no sea inmortal sino que la muerte no sea totalizadora. A este hombre del sentido común al que Alberdi se refiere un Hegel le dice que la vida es una muerte que vive una vida humana y debe negarse a sí mismo, matar y matarse para que se realice el Espíritu Absoluto. Heidegger, pastor del ser y centinela de la nada, va más lejos: le dice que la muerte anónima, el “se muere” impersonal, es despreciable en virtud de su anonimato y postula un ser para la muerte donde mediante el imperativo de ser auténtico podrá totalizar su vida en el momento final. Partiendo de la certeza que Dios ha muerto trasmuta a la muerte en un nuevo dios.


Ni Hegel, cuyo sujeto cree oír en su canto el Sentido de la historia ni Heidegger, que adiestra a su marinero para “apoderarse de la existencia” en el estertor final tienen oído para pasar como Kafka al otro lado del espejo y escuchar el silencio de las sirenas donde ellas se miran en espejo y ven por un instante horrorizadas las ninfas monstruosas que son volviendo a cantar con más fuerza. Apuestan a diferencia de Mallarmé al golpe de dados que abolirá el azar introduciendo las utopías del nihilismo contra la contingencia por la cual "se muere" en el anonimato, estúpidamente, pero nuestra finitud supone la libertad para los otros.

Desde Rojo y Negro de Sthendal- Matilde, la aristocratica sirena parisina, que André Gluksmann lee como el colmo del heideggerianismo, que sólo puede amar a Julián bajo la restitución del mito, como ya decapitado, prueba de su “autenticidad”- pasando por su versión plebeya- Madame Bovary, en la búsqueda de la pasión “auténtica”que leyó en Walter Scott- llegamos a los demonios de Dostoievsky que todavía son nuestros contemporáneos.


Matilde no puede admitir que su hombre no tenga el aura de autenticidad que le otorga el mito y termina con su cabeza decapitada entre sus manos según lo performa su guión, el personaje de Dostoievsky mata a Cristo en sí suicidándose para que la nada sea el nuevo Dios.


Tanto el que se pretende marxista y en plena globalización propone retornar a una etapa anterior al Capital donde se produciría un intercambio "auténtico" entre los hombres según Guevara o el jihadista que se mata al matar se encuentran de pronto como compañeros de ruta en la ofensiva de Heidegger que le niega a la vida la posibilidad de ser un antidestino.


El nacional populismo posmodernizado, enterado de los inmolatorios, incorpora rasgos de esta histeria metafísica no lanzado a una muerte frontal sino articulándolas en un montaje fetiche para eternizarse en una imagen congelada sostenida en la performatividad.



Cuando se quiso impedir que Vargas Llosa abriera la Feria se sabía que no iba a decir nada de otro mundo. No fue para censurarlo sino para llevar la voz cantante en la performatividad, que es habitual en el lenguaje político- recuérdese “La casa está en orden” de Raúl Alfonsín- , pero de la que el populismo abusa hasta el hartazgo: hacer cosas con las palabras tiene que ver más con la fuerza de la magia que con el rito.

El bautismo es uno de los actos de habla más referidos por Austin que requiere lo que llama un criterio de autenticidad: sólo un sacerdote pude hacerlo. El nacional populismo tiene connotaciones de una orden religiosa. Practica el rito del “yo te bautizo, luego eres” y el ego te absolvo a peccatis tuis in nomine del estado clepto corporativo y mafioso. La Presidente no habla como empleada pública sino como una inspirada Matriarca. Para la ética K no importa que el sujeto haya publicado un diario pro Videla o haya sido propagandista de Massera- hay ejemplos bien concretos- , de un día para otro si se advierte que puede servir a la causa será purificado por el bautismo nacional popular y su lugar puede ocuparlo Magdalena aunque haya estado en el origen de la CONADEP y fuera la primera en darles voz a las Madres de Plaza de Mayo como reconoció Hebe de Bonafini en un reportaje de 1984.  
Néstor Kirchner descolgó el cuadro de Videla pero no sólo se olvidó de Gerardo Martínez, que ofició como buchón en el regimiento 601 sino que lo convirtió en un niño mimado de su gobierno. Era el favorito de Cristina para suceder a Moyano, en vínculos también con las Tres A acusado de ser partícipe del asesinato de Silvia Filler. Se va entendiendo por qué votaron por Luder que proponía la anmistía para los militares, por qué prohibieron las marchas en Santa Cruz. El desplazamiento de Righi, el encubrimiento de Boudou y de Vido por la masacre de Plaza Once son indicios que en adelante el nacional populismo va a obrar de modo descarnado y los asesinos y ladrones van a aflorar y actuar con total impunidad. ¿YPF? Es un efecto más de la cultura de la expropiación y la ruptura de los contratos. No es distinto al robo de las tierras de los Qom que desconoce las leyes aborígenes. Desde 2001 en adelante se acentúa esta cultura que mediante el decisionismo pasa por alto la constitución y los derechos de propiedad, apropiándose de las jubilaciones y de las reservas del Banco Central usadas como monederos del Poder Ejecutivo que aspira a constituirse en único.

Una vez compradas por los K y a su vez bautizados por ellas, cambiando por este rito los insultos anteriores a quienes se negaron a recibirlas por más de una década, las Madres quisieron hacerle un juicio ético y político a Magdalena, como si reprodujeran una secuencia de 1984 de Orwell. Hay en esta operación perversa una demostración del poder fetichista que tiene el bautismo de los santones que fueron más que bautizados coronados por Duhalde: prueba que el populismo funciona como una iglesia, imitación plebeya de los concubinatos entre la Iglesia y el Trono.



Tanto su ya multimillonaria declaración jurada que no deja de multiplicarse, como la trama fabulatoria de los Hijos de Noble, como la misma moneda, emitida sin respaldo y negando, estafando con la inflación pertenecen a un preformativo bautismal más que un relato. La prueba es que a pesar de los desmentidos se sigue creyendo en eso y hay más satisfacción que demanda de juicio político. Estamos ante un goce sadomasoquista y masivo cuyo destino es que la pulsión se vuelva contra el sujeto que teme separarse de esa alienación que piensa como segura y se vuelve cada vez más compulsiva y exigente.



La "cultura" no es algo problemático para el gobierno porque incluso los medios que lo critican políticamente en lo editorial están saturados por intelectuales afines o simplemente no pertenecen a la camarilla de los escribas posmo populistas que no tienen otra cosa que decir que no hay nada que decir y de cuando dejan de hacerlo entre sí para aplaudir al gobierno. La cultura ya estaba constituida como servidumbre voluntaria antes del kirchnerismo que no hizo sino poner en práctica la demanda de populismo, léanse los textos sobre las bondades de la “multitud”, escritos mientras se expropiaban los ahorros de las mayorías en 2002. Elisa Carrió, la misma que quiso juzgar a Oyarbide- salvado por el PJ menemista- dijo que la declaración jurada de los K no se justificaba. En otro país hubiera sido tomado en serio pero tronaban las sirenas, el Padrino nos presentaba dos ahijados virtuosos. Luego el mismo Oyarbide se convertirá en el blanqueador de un enriquecimiento exponencial.


Deleuzianos, foulconianos, adornianos y las vanguardias mostraron una indignación hipermoral hacia los noventa y una ignorancia voluntaria, ciega y entusiasta a los evangelistas de la “nueva política”.



Hubo, vía el espectáculo, una fusión masiva de los intelectuales con la misma casta delictiva que gobernó en los noventa que a plena luz del día cambió de vestimenta como si hubieran venido de Sierra Maestra. Los Yoma y los Pichetto pasaron bajo el bautismo de Kirchner de un día para otro a ser “progresistas”. Mario Ischii colgó la foto del Che, balbuceando por primera vez el performativo de “la victoria final” mientras subía tres veces el precio de los sanitarios.


No resultaba simpático quien no era crédulo de los fetiches de temporada, con los enunciados de naftalina con que Kirchner iba redimiendo uno a uno a sus compañeros noventistas sin explicar por qué había sido devoto del diabolizado Menem.


El constatativo es la verificación si tales o cuales actos son verdaderos o falsos. El ideal del posmodernismo fue un lenguaje sin constatativo, trabajó laboriosamente para probar que era en el fondo un performativo, fue su guerra en el lenguaje.


Lo que suele llamarse el “relato” es un efecto de esta forma de hermenéutica- interpretaciones de interpretaciones sin fin- y se condensa en una serie de instancias de este tipo que niegan o invierten el sentido de los hechos.


José Luis Espert es uno de los economistas liberales que con mayor agudeza criticó la fiesta del gasto público en los noventa financiada por un endeudamiento que llamó con todas las letras “delicuencial. Kirchner que representó al PJ santacruceño en los noventa y no dijo una palabra crítica al respecto lo acusó nada menos que en la apertura de sesiones del Congreso como uno de los responsables de los “malditos noventa”, llamándolo “neoliberal” – un término vaciado de toda referencia, convertido en conjuro- con impar desfachatez y siguió la fiesta mediante privatizaciones disfrazadas de estatizaciones- caso TBA- sin siquiera entes reguladores truchos como en el menemismo. El término “neoliberal” todavía abunda en las prédicas y basta pronunciarlo para que funcione como argumento y situarse del lado bueno de la historia.


Por más que esto pueda verificarse con lo sucedido en otros países- Chile, Brasil, hoy Uruguay- que a través de reformas lograron consolidar una moneda para el diseñado en la mentalidad posmo populista será doblemente falso como el 35% de pobreza según Caritas: es falso pero a su vez lo falso no existe, no tiene ninguna clase de existencia. Por la política fiscal responsable que hay tenido, Brasil o Chile pueden devaluar su moneda sin problemas, en tanto en la Argentina eso provocaría una devaluación nominal muy superior. En otras épocas se apelaba al crédito externo, que hoy retacea, por lo tanto el país tiene como único horizonte económico la suba del precio de la soja sin el cual el llamado basado en la sustitución de importaciones de los años anteriores cincuenta no hubiera podido sostenerse. Y si lo hace es a costa de la destrucción de la misma industria que dice defender- la energía y la ganadería son ejemplos- y una ausencia de inversión por la delirante política de precios máximos con ecos de Gelbard.
Esto genera una cultura blindada y hegemónica, vengan o no vengan libros del exterior es impotente para bogar en autores como Alberdi o la obra de Fernando Enrique Cardoso y sus ideas que aquí serían llamadas "neoliberales" y que hicieron de Brasil una potencia global. Sucesivos informes de la ONU y fundaciones señalan a Chile como el país más avanzado de América Latina en todos los niveles: bajó la pobreza de un 40% a un 12% y sin clientelismo político. Pero aquí se le cree más a Camila Vallejo, la dirigente estudiantil- la bella sirena del comunismo- que confude a Fidel Castro con el Papa: ‎"todas las reflexiones que haga constituyen luz y esperanza".

La Argentina sigue empecinada, emperrada en repetir una política de sustitución de importaciones que ya fracasó en los cincuenta que ya destruyó la capacidad energética y la ganadería

No es extraño que ante el predominio de la filosofía posmodernista en Francia haya surgido el Frente Nacional de Marine Le Pen.

El posmoderno es relativista: toda verdad es relativa, también todo criminal, en última instancia ni el criminal ni la verdad ni Alquaeda existen.

El nacional popular, en cambio, da un paso más y niega la existencia misma de lo falso.


Más extremista que ninguno, el nacional socialismo positiviza el crimen, no hacia la performatidad angélica de Derrida sino a “tu obligación es matar” de Rosenberg o la oración del Führer por la que Schmitt y Heidegger identifican a Hitler, soberano y juez(2) con la misma Alemania: es la realización soberanista del nacional socialismo.


Al suspender- luego suprimir- la constitución liberal, Alemania queda en manos del Führerprinzip y su autoridad performativa. Aunque de modo inconsciente el nacional populismo como forma de democracia delegativa trabaja para esta pura performatividad que en último término deriva, “realiza” la dictadura. Heidegger soñaba una Grecia abismada en la pura performatividad de dioses y de hombres, sin democracia ni luchas políticas ni sociales y sin Sócrates perturbando con preguntas al principio muy simples la homogeneidad de la polis mítica.


El cartabiertista Ricardo Foster cuando dijo que “la corrupción es un problema poco interesante” se mostró afín a este ideal. La corrupción ha demostrado ser criminal pero para Foster es algo superfluo porque introduce el contraste de lo verdadero y lo falso, que como posmo populista abandona al basurero de la filosofía sin subsidio que valga.


Enunciados como “la inflación favorece la movilidad social”-de Moyano, cuando era afín al gobierno- o “la inflación es un problema de los ricos” de Boudou son insultos directos a la inteligencia y ataques directos al salario pero no han sido percibidos como falsos por el poder del bautismo recibido. No nacieron por la inspiración de quienes lo enuncian sino a través de un largo trabajo de socavamiento. Hay un pacto perverso entre el poder y la cultura donde el sujeto duda en momentos de crisis como el perverso que va a hacerse tratar cuando sufre un derrumbe pero ni bien se estabiliza repite la misma puesta en escena: el populismo así se ha perpetuado por décadas.



La impunidad a todos los niveles ha sido erigida en ley de la república donde como afirmó el obispo Virgilio Bresanelli “el poder judicial debe tener su autonomía”, es decir, no estar sometido al poder político que posibilita que Jaime y tantos otros estén libres y haya un profundo desinterés por la vida concreta de las personas como subraya Roberto Gargarella al analizar las muertes donde el gobierno soslaya toda responsabilidad como si los derechos humanos se limitaran sólo a los represores de hace tres décadas.

La política para el posmo es un “no vale la pena” por carecer de dimensión estética, en cambio, el poder total es la aspiración del nacional socialista, algo que no le desagradaría al nacional populista si pudiera eliminar las resistencias institucionales que todavía le hacen obstáculo.



La cosa en Occidente viene de lejos. Sócrates ante los sofistas ya hablaba de la afánisis- extinción- del logos, el discurso. Jacques Lacan- hoy posmodernizado y transformado en cartabiertista- indagó la afánisis en torno a la extinción del deseo. Ustedes están buscando un amo, les dijo a los jóvenes del 68 en Francia. El nacional populismo criollo cree haberlo encontrado y el amor al amo es más fuerte que cualquier otra pasión, abre un mundo de sensaciones y simulacros. Pero el populismo criollo no tiene discurso sino oratoria - ni el precio de la soja basta para sostenerla- y su lenguaje queda limitado a la pura performatividad que si no es complementada por la represión se expone a la burla y el ridículo.



No hay, sin embargo, que confundirse: no se quieren prohibir tales o cuales ideas que vengan en libros desde el exterior sino conciliar el uno a uno del demencial equilibrio de la balanza de pagos. Hay formas más sutiles de censura. Lo que irrita es que se muestre contradicciones en su lenguaje, la cadena de actos marcados por el infortunio según Austin y sobre todo que se hable de hechos, como denuncias puntuales sobre casos de corrupción: el Mapa de la misma los toca más que algún pensador extranjero, al que si se da el caso pueden hacer decir lo contrario de lo que piensa, para eso tienen expertos.


El “pensamiento” se autocontrola sólo porque la mayoría de la población y la misma oposición piensa con parecidas categorías que el oficialismo. Sebreli señaló que el único partido que presentaba un programa diferente a los otros, la Coalición cívica, apenas si tuvo votos.

La crítica de la obra de Sebreli al nacional populismo no puede ser sustituida por ningún pensador europeo porque está situada en contexto. La guerra del lenguaje en la armada brancaleone del nacional populismo tiene como ideal que la performatividad pueda funcionar fuera de las normas republicanas como puede comprobarse en el tema Malvinas formulado no como política de Estado sino como gesta- borrando la historia anterior a lo Galtieri - o en el insulto a las víctimas de la tragedia de Plaza Once- por amontonarse, no viajar ni el día ni en el lugar adecuado- de los funcionarios. Schiavi se retiró aplaudido en una apoteosis de la performatividad y palabras vacías. Hubo una dura sanción para una empresa de teléfonos celulares por una suspensión del servicio de cinco horas y ninguna para TBA pese a los 51 muertos...ya pasó sin pena ni gloria el ultimátum de los "quince días".



La performatividad se ejerce cotidianamente hasta en la inauguración de una pileta que se hace como un bautismo. Sin embargo, no por eso la afánisis del logos deja de ser el ideal de todo populismo que desde hace una década machaca a fuerza de performativos para constituir al ciudadano en una suerte de títere: alguien que, por ejemplo, sabe que el INDEC no es verdadero pero tampoco reconoce que es falso por el bautismo de que han sido objeto los datos. La falsedad y los datos objetivos no existen o en todo caso son fabulaciones de réprobos o herejes del pensamiento, periodistas pagos, todo es igual y nada es mejor...


Ante el lenguaje que usan los Schiavi, los Coscia, los Boudou, me pregunto qué puede pasar si hay una inflación de la doble afánisis del logos y el deseo…

Un funcionario de la provincia de Buenos Aires declaró que habrá peronismo para otros cien años. Así será mientras se piense como Beatriz Sarlo que el pasaje del menemismo al kircherismo se explica por la secuencia que va de los tapados de María Julia al Harley Davidson de Boudou y se pase por alto los discursos de corte tercermundista- lo más evidente era la promesa de un eje jurásico latinoamericano liderado por Chávez- que lo posibilitaron en la cultura al extremo del que ahora sólo queda la "performatividad." Si no hay crítica a esos discursos todavía vigentes habrá a lo sumo la sustitución de un populismo por otro cuando la performatividad agote el crédito de la servidumbre alquilada o voluntaria: no hay que tirarle la lengua al gato, decía Joyce, no hay que entregarse pasivamente a los enunciados muertos de la jerga nacional popular.


Néstor Kirchner era un hombre austero: su vocación de poder no le permitía la más mínima frivolidad, hasta su sonrisa parecía forzada. No por eso fue menos ultramenemista que María Julia en los noventa. Para mí Cristina si quiere puede ser la Venus de las Pieles y Boudou pasearse en la supermoto que se le ocurra, sólo pido que cumplan con la constitución, algo que a esta altura suena a ridículo habida cuenta que parece haberse realizado el sueño de los rufianes falsificadores de Arlt en el corazón del poder.
Sólo sé que antes y después de Pascuas, la Matriarca zumbará un mundo de maravillas y sólo sé que no sabré nada de ellas.




1) Alberdi y la educación, Carlos Páez de la Torre(h) La Gaceta, 25, Abril, 2008.


2) “El auténtico líder siempre es también juez. De su capacidad de líder deriva su capacidad de juez. Quien pretende separar ambas capacidades e incluso oponerlas entre sí convierte en juez al líder opositor o en un instrumento del mismo y busca desquiciar al Estado con la ayuda de la justicia”( El Führer defiende el derecho, Carl Schmitt, 1934). Hay que decir que mientras Schmitt escribe su apología de Hitler las secciones de choque y las SS asesinan a opositores y siembran el terror.



En una generación de granito- librospeligrosos.blogspot.com, 2008- hago una detallada lectura de Schmitt y el pasaje de los utopistas- marxistas leninistas- del setenta a los nacional populistas actuales a propósito de la polémica carta de Oscar del Barco sobre los crímenes de la guerrilla publicados en los dos volúmenes de No Matar.