jueves, 22 de septiembre de 2011

La creación, juego de distinciones. Jesús Ibañez



Daniel Sibony ha trazado la correspondencia entre el mito hebreo de la creación y las concepciones matemática (teoría de los conjuntos transfinitos) y psicoanalítica (teoría de la castración).
La creación del mundo, según el Génesis, se escande en dos tiempos: un primer tiempo de separaciones y un segundo tiempo de alianzas. Dios, mediante mensajes, crea objetos, y entra en alianza con uno de ellos –transformándolo en sujeto.
En el primer acto, Dios (trascendente, escindido del caos) crea el mundo separando partes del caos (trazando fronteras): el primer día separa la luz de la oscuridad; el segundo separa las aguas de arriba de las de abajo; el tercero separa –abajo- las tierras de las aguas (en la tarde del tercero y durante los días cuarto y quinto, crea los objetos que convienen a cada dominio separado –astros, plantas, animales marinos y terrestres-); el sexto crea los seres humanos “a su imagen y semejanza” –Adame, hijo de Adama o la tierra-; el séptimo día descansó: trazó una frontera (un hueco) entre él y su creación (repitiendo la escisión original).
En el segundo acto, Dios entra en alianza con una de sus criaturas: Abraham. Abraham significa, en hebreo, el que traspasa: el transgresor. El que atraviesa las fronteras creadas por Dios y porta la marca de la travesía. Dios le separa de su contexto natural seguro (“abandona tierra, padre y madre”), para lanzarle a un nomadeo cultural incierto: en pos de una tierra prometida (e inalcanzable: Jesús hará que se pierda en las brumas del cielo); la casa del padre sustituida por el nombre del padre (“engendraré tu nombre”); la madre, por una bendición (“yo te bendeciré”). Hay una transferencia del reino de las cosas al reino de las palabras, del reino de la energía al reino de la información.
Para que el artificio se sostenga, las cosas deben guardar su poder de decir y las palabras deben guardar su poder de hacer. Toda la historia es, en hebreo, un juego de palabras. Un juego de filiaciones y alianzas, de sustituciones y combinaciones, con la raíz bar. Génesis es beredith; crear es bana, que significa separar o elegir; la cosa y la palabra se dicen dabar, filiación es bar y alianza es bérit.
La matemática traspone esta historia al lenguaje de los números. Según Frege, la serie ordinal de los números enteros positivos se genera a partir del cero –que funciona como metaentero. En un primer movimiento, hace encerrar la contradicción: el conjunto vacío es el conjunto de los elementos para los que “x no es igual a x” (esto es, ninguno). En un segundo movimiento, hace que la contradicción encerrada empuje: del cero se genera el uno, número que tiene como elemento al conjunto vacío que le precede, y el dos, número del conjunto que tiene como elementos a los conjuntos que le preceden.
La serie de los ordinales finitos no es un conjunto, no hay una frontera que los mantenga juntos. Por grande que sea n, siempre habrá n + 1. Cantor, en el salto al vacío más genial de la historia de la matemática, repitió la operación de Dios: como Dios había dicho “Sea la luz”, Cantor dijo “Sea el infinito”. El infinito fue creado por un axioma de existencia, mediante una palabra que es a la vez cosa. Si “hay infinito”, los ordinales finitos forman conjunto. Cantor ha trazado una frontera, que es un hombre (infinito), que es un no (infinito). No se para ahí: haciendo estallar cada potencia de infinito en el conjunto de partes del conjunto, crea la serie infinita de los transfinitos. Sin que podamos llegar a un transfinito último, cardinalidad del conjunto de todos los conjuntos: conjunto paradójico, pues –según Russell- tendría como parte el conjunto de los conjuntos que no se pertenecen, que o bien se pertenece (y entonces no se pertenece), o bien no se pertenece (y entonces se pertenece).
Los conjuntos transfinitos tienen la propiedad de la reflexividad: son coordinables con sus partes (el de los números enteros es coordinable con el de los cuadrados). ¿Cómo podríamos conocer el mundo si no fuéramos coordinables con él, sin no estuviésemos hechos a imagen y semejanza de Dios? Porque somos así, podemos crear: podemos poner fronteras (decir no) y transgredirlas. Y eso es así porque hemos sido generados cercando con una frontera la nada: porque somos un uno generado por un cero, estamos abiertos al infinito.
La cosa es así: “Que no se pueden poner todos los significantes de la misma familia en el mismo saco, y que cuando se intenta juntarlos, hay una falla, un movimiento de exclusión, cuyo efecto es transportar a otro lugar a uno de los significantes, que así llega a ser Otro, de modo que los otros pueda funcionar como tales” (Sibony). Así funcionan los equivalentes generales de valor: el oro, el padre (el falo), la lengua. Excluidos por el no –nombre o frontera-, pagan su privilegio con una exclusión. El oro sólo funciona al margen del intercambio, el Padre sólo funciona como muerto, el falo sólo funciona como castrado, la lengua sólo funciona como palabra vacía. Así se instala un borde, y alrededor de él, apoyándose en él, se va a jugar la danza del cero y el infinito. El significante excluido insiste desde su existencia: puede actuar dentro (in), porque está fuera (ex). La castración es un axioma de existencia, el axioma fundamental del inconsciente.
Gracias a la castración, el en-sí estalla en para-sí: el cuerpo se pluraliza en manojo de impulsos dispersos (como lo vio Nietzsche), la imagen se pluraliza en haz de ideales, el nombre se pluraliza en potencia infinita de nominaciones.
El discurso de la anticastración nos encierra en nuestros límites (en un uno no pluralizable: porque ha expulsado el cero, está cerrado al infinito). En vez del salto al vacío, la caída en el pleno. Nos hace autosuficientes: es la acumulación de riquezas en el intercambio de objetos, de poder en el intercambio de sujetos, de saber en el intercambio de mensajes. La riqueza del avaro, el poder del político –o del donjuán-, el saber del científico. Para que el uno sea castrado, el Otro debe ser incastrable: no hay Otro del Otro.
La función-padre mantiene abierta la cadena infinita de infinitos. El padre es responsable del hijo: es el que responde a sus preguntas. El padre responsable responde responsablemente: esto es, que no hay respuesta, con que deja abierta la pregunta (es como Dios, que nos hizo libres). El padre irresponsable, que sustituye la paternidad por el paternalismo, responde irresponsablemente: dicta la respuesta, se pone en el lugar de las respuestas, con lo que obtura la pregunta. Así nos enfangamos en los ideales sociales: así cambiamos el goce (infinito) por el placer (finito). La función-padre nos mantiene como sujetos, el paternalismo nos transforma en sujetados (en sujetados por los ideales sociales).
En la oposición hombre / mujer, mujer es el término marcado: hombre es un término definido, mujer es un término indefinido (un campo de potencial). Marx creía encontrar potencia revolucionaria en el proletariado. Pero la oposición propietario / proletario no tiene término marcado: el capital define ambos términos como designando papeles complementarios. Cuando los proletarios se rebelan en tanto proletarios refuerzan el capital (reproducen la relación central del capital). El marxismo se puede condensar, según Lardreau, en una fase: “Hay razón para rebelarse”. La rebelión está fundada en razón, el marxismo es un socialismo científico. No, no hay razón para rebelarse: sólo una rebelión no fundada en razón, que no necesita justificarse, es revolucionaria. De ahí que los libertarios (como García Calvo) prefieren la oposición señores / pueblo a la oposición propietario / proletario. Pueblo, como mujer, es término marcado.
Si sólo es revolucionaria una revolución no definida en sus objetivos, su sujeto tiene que ser un sujeto marcado: marcado pero sujeto. Las mujeres y los niños son esos sujetos potenciales: no lo serán si su estrategia se orienta a ser (como los) hombres. Si lo que reivindican es igualdad de derechos y obligaciones. Como los proletarios que reivindican su revalorización como fuerza de trabajo serán capturados por el capital.
El discurso de la castración se adapta más a un proyecto revolucionario que el discurso de la anticastración. A la luz de ese discurso, lo masculino es potencia de producción y acumulación; lo femenino, potencia de consumo y disipación. Mientras la función-padre se anude a los machos, la producción será para ser acumulada y no para ser disipada. Quizá hay que ser mujer (una función-padre anudada a una hembra) para conjugar producción y disipación.
Extractos, contra la castración del Padre, El país, 5 de mayo de 1988.

Noam Chomsky. De Pol Pot a Hezbollah. Por Emilio Quintana



A mitad de mayo, las autoridades israelíes le negaron el paso a Noam Chomsky desde Jordania cuando pretendía dar una conferencia en la Universidad Bir Zeit de Ramallah.
¿Por qué? Porque el padre de la psicología cognitiva y de la lingüística moderna es también un amigo de terroristas y un antisemita primario -aparte de apoyar a “negacionistas” de la Shoah, algo que se conoce poco. Desde hace tiempo y reiteradamente se manifiesta en favor de los yihadistas libaneses y palestinos y se hace fotos con carniceros de Hamas y Hezbollah (en la foto con Sheikh Hassan Nasrallah).
Pero esto no es nuevo. Nunca está de más recordar que Noam Chomsky es el autor de uno de los artículos más repugnantes escritos durante el siglo XX: la defensa del régimen genocida de Pol Pot en The Nation (junio 1977). Por aquella época estaban los juntaletras patrios (Juan Benet) justificando los gulags comunistas. Este es el origen del totalitarismo de izquierdas que domina buena parte de los medios llamados “intelectuales” hoy en día.
Si a todo esto añadimos que semejante tipejo difunde sus escritos criminales desde su casa de más de un millón de dólares en Wellfleet, está todo dicho. Tiene suerte de vivir en el mundo libre.

25/5/2o10

Occidente, territorio Sharia: " La ley se nos escapa de las manos"


Leo en la blogosfera que los legisladores europeos están alertando de este grave problema: la sharia se impone velozmente en nuestras ciudades y la ley -nuestra ley- empieza a ser sólo para unos cuantos.
Aún hay gente que piensa que decir esto es, en el mejor de los casos, exagerado; en el peor, alarmista o conspiranoico. Sería conveniente recordar que en numerosos países de Europa existe YA un doble sistema legislativo: el propio del país, basado en principios democráticos constitucionales, y la sharia, el sistema legislativo islámico, totalmente contrario a Occidente y que se imparte de modo más o menos oficial en numerosos barrios y ciudades de nuestra geografía europea. Las "zonas sharia" aumentan de modo alarmante en Gran Bretaña, pero existen en muchos más lugares.
También hay quién piensa -¡todavía!- que la sharia es una amenaza potencial, pero que aún está lejos de imponerse en nuestra civilización. La realidad, por desgracia, es otra. La sharia no es solamente un sistema legislativo paralelo, sino que tiene claras aspiraciones para imponerse como único sistema jurídico en Occidente. Los musulmanes no ocultan esta intención, al contrario, la proclaman continuamente utilizando, curiosamente, todos los medios que el islam desprecia, como el derecho a la libertad de pensamiento y de culto. Lo irónico del caso es que mientras ellos manifiestan sus intenciones de manera inequívoca, somos los occidentales los que nos negamos a creerlo y buscamos justificaciones y excusas: “son cuatro fanáticos”, "nunca lo conseguirán" o cosas parecidas. Olvidando que ya lo han conseguido en muchos barrios.
Si bien son muchos los factores que facilitan el avance y la expansión de la sharia en Occidente, destaco, a título personal, dos de ellos, que son, a mi modo de ver, los más difíciles de erradicar.
Uno, la complacencia de los políticos, bien por odio a la civilización occidental, o, bien, y quizá sobre todo, corrompidos por la promesa de unos cuantos votos con los que conseguir mantenerse unos años más en el poder (llenando sus bolsillos de paso). Estos políticos facilitan el avance del islam con una sumisión absoluta, obcecándose cansinamente en negar la realidad de que el islam es incompatible con la cultura y con los valores occidentales.
Otro, aún más peligroso, es el buenismo occidental suicida. Nuestra caída libre hacia el abismo de la sharia se debe, en buena medida, a la permisividad de nuestras leyes y a la pésima interpretación de lo que es tolerancia, o solidaridad, o libertad de expresión. La interpretación perversa y corrupta de estos conceptos nos ha llevado a situaciones surrealistas, como por ejemplo, perseguir a todo aquel que dice la verdad sobre el islam, mientras que se permite a los musulmanes seguir con todo tipo de costumbres ilegales en Europa (matrimonios forzosos, incluso con menores, mutilación genital, maltrato a las mujeres, etc).
El asunto no es ni mucho menos tan simple como “que ellos se gobiernen bajo sus leyes”. Esto contradice y rompe el Estado de Derecho, en el que todos los ciudadanos tienen derecho a la misma justicia. La existencia de dos sistemas legislativos paralelos da lugar, inevitablemente, a dos tipos de ciudadanos, para los que la ley es diferente por el simple hecho de vivir en un barrio u otro o pertenecer a una ideología concreta o no.
En Jijad Watch se centran en el caso de Alemania, donde la situación no es aún tan grave como en Gran Bretaña, y sin embargo ya comenzaron a saltar las alarmas hace un año. Dice el artículo que, como en el caso de Gran Bretaña, los impulsores de la sharia en Alemania proponen que ésta se aplique sólo un poquito, en unos cuantos casos de asuntos comunitarios. Pero la realidad es que eso no es posible. La sharia es un paquete, como dice incluso el imán Rauf (conocido por querer que la Zona Cero sea convertida en una gran mezquita): "No es posible, en principio, limitar la sharia a algunos aspectos de la vida humana y dejar al margen los demás".
El artículo continúa exponiendo un caso sucedido en Alemania en el cual un tal Mustafa O., de origen palestino, conocido de la policía por sus actos violentos, estaba siendo juzgado en un tribunal alemán. El testigo de cargo, también musulmán, se negó a declarar afirmando que había sido amenazado, y ante la falta de pruebas, el acusado fue dejado en libertad. La posterior investigación policial concluyó que ambos habían ido a un tribunal de sharia y habían llegado a un acuerdo al margen de la ley alemana.
Joachim Wagner, periodista televisivo, ha llegado a plasmar el fenómeno en el libro “Jueces sin Ley”, en el que afirma que "el sistema islámico de justicia paralelo se está convirtiendo en una amenaza para el sistema jurídico constitucional."
Incluso un juez de un tribunal de menores Kirsten Heisig avisaba hace un año: “ La ley se nos escapa de las manos. Esto está en marcha en las calles o en un sistema paralelo donde un imán o cualquier otro representante del corán determina lo que debe ser hecho”. Pero no parece que nadie le haga mucho caso.
Y no olvidemos nunca que la meta del islam es someter a todo el mundo al terrible yugo de la sharia. Lo que supone, inevitablemente la desaparición de nuestro sistema legal
Publicado por Laura.

Musulmanes exigen en Suiza que desaparezca la cruz de la bandera



Lo leo y casi no lo creo. Están ya tan convencidos de que Europa es suya que no dudan en solicitar ¡un cambio de bandera!.
En cualquier caso, al islam todo le ofende y todo le molesta, así que luego vendrá pedir que quiten las iglesias, porque también llevan cruces, y también les ofende. O que no se venda nada que no sea "halal", porque también les ofende. O que todo el mundo practique el ramadán, porque cuando se está de ayuno (realmente no es ayuno, ya que de noche revientan a comer, es abstinencia de comida y bebida durante las horas de luz solar, que es distinto) molesta ver comer a los demás.
Y los culpables de todo esto, los políticos, seguirán mirando hacia otro lado, poniendo leyes absurdas contra los europeos y favoreciendo al islam porque le tienen verdadero temor a la "religión de la paz".
Occidente ha cavado su tumba, y está muriendo en lenta agonía. Noticias como ésta son un paso más hacia el abismo, hacia la fosa, hacia la muerte de la civilización, de la libertad, en favor de la barbarie.
Lo leo aquí.
El diario suizo alemán Aargauer Zeitung ha informado que inmigrantes de segunda generación en Suiza exigen eliminar la cruz de la bandera suiza, y afirman que la bandera de Suiza no corresponde a un país multicultural.Este colectivo exige que ya que hay musulmanes en Suiza y la cruz tiene un trasfondo cristiano, Suiza debe respetar la separación de religión y política, y tener un nuevo símbolo que no sea cristiano, sino que sea aceptable para los inmigrantes musulmanes.
Este colectivo de musulmanes no ha pedido que los países musulmanes de los cuales proceden eliminen la media luna de sus banderas, ni han exigido que estos países separen religión y política.
Publicado por Monmar 21.9.11

martes, 20 de septiembre de 2011

Lacan, treinta años no es nada. Por Luis Thonis



Parece que Hugo Savino dio en el blanco cuando en Salto de Mata escribió que Chomskylandia llegó a La Nación. Muchos lacanianos como Pablo Zunino miran demasiado la TV pública- paga por todos para ver el mundo hecho a imagen y semejanza de los ladrones santacruceños- en vez de leer libro sobre los crímenes de la Europa democrática de Jean Claude Milner que introduce luego de Freud la guerra en el psicoanálisis- y al revés- y que acuerda con las opiniones del malvado bushista Donald Rumsfeld sobre la vieja Europa. Para estos zombis, Milner no dice nada diferente que el posthitlerista Alain Badiou para el cual el significante judío es “nazi” y cuando deja de mirar la TV se pregunta si Lacan no hubiera sido kirchnerista.
Resulta patético que en momentos en que se prepara una segunda Shoa- la palabra ha sido erradicada de los manuales de educación en Francia, obviando al mismo Sarko- entre Irán y su base militar en Gaza, Egipto y Turquía y el antisemitismo reaparece en Europa, Zunino en La Nación tras condensar los treinta años posteriores a la muerte de Lacan, se refiera a “esa cultura estadounidense que todos sabemos hasta dónde es capaz de llegar en casi todo lo que toca”, apelando a la psicología de masas castrotercermundista que olvida que no fue EEUU sino Europa quien generó el fascismo, el nazismo y el comunismo que de haber llevado la voz cantante hubieran suprimido el psicoanálisis. El sujeto dividido habría sido cortado en pedacitos o reducido a un guiñapo como muestra Reynaldo Arenas en Cuba. Freud identifica el análisis a la migración, al cambio de lengua, a la ruptura con las raíces: inasimilable a los nacionalismos.
Europa desde Munich- te entrego a los checos, estimado Hitler, me dejás en paz- siempre fue reticente cuando se trataba de luchar por la libertad, se cruzó de brazos ante los europeos del Este que fueron masacrados durante medio siglo y dio letra a los tercermundismos de tres continentes que causaron millones de muertos con el objeto de instaurar Estados que exterminan al pueblo en su nombre, desde Angola y Etiopía hasta la Camboya de Pol Pot. Europa tuvo ante sí el genocidio de Milosevic en los Balcanes y Kosovo- de no estar ahí hoy la OTAN la guerra étnica se desencadenaría- donde EEUU tuvo intervenir para detenerlo. Y si no intervino en Darfur, limitándose a dar ayuda humanitaria, fue porque los Chomsky y los Pedro Brieger- el charlatán de la TV pública-hubieran dicho que habría sido para quedarse con el petróleo, algo que no sucedió ni remotamente en Irak, donde curiosamente los que estuvieron contra la guerra- Francia entre ellos- ganaron las licitaciones. Cuando menos EEUU supo darse una constitución de hierro- Dios y las garantías individuales preexisten a la Sociedad, a diferencia de la francesa- y leer en Tucídides que la guerra coexiste con el género humano mismo y no promovió a Marguerite Duras.
Habría que mirarse en el propio espejo en pleno estadio tribal: la Argentina canallesca del malvinense “vamos ganando” es cómplice del mayor genocidio del siglo XXI, me refiero al ocurrido en Darfur- 300.000 víctimas, dos millones de deportados- por la adhesión de nuestra descerebrada Presidenta a Al Baschir por servidumbre con Chávez ante el pedido de detención de Moreno Ocampo de marzo de 2009. Nuestra canalla intelectual que ha firmado por décadas manifiestos a favor de Cuba y ahora contra Israel no quiere saber nada de eso. Tampoco del robo de tierras y matanza de tobas, ni de los catorce muertos por mano de patotas oficiales. Nada.
En 1985 en la revista Innombrable lo dije con todas las letras: los lacanianos con Lacan se protegen de Freud, que prematuramente leyó el destino homicida y letal de las utopías del socialismo y el comunismo, la ideología más criminal en número de víctimas de la historia humana según Castoriadis. Freud sigue siendo insufrible para este fantasma fundamental del género humano que cada línea suya decepciona.
Lacan releyó a Freud- todo, pero no se ocupó de eso que yo sepa, un punto capital de la teoría- y se divirtió con sus fans pequeños burgueses siempre en busca de creer ciegamente en algo en una rica arcadia europea que hizo tabla rasa del mundo y que ahora entra en el crepúsculo. Lacan, en pose de elegante, diestro y culto espadachín se batió con todos sus contemporáneos, cambiándoles la mano a los discípulos, proponiendo siempre un saber nuevo: es su gran mérito. Zunino piensa hacer una obra de teatro con él y eso es pertinente, no quedan dudas que fue un gran comediante que incluso hizo su propio teatro como sucedía con los pacientes que iban a esperarlo incluso cuando estaba ausente.

El único modo de saber qué queda de Lacan es devolverlo a la clínica. Muchos lacanianos se quejan de los reduccionismos de los profanos- el mío lo es- pero fueron ellos que lo sacaron a pasear por los shoppings: ahi todo se vuelve argentino. En nombre del desconocimiento yoico alentó una voluntad de ignorar que ya es definitiva: estamos ante el zombi terminal que analizo en detalle en Una generación de granito. Aquí no hay terapia posible, ni cinco minutos, los treinta años posteriores a la muerte de Lacan se reducen a nada, lo mismo sucederá con las décadas de lacanismo populista que nos augura Zunino mientras no se sepa leer una sola página. Siempre la promesa de algo más que un saber, que aumenta la impotencia de leer.
En nombre de lo real no pocos se hundieron en la más completa irrealidad: dentro de diez años la lengua más hablada de Francia será el árabe y los lacanianos del futuro “gozarán” no haber dicho una palabra del antiguo socio Kadafi y lo que el Islam fundamentalista hace con las mujeres, entre innumerables negaciones. Como dijo Maurice Dantec, un lector sólo frecuentado por Jaques Alain Miller, va hacia la República Islámica de Frankestain.
Francia ha dado a luz de los mejores intelectuales del siglo veinte: Claude Lefort, André Gluksmann- Dostoievsky en Manhattan y Oeste contra Oeste dejaron de ser traducidos por causa- Jaques Rossi, Francois Furet y su lectura del comunismo pero para la cultura francesa media, para el ciudadano francés medio- antisemita y antiamericano- como sucede con Lacan un siglo de Gulag no es nada. Doy, por otra parte, todo Lacan por Un homme en trop de Lefort o el Manual de Jaques Rossi, la fiesta de lenguas contra el esperanto de Babel- lengua única- en el interior del Gulag. Amo, por cierto a Francia no sólo por sus libros sino por esa jeune fille de Marivaux que viene de muy lejos, se posa y se va después de prohibirnos la palabra amour mientras nos ama…la intervención decidida de Sarko para detener el genocidio en Libia no fue vista con simpatía ni en Francia bienpensante ni en Argentina.
La nota de Pablo Zunino confirma que “los lacanianos son la primera minoría después del peronismo”, es decir que es un caballito de batalla más de lo que llamo “ideología argentina”, cambalache que mezcla a los fascismos nacionalistas de los treinta con una reescritura de lo que queda del utopismo setentista y que constituye la fachada actual de una misma casta delictiva en el poder que permanece a través de sus metamorfosis. Ni Alberdi, ni Macedonio ni Murena lograron conmover ese edificio construido con betún y que habla del esperanto de los ideólogos del estado universitario global para los cuales EEUU e Israel son los causantes de todos los desastres del mundo. Y nada más. Ser lacaniano viene a ser lo mismo que cartabiertista: demasiado significante para que la instancia del sujeto culmine en Jauretche que escribe el último capítulo de la novela. Esperanto final.
De Lacan, cuyo mayor goce fue según Daniel Sibony mantener al auditorio sin aliento el mayor tiempo posible, se sigue omitiendo esa vox clamantis in deserto que decía: “Vous pouvez être lacaniens si vous voulez, moi je suis freudien". Yo también.

sábado, 17 de septiembre de 2011

" La pintura ha sido liberada pero nadie sabe qué hacer con esa libertad". Francis Bacon por Phillipe Sollers



La mirada radioscópica y las palabras de Sollers para describir una foto de Francis Bacon a los 75 años, tomada por el fotográfo John Edwards en 1984 y, en contrapunto, su análisis del cuadro de Bacon, Desnudo acostado con una jeringa hipodérmica.
Yo debo ser, sin tener conciencia, un buen analista. Es Borges, por ejemplo, encontrado por primera vez en Paris en su pequeña habitación del hotel de las Bellas Artes que se puso a hablarme, después de tres minutos, a lo ciego, de las putas francesas de antes, en Buenos Aires, “las mejores, las más buscadas” Es Bacon, en torno de un whisky, en un bar de Pont-Royal, evocando casi inmediatamente, en una conversación descocida, las crisis de eczema que cubrían su cuerpo( he aquí quizá una de sus fuentes de la “piel de hipopótamo”), cuando su padre en su infancia, en Irlanda lo llevaba a través de las praderas a ver sus caballos. « El eczema, no tiene ninguna relación con el psicoanálisis, no es así?, dice él con una pequeña risa. Y yo: “Ninguna, evidentemente” Y así se divierte.
Las fotos no dicen gran cosa de su presencia. Por eso mismo son interesantes.
Francis Bacon dans son studio, photographié en 1984 par John Edwards
Aquellas de 1984 (tiene setenta y cinco años), muy queridas bajo una aparente improvisación, han sido tomadas por John Edwards, uno de sus últimos amigos, y el heredero de Bacon (Edwards, en los cuadros, está extrañamente distendido, por ejemplo “el hombre de la silla larga”).
Etude pour un portrait de John Edwards,1989
Huile sur toile, 198x147,5 cmCollection particulière
En la primera foto, el pintor está acodado a un lavablo, un tanto abatido, calmo. Por encima de él, las cartas postales de sus últimas telas, « desollamiento » y la más grande maestría, están enganchadas en la pared. Todavía encima de su cabeza, sobre una estantería, un teléfono viejo modelo, negro. Lavabo, cartas postales, teléfono: mensaje preciso. En la segunda foto, está de pie y concentrado en el atelier, manos en los bolsillos, manchas de colores resplandecientes sobre las paredes, viejos libros amontonados en masa, sifones y papeles. Se puede elegir entre: estudiante apenas envejecido y permanece resueltamente subversivo, lechuza, búho, pájaro raro o de presa.
Para el objetivo (su enemigo), su cuerpo se vuelve completamente vacío, intratable, mirada vidriosa, piedra, nada, voluntad de nada. Le film de la BBC lo restituye mejor, vivo, reidor, dandy decidido, acerbo, maravillosamente gentil, disponible, pasemos, se verá más tarde.
Más británico que Bacon, tendencia anarquista, mueres. Lawrence, en comparación, tiene el aire de una jovencita tímida, Wilde de una muchacha endomingada. El, definitivamente desembarazado de la reina Victoria (como solo Joyce ha sabido serlo antes de él, sin duda), camisa azul de cuello abierto, blouson claro, distinción de la voz, vino de Bordeaux en el vaso, puntúa la entrevista de algunas certidumbres caramente adquiridas, pero más allá del esfuerzo: « No, no, nada de fantasmas, la realidad, ahí, enseguida », « lo que queremos, ¿no es la voluptosidad?

Más tarde, en la noche, alcohol u otras sustancias. Pero no basta para concluir brutalmente viendo una jeringa hipodérmica clavada en el brazo de una figura de carne rosa, señorita de Avignon de otrora, acostada al revés, sobre un lecho oval a rayas, en una habitación donde todo danza y da vueltas como en un disco (sol, muro, halo amarillo de la lámpara eléctrica) : « Yo no pongo la jeringa a causa de la droga que ella inyecta, sino porque es menos estúpida que meterse un clavo a través del brazo. »
Elemental. Se trata simplemente de fijar la forma a punto de escaparse de sí misma, sino tendría un aire fofo. Una buena picadura, y he aquí. Este cuadro data de 1969, se llama Personaje acostado.
Es uno de los más exitosos de Bacon. Mirad, hablando propiamente, el te tira la lengua.« La pintura ha sido liberada, dice todavía, pero nadie sabe qué hacer con esta libertad. » Dicho de otra manera: yo, yo sé.


Les passions de Francis Bacon Philippe Sollers, Gallimard, 1996, p. 92-96
(Traducción: Luis Thonis)

miércoles, 14 de septiembre de 2011

Emanaciones. El tributo a las víctimas del 11- S y las de Atocha. Por Juan Abreu

Veía en la televisión norteamericana los actos que recordaban y honraban a las víctimas del 11-S. Qué distintos de los que se hacen en España por el 11-M. Aquí se ningunea a las víctimas de manera vil y las trifulcas politiqueras están por encima de cualquier asomo de decencia.
También he leído estos días las imbecilidades antinorteamericanas que tan felices hacen a los españoles y a los cagados europeos en general. Me limito a recordarles que todos los grandes sistemas genocidas del Siglo XX los inventaron los europeos y que el último brote nazi, en los Balcanes, tuvieron que venir a combatirlo, como de costumbre, los norteamericanos. Rojos culones, socialdemócratas y europeos en general se limitaron a contemplar la matanza y a tratar de congraciarse con los criminales. Es lo que suelen hacer cuando llega el momento de defender la Libertad.
La historia europea es un catálogo de invasiones, robos, masacres y exterminio de pueblos enteros, esclavitud de negros y diseminación del oscurantismo católico por todo el mundo. Con esa historia, deberían ser algo más humildes, se dice uno. No. Lo que hacen es criticar a los norteamericanos, gracias a los cuales, no son hoy nazis o comunistas, lo que viene a ser lo mismo.
Pues miraba yo los hermosos y dignos actos dedicados a las víctimas del salvajismo musulmaneco en USA y sentía lástima de las víctimas españolas. Tan solas, tan despreciadas, tan invisibles.
Cada día que pasa más invisibles.

martes, 13 de septiembre de 2011

Un viaje a la Argentina. Por Tzvetan Todorov



Una sociedad necesita conocer la Historia, no solo tener memoria. En el caso argentino, un terrorismo revolucionario precedió al terrorismo de Estado de los militares, y no se puede comprender el uno sin el otro

En noviembre de 2010, fui por primera vez a Buenos Aires, donde permanecí una semana. Mis impresiones del país son forzosamente superficiales. Aun así, voy a arriesgarme a transcribirlas aquí, pues sé que, a veces, al contemplar un paisaje desde lejos, divisamos cosas que a los habitantes del lugar se les escapan: es el privilegio efímero del visitante extranjero.



He escrito en varias ocasiones sobre las cuestiones que suscita la memoria de acontecimientos públicos traumatizantes: II Guerra Mundial, regímenes totalitarios, campos de concentración... Esta es sin duda la razón por la que me invitaron a visitar varios lugares vinculados a la historia reciente de Argentina. Así pues, estuve en la ESMA (Escuela Mecánica de la Armada), un cuartel que, durante los años de la última dictadura militar (1976-1983), fue transformado en centro de detención y tortura. Alrededor de 5.000 personas pasaron por este lugar, el más importante en su género, pero no el único: el número total de víctimas no se conoce con precisión, pero se estima en unas 30.000. También fui al Parque de la Memoria, a orillas del Río de la Plata, donde se ha erigido una larga estela destinada a portar los nombres de todas las víctimas de la represión (unas 10.000, por ahora). La estela representa una enorme herida que nunca se cierra.
El término "terrorismo de Estado", empleado para designar el proceso que conmemoran estos lugares, es muy apropiado. Las personas detenidas eran maltratadas en ausencia de todo marco legal. Primero, las sometían a unas torturas destinadas a arrancarles informaciones que permitieran otros arrestos. A los detenidos, les colocaban un capuchón en la cabeza para impedirles ver y oír; o, por el contrario, los mantenían en una sala con una luz cegadora y una música ensordecedora. Luego, eran ejecutados sin juicio: a menudo narcotizados y arrojados al río desde un helicóptero; así es como se convertían en "desaparecidos". Un crimen específico de la dictadura argentina fue el robo de niños: las mujeres embarazadas detenidas eran custodiadas hasta que nacían sus hijos; luego, sufrían la misma suerte que el resto de los presos. En cuanto a los niños, eran entregados en adopción a las familias de los militares o a las de sus amigos. El drama de estos niños, hoy adultos, cuyos padres adoptivos son indirectamente responsables de la muerte de sus padres biológicos, es particularmente conmovedor.
En el Catálogo institucional del parque de la Memoria, publicado hace algunos meses, se puede leer: "Indudablemente, hoy la Argentina es un país ejemplar en relación con la búsqueda de la Memoria, Verdad y Justicia". Pese a la emoción experimentada ante las huellas de la violencia pasada, no consigo suscribir esta afirmación.
En ninguno de los dos lugares que visité vi el menor signo que remitiese al contexto en el cual, en 1976, se instauró la dictadura, ni a lo que la precedió y la siguió. Ahora bien, como todos sabemos, el periodo 1973-1976 fue el de las tensiones extremas que condujeron al país al borde de la guerra civil.

Los Montoneros y otros grupos de extrema izquierda organizaban asesinatos de personalidades políticas y militares, que a veces incluían a toda su familia, tomaban rehenes con el fin de obtener un rescate, volaban edificios públicos y atracaban bancos. Tras la instauración de la dictadura, obedeciendo a sus dirigentes, a menudo refugiados en el extranjero, esos mismos grupúsculos pasaron a la clandestinidad y continuaron la lucha armada. Tampoco se puede silenciar la ideología que inspiraba a esta guerrilla de extrema izquierda y al régimen que tanto anhelaba.
Como fue vencida y eliminada, no se pueden calibrar las consecuencias que hubiera tenido su victoria. Pero, a título de comparación, podemos recordar que, más o menos en el mismo momento (entre 1975 y 1979), una guerrilla de extrema izquierda se hizo con el poder en Camboya. El genocidio que desencadenó causó la muerte de alrededor de un millón y medio de personas, el 25% de la población del país. Las víctimas de la represión del terrorismo de Estado en Argentina, demasiado numerosas, representan el 0,01% de la población.
Claro está que no se puede asimilar a las víctimas reales con las víctimas potenciales. Tampoco estoy sugiriendo que la violencia de la guerrilla sea equiparable a la de la dictadura. No solo las cifras son, una vez más, desproporcionadas, sino que además los crímenes de la dictadura son particularmente graves por el hecho de ser promovidos por el aparato del Estado, garante teórico de la legalidad. No solo destruyen las vidas de los individuos, sino las mismas bases de la vida común. Sin embargo, no deja de ser cierto que un terrorismo revolucionario precedió y convivió al principio con el terrorismo de Estado, y que no se puede comprender el uno sin el otro.
En su introducción, el Catálogo del parque de la Memoria define así la ambición de este lugar: "Solo de esta manera se puede realmente entender la tragedia de hombres y mujeres y el papel que cada uno tuvo en la historia". Pero no se puede comprender el destino de esas personas sin saber por qué ideal combatían ni de qué medios se servían. El visitante ignora todo lo relativo a su vida anterior a la detención: han sido reducidas al papel de víctimas meramente pasivas que nunca tuvieron voluntad propia ni llevaron a cabo ningún acto. Se nos ofrece la oportunidad de compararlas, no de comprenderlas. Sin embargo, su tragedia va más allá de la derrota y la muerte: luchaban en nombre de una ideología que, si hubiera salido victoriosa, probablemente habría provocado tantas víctimas, si no más, como sus enemigos. En todo caso, en su mayoría, eran combatientes que sabían que asumían ciertos riesgos.
La manera de presentar el pasado en estos lugares seguramente ilustra la memoria de uno de los actores del drama, el grupo de los reprimidos; pero no se puede decir que defienda eficazmente la Verdad, ya que omite parcelas enteras de la Historia. En cuanto a la Justicia, si entendemos por tal un juicio que no se limita a los tribunales, sino que atañe a nuestras vidas, sigue siendo imperfecta: el juicio equitativo es aquel que tiene en cuenta el contexto en el que se produce un acontecimiento, sus antecedentes y sus consecuencias. En este caso, la represión ejercida por la dictadura se nos presenta aislada del resto.
La cuestión que me preocupa no tiene que ver con la evaluación de las dos ideologías que se enfrentaron y siguen teniendo sus partidarios; es la de la comprensión histórica. Pues una sociedad necesita conocer la Historia, no solamente tener memoria. La memoria colectiva es subjetiva: refleja las vivencias de uno de los grupos constitutivos de la sociedad; por eso puede ser utilizada por ese grupo como un medio para adquirir o reforzar una posición política. Por su parte, la Historia no se hace con un objetivo político (o si no, es una mala Historia), sino con la verdad y la justicia como únicos imperativos. Aspira a la objetividad y establece los hechos con precisión; para los juicios que formula, se basa en la intersubjetividad, en otras palabras, intenta tener en cuenta la pluralidad de puntos de vista que se expresan en el seno de una sociedad.
La Historia nos ayuda a salir de la ilusión maniquea en la que a menudo nos encierra la memoria: la división de la humanidad en dos compartimentos estancos, buenos y malos, víctimas y verdugos, inocentes y culpables. Si no conseguimos acceder a la Historia, ¿cómo podría verse coronado por el éxito el llamamiento al "¡Nunca más!"? Cuando uno atribuye todos los errores a los otros y se cree irreprochable, está preparando el retorno de la violencia, revestida de un vocabulario nuevo, adaptada a unas circunstancias inéditas. Comprender al enemigo quiere decir también descubrir en qué nos parecemos a él. No hay que olvidar que la inmensa mayoría de los crímenes colectivos fueron cometidos en nombre del bien, la justicia y la felicidad para todos. Las causas nobles no disculpan los actos innobles.
En Argentina, varios libros debaten sobre estas cuestiones; varios encuentros han tenido lugar también entre hijos o padres de las víctimas de uno u otro terrorismo. Su impacto global sobre la sociedad es a menudo limitado, pues, por el momento, el debate está sometido a las estrategias de los partidos. Sería más conveniente que quedara en manos de la sociedad civil y que aquellos cuya palabra tiene algún prestigio, hombres y mujeres de la política, antiguos militantes de una u otra causa, sabios y escritores reconocidos, contribuyan al advenimiento de una visión más exacta y más compleja del pasado común.


Publicado en El País 13/9/2011





sábado, 10 de septiembre de 2011

Bienvenido, George. Repudiado en Europa y en América. Aclamado en los países ex comunistas. Por Claudio Fantini



Es una escena extraña. La gente contra los vallados estira los brazos para alcanzarlo aunque sea con la punta de los dedos. Él trata de tocar la mayor cantidad posible de manos y un coro improvisado repite "Bushy, Bushy..." mientras agita banderitas norteamericanas. Esa euforia se vivió en Tirana, capital de Albania, reiterándose en Fushe Kruge, donde entre abrazos y apretujones con la multitud que lo ovacionaba en las calles, George W. Bush perdió su reloj.
La contracara de lo que se repite en todas las ciudades latinoamericanas y del Occidente europeo por donde pasa el jefe de la Casa Blanca. Allí, la imagen muestra siempre a policías aporreando muchachos con la cara del Che estampada en las remeras, además de banderas norteamericanas incendiadas en medio de un paisaje de furia y barricadas.
Ese repudio tiene mucho de ritual folklórico y poco edificante, pero también refleja lo que simboliza el presidente norteamericano: el unilateralismo imperial, la doctrina de la guerra preventiva, el militarismo exacerbado y la indiferencia frente a los esfuerzos contra el calentamiento global.
Postal de bienvenida. Sin embargo, la postal de Albania también es más lógica que patológica; muestra la misma escena que se vive cuando Bush visita Polonia, Hungría, Bulgaria y otros países que estuvieron detrás de la "cortina de hierro" y en el Pacto de Varsovia; así como en las repúblicas bálticas y también en países centroasiáticos que integraron la Unión Soviética.
Todos esos pueblos sienten que los Estados Unidos tuvieron un papel más importante que el de Europa en la caída del Muro de Berlín y la desintegración de la URSS. Por caso, los polacos incorporaron a Ronald Reagan entre sus héroes, junto al mariscal Pildzusky, por su aporte en equipo con el Papa Wojtila a la lucha de Solidaridad y Lech Walesa, contra el general Wojciech Jaruzelsky, último dictador comunista de Polonia.
En Lituania, Estonia y Letonia, así como en países ex soviéticos de Asia Central, transfieren al hijo el afecto por el padre, George Herbert, a quien equivocadamente consideran decisivo en la desaparición de la URSS. Y los estados bálticos, igual que los centroeuropeos, agradecen a los Estados Unidos incorporarlos a la OTAN a pesar de las amenazas de Rusia, porque desde los zares a los soviet, siempre estuvieron bajo la sombra rusa y no pueden salir de ella sin la protección del gigante occidental.
Es el mismo factor que explica la popularidad de los Estados Unidos en la región balcánica. Albania lo ve como una fuerza decisiva en la caída del líder estalinista Enver Hoxa, quien aisló durante cuatro décadas a ese país pobre y montañés. Mientras que las repúblicas ex yugoslavas obtuvieron un inmediato reconocimiento norteamericano, acompañado de ayuda económica, al separarse del estado socialista que había creado el mariscal Tito tras la Segunda Guerra Mundial.
Si bien primero los eslovenos y luego los croatas liderados por Franjo Tudjman recibieron armas de Alemania para luchar por la independencia en Bosnia Herzegovina, fue la intervención de la OTAN con sus bombardeos a los cuarteles de Karadzic y Mladic en Pale lo que puso fin a la feroz limpieza étnica impulsada por Slobodan Milosevic contra los musulmanes bosnios.
A renglón seguido, fueron otra vez los Estados Unidos, de nuevo bajo bandera de la OTAN, quienes aplastaron la maquinaria militar serbia cuando concretaba la deportación masiva de albaneses musulmanes de Kosovo. Ahora bien, ambos salvatajes militares y sus posteriores escudos políticos (los acuerdos de Dyton para Bosnia y el mandato de la ONU sobre Kosovo) fueron méritos de Bill Clinton.
En todo caso, a Bush es justo reconocerle haber disuadido a Belgrado de no impedir a los macedonios independizarse en paz, y también el impulso que dio a la Carta del Adriático, firmada hace cuatro años y por la cual Washington se compromete a facilitar el ingreso de Albania, Croacia y Macedonia a la alianza atlántica.
La cumbre de Tirana. De eso precisamente se trató la cumbre más reciente en Tirana, una de las ciudades donde Bush fue aclamado en las calles y las plazas. El jefe de la Casa Blanca volvió a instar a esos tres países a completar las reformas políticas, militares y económicas, además de cumplimentar otros requisitos como la reducción del crimen organizado, para que puedan ser incorporados a la OTAN. Y a eso se comprometieron el macedonio Nikola Gruevski, el croata Ivo Sanader y el anfitrión albanés Sali Berisha.
Pero Bush agregó en Tirana una frase que los albaneses querían escuchar: "Ya es bastante; Kosovo tiene que ser independiente". Así se comprometió a impulsar la aprobación de la ONU al plan del finlandés Marti Ahtisaari, que implica una fuerza internacional permanente, tutela política de la Unión Europea, potestad de firmar acuerdos e ingresar a organismos internacionales y una fuerza militar propia de limitado poder de fuego. O sea, en los hechos, la independencia de los kosovares.
Hasta el momento, desde la guerra de 1999 en la que Clinton derrotó a Milosevic, ha regido el acuerdo de Kumanovo, una suerte de capitulación serbia que colocó a Kosovo en un limbo jurídico. Pero ir de ahí a la independencia implicará tensión con Serbia y Rusia.
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Ese pequeño territorio que en sucesivos momentos de la historia estuvo en manos de los imperios romano, bizantino y otomano, pasando también por Albania, Montenegro, Serbia y Bulgaria, tiene una multiplicidad étnica que ha incluido turcos, goronis (musulmanes eslavos), circosianos, arrumanos (rumanos-macedónicos) y judíos; pero las dos etnias significativas son los albaneses y los serbios.
Los albaneses, musulmanes de raza iliria, son amplia mayoría y al país lo nombran en su antigua lengua: Josova; mientras que los serbios, eslavos cristiano-ortodoxos son minoría y consideran que esa tierra es el origen de su nación.
Ambos pueblos tienen interpretaciones diferentes sobre un antiguo acontecimiento: la batalla de 1389. Según los ilirios, guerreros albaneses lucharon codo a codo con los serbios contra el invasor turco. Pero según la mirada serbia, los albaneses se sumaron a los turcos, completando "la traición" en el siglo XVI cuando se hicieron musulmanes para pagar menos impuestos al sultán.
Esas mismas crónicas sobre las guerras medievales coinciden en señalar que la derrota en Kosovo hizo que los distintos reinos serbios descubrieran su identidad común.
Si al recrear Yugoslavia el mariscal Tito le dio a los kosovares la autonomía que no habían tenido en los tiempos del rey Pedro Karajeorgevic, fue porque aquel líder comunista era croata y, como tal, entendía que había que proteger de la supremacía serbia a los albaneses de Kosovo y a los búlgaros de Vojvodina. Pero los serbios jamás aceptarán que Kosovo se independice o pase a formar parte de la vecina Albania. Ni con ultranacionalistas como Milosevic, ni con moderados como el actual presidente Vojislav Kostunica. Y atrás de Serbia siempre estará el respaldo ruso. Por eso el reciente Foro Económico de San Petersburgo dejó de lado la economía, para advertir que el territorio de Serbia no debe ser amputado.
Una vez más los Balcanes son un punto conflictivo. El territorio donde estalló la guerra de 1912 y dos años después la Primera Guerra Mundial es de nuevo escenario de titánicas pulseadas.
Mientras tanto, Bush encuentra allí lo que sólo encuentra en los países que vivieron el comunismo: la escena donde las multitudes lo ovacionan, en lugar de repudiar su presencia.

jueves, 8 de septiembre de 2011

El retorno, con todas las letras, del antisemitismo en Europa. Por Guy Millière

El retorno, con todas las letras, del Antisemitismo en Europa

El 19 de abril, la sinagoga de Corfú, en Grecia, fue incendiada. ¿Cuántos judíos viven hoy en Corfú? Ciento cincuenta. ¿Cuántos judíos viven en Grecia? Ocho mil, o alrededor del 0,8% de la población. Para algunos, parece que estas cifras son aún demasiado altas. Dos otras sinagogas fueron incendiadas en Grecia durante el año pasado. Pintadas antisemitas en las paredes están extendiéndose por todo el país.Lo que ha ocurrido en Grecia está ocurriendo en todas partes en el continente europeo.Durante la última década, sinagogas fueron saqueadas o incendiadas en Polonia, Suecia, Hungría, Francia. Inscripciones antisemitas se están realizando en muros de edificios en París, Madrid, Amsterdam, Londres, Berlín y Roma. Cementerios judíos están siendo saqueados. Judíos están siendo atacados en las calles de la mayoría de las ciudades más importantes del continente. En los Países Bajos, la policía usa “judíos señuelo” con el objeto de intentar arrestar a los perpetradores con las manos en la masa. Escuelas judías están bajo protección policial en todas partes, y suelen estar equipadas con puertas de seguridad. Los niños judíos, en las escuelas secundarias públicas, son intimidados; cuando los padres se quejan, se los anima a elegir otro lugar de enseñanza para sus hijos. En algunas ciudades como Malmö, Suecia, o Roubaix, Francia, la persecución sufrida por la comunidad judía ha llegado a tal grado que la gente está vendiendo sus casas a cualquier precio y se van. Los que se quedan tienen la constante sensación de que están arriesgando sus vidas: deben estar muy espabilados y no llevar ningún signo que demuestre lo que son. En 1990, vivían aproximadamente 2.000 judíos en Malmö, ahora hay menos de 700, y el número está disminuyendo cada año.De hecho, ahora los judíos tienen que estar espabilados en todos los países europeos: hombres que llevan una kipá, suelen esconderla debajo de un sombrero o una gorra. Los propietarios de restaurantes kosher ubicados sobre avenidas donde se organizan protestas, cierran sus establecimientos antes de la llegada de los participantes - incluso si la protesta es sobre salarios o la edad de jubilación. Saben muy bien que, entre los manifestantes, siempre habrá algunos que expresen su rabia ante el espectáculo de un nombre judío o una estrella de David en el frente del negocio. En París, el Día del Trabajo, 1° de mayo, delante de un café judío en la avenida de la República, varios cientos de manifestantes se detuvieron y comenzaron a abuchear “judíos” y “sionistas”. Un hombre que salía del café fue asaltado hasta que los agentes de policía llegaron al lugar.Hace unas semanas, en Noruega, cuando a Alan Dershowitz se le prohibió dar conferencias sobre el conflicto de Medio Oriente, los profesores que apoyaron la prohibición, utilizaron estereotipos antisemitas en sus comentarios. Lo que le pasó a él es ahora lugar común. En muchas universidades de Europa, dar conferencias sobre cultura judía se ha convertido en un riesgo, y dar conferencias sobre Israel en cualquier lugar - sin ser claramente “pro-palestino” - es aún más arriesgado, o imposible: Una vez que el evento es anunciado, los organizadores y los conferencistas, inmediatamente, reciben explícitas amenazas de muerte, por correo o por Internet. El día en que la conferencia se lleva a cabo, “anti-sionistas” organizan violentas protestas, tratan de evitar que la gente entre a la sala, y atacan físicamente a los conferencistas. La única manera de evitar este tipo de situación es la de organizar la conferencia solamente por invitación, sin anuncios.Después de la Segunda Guerra Mundial, el antisemitismo pareció desaparecer de Europa. Está de vuelta, en un grado muy inquietante.Aunque no es exactamente el mismo antisemitismo que el de la década de 1930, no es completamente diferente.Es un antisemitismo que se ha extendido en la población musulmana que se asentó en Europa, y sería fácil pensar que es estrictamente un fenómeno islámico, pero el anti-semitismo, tal como existe hoy en el mundo musulmán, fue fuertemente influenciado por el viejo antisemitismo europeo. Y lo que los inmigrantes musulmanes traen consigo, fácilmente puede encontrar resonancias en las poblaciones europeas no musulmanas. Ejemplares del fraudulento Protocolos de los Sabios de Sión, en árabe, se venden en las librerías islámicas de un extremo al otro del continente, y también circulan, abundantemente, nuevamente en muchos idiomas europeos, bajo la mesa o por Internet.También es un antisemitismo que le permite a la extrema derecha reiterar su rechazo al “cosmopolitismo” - un adjetivo que en el continente europeo siempre ha sido utilizado para señalar a los judíos - en un contexto en el que, debido a la declinación económica europea, las tensiones nacionalistas y el aislamiento suenan cada vez más seductores. Se trata de un antisemitismo que la izquierda no quiere combatir, porque para ella, los musulmanes están oprimidos, y la izquierda está siempre del lado de aquellos a los que define como oprimidos, sea o no que la opresión se deba a los terribles gobiernos dentro de esos países, o sean el chivo expiatorio de algún otro. Los movimientos antiracistas europeos dicen que están muy preocupados por “el racismo islamófobo”, pero son totalmente reacios a discutir el antisemitismo en las poblaciones musulmanas.El nuevo antisemitismo actual, ahora se suma al de viejo tipo, la demonización del Estado de Israel. El punto de vista islámico de Israel es ahora el punto de vista dominante acerca de Israel en Europa. La idea de que Israel es una “potencia colonial” que le ha “robado” su tierra a su pueblo, y que es un “estado artificial”, a pesar de que los judíos han estado en esa tierra durante tres mil años - y a pesar de que muchos estados en la zona, tales como Jordania, Libia e Irak, son aún más ilegítimos, con sus fronteras dibujadas sobre papel por los británicos en la década de 1920 - es un lugar común entre los periodistas.El odio hacia Israel es ahora el sentimiento más ampliamente compartido entre los europeos, cualquiera sea su lugar en el espectro político. Ahora es a través del odio hacia Israel, que el odio a los judíos como molestos “alborotadores” se puede expresar nuevamente.Las poblaciones musulmanas europeas odian a Israel y buscan su destrucción. Las personas europea no musulmanas, parecen pensar que si Israel no existiera, las tensiones con los musulmanes serían menores, y le atribuyen a Israel toda la responsabilidad por las tensiones, a pesar de que, dado que la mayoría de los judíos han huido de los países de Medio Oriente, ahora son los coptos cristianos en Egipto y los asirios cristianos en Irak los que están siendo atacados por las turbas islámicas. Como el refrán árabe dice, "Primero la gente del sábado, después la gente el domingo".Como Israel es un estado judío, a los judíos europeos se les pide que sean “buenos europeos”, y que repudien a Israel. Si se niegan, o peor, si dicen que todavía apoyan a Israel, son considerados indignos de confianza.En la década de 1930, los judíos fueron acusados de no ser miembros completos del país donde vivían. Hoy en día, la misma crítica se levanta en una forma ligeramente diferente: Los judíos son acusados de la existencia de un estado judío, y son sospechosos de estar demasiado ligados a ese estado como para ser miembros completos del país donde viven.Más profundamente, los judíos de Europa pueden sentir que si los europeos pudieran pintar a los judíos como los malos, entonces, tal vez, lo que sus padres y abuelos les hicieron a ellos durante la Segunda Guerra Mundial no sería realmente tan malo después de todo; incluso se podría decir que se merecían lo que recibieron. Como lo dijeron algunos escandinavos, Los judíos mataron a Cristo; por lo menos los musulmanes no lo hicieron.El antisemitismo de la década de 1930 llevó al Holocausto, que llevó a los judíos a huir a Israel, el único país que los acogería y no permitiría que barcos cargados de judíos huyendo, se hundiera en el mar. Ahora, el antisemitismo europeo acusa a los judíos de la existencia de Israel, y de recordarles sobre el Holocausto, recordándolo ellos mismos. Mientras tanto, un creciente número de europeos parece bastante preparado para otro Holocausto: uno que sería la aniquilación de Israel.Si sacrificar a Israel permitiera que los europeos no musulmanes vean desaparecer la ira musulmana, estarían dispuestos a hacer el sacrificio inmediatamente. Si, con el fin de aceptar el sacrificio con la conciencia tranquila, los europeos no musulmanes tuvieran que caricaturizar innoblemente a Israel, lo harían – y lo hacen. Caricaturas anti-Israel llenan los diarios europeos desde Londres hasta España, e incluso reciben premios. El ejército israelí es comparado en los medios de comunicación europeos, a menudo, con el ejército nazi. La comparación juega plenamente su papel: si los judíos son los nazis de hoy, significa que los europeos le hicieron un favor al mundo al asesinar a seis millones de ellos, y que los europeos no son realmente culpables.Si Israel puede ser retratado como un estado nazi, su destrucción es aceptable, incluso puede ser legítima, tal vez incluso deseable. El hecho que "Mein Kampf" sea un best seller en los territorios palestinos y en la mayoría de los países del mundo musulmán, es dejado totalmente de lado, al igual que el hecho que muchos judíos que viven en Israel son sobrevivientes del Holocausto cometido en Europa hace sesenta y cinco años.Una encuesta realizada el año pasado por la Fundación Friederich Ebert, un think tank alemán vinculado con el Partido Social Demócrata de Alemania, fue elocuente. A la pregunta: “¿Cree usted que los judíos abusan de su condición de víctimas del nazismo?”, Las respuestas positivas alcanzaron proporciones difícilmente imaginables: 72,2% en Polonia, 48% en Alemania, 40,2% en Italia, 32,3% en Francia. Otra pregunta, “¿Entiende usted por qué a la gente no le gustan los judíos?”, generó resultados que se deben enfrentar. Número de respuestas positivas: 55,2% en Polonia, 48,9% en Alemania, 40,2% en Italia. La pregunta no se hizo en Francia. En varias encuestas realizadas en Europa durante la última década, Israel fue identificado como el país más peligroso para la paz mundial, empatado con Irán. La pregunta: “Es usted antisemita” no se hizo en ningún lugar. No tengo ninguna duda de que, si se la hubiera fomulado, aquellos que entienden por qué “a la gente no le gustan los judíos” y que, probablemente, a ellos tampoco les gustan, habrían dicho que no eran antisemitas.Se hizo la pregunta, “¿Cree usted que Israel está llevando a cabo una guerra de exterminio contra los palestinos?”. Las respuestas positivas: 63% en Polonia, 47,7% en Alemania.Moshe Kantor, presidente del Congreso Judío Europeo, consideró la encuesta “muy preocupante. Los gobiernos de Europa y de la Unión Europea", dijo, "harían bien en despertar a este problema antes de que sea demasiado tarde”.
Fuente:hudson-ny.org

miércoles, 7 de septiembre de 2011

A Hamas le sale el dinero por las orejas. Contrautopía



Gaza tiene alrededor de 1.600.000 habitantes. El 70% cobra un sueldo de Hamas. El Fondo Monetario Internacional dice que Gaza crece al 12% año. El PIB de Gaza es de 7 billones de dólares. Hamas tiene tanto dinero que se ha quedado con el mercado inmobiliario de la costa, cuya burbuja es de más del 300%. Además, están construyendo hoteles de lujo, centros comerciales, campos de golf, etc.
El dinero entra en la Franja a paletadas proveniente de países árabes, pero también de la UE (todo el sistema eléctrico de la Franja lo pagamos los europeos), la ONU y todo tipo de organizaciones (que pagan en su totalidad el sistema sanitario y educativo).
Hay más de 800 túneles que conectan Gaza con Egipto. Por ellos transitan más de 900 millones de dólares al año, procedentes de Europa y los países del Golfo. Hamas recibe de Irán más de 200 millones de dólares al año. Se dedica fundamentalmente a la compra de armas. Los misiles que lanzan sobre las ciudades del sur de Israel son de fabricación iraní. Tienen un radio de acción de 60 kilómetros. Un millón de ciudadanos de Israel están a su alcance, entre ellos los de Tel Aviv.
Hamas exprime a los palestinos como un limón. Solo en impuestos, saca casi 300 millones de dólares al año. Una enorme cantidad de dinero sale también del contrabando. En 2006 el presupuesto público de Hamas fue de 40 millones de dólares. El de 2010 fue de 540 millones. Todo este dinero se gestiona a través del Hamas Islamic National Bank y del Gaza Postal Bank.
Mientras tanto, se sigue hablando del bloqueo israelí. No hay mayor ciego que el que no quiere ver.




3/5/2001