martes, 3 de agosto de 2010

Demoledor

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De: Lucia Cavicchioli (lucavicchioli@gmail.com)
Enviado: viernes, 26 de septiembre de 2008 06:56:52 a.m.
Para: Luis Thonis (luisthonis@hotmail.com)

Acerca de Una generaciòn de granito.


Luis, gracias por mandarme tu ensayo, en principio quiero decirte que es excelente, pero prefiero hacerte un comentario más profundo, espero que me tengas paciencia. En primer lugar, creo que tocaste un punto central, que es el problema de la "superioridad moral" de la izquierda que continua utilizando los mismos argumentos sin ningún pudor. Aunque no coincido en llamarla izquierda compasiva para mí es darle un calificativo que no tiene, principalmente porque ha despersonalizado a los fufrientes, no hay ningún co-padecimiento de su parte (lucy la profe). Como lo has demostrado, sin lugar a dudas, en cada párrafo esa superioridad moral no tiene fundamento, se ha fundado sobre escombros y cadáveres. El capital simbólico de la izquierda se sostiene en función de lo que llamás el "estado universitario global" y que tiene sus simpantizantes en otros grupos sociales que se limitan sólo a leer los diarios, entre otros panfletos sin mucha información. El problema es que esos tipos son protangonista del mundo universitario e imponen sus ideas a jóvenes con cero información, y ese cuento se convierte el juego del teléfono descompuesto, aunque con graves consecuencias.
Hay que admitir que lo que podríamos denominar "derecha" en Argentina es de lo más patética y lamentable, sobre todo cuando intentan explicar esa época. Ahora, criticar a la izquierda para la izquierda significa ser de derecha, y ahí veo el otro problema: el de la descalificación inmediata. De todas maneras, para quién lea tu ensayo nada podrá pasar desapercibido, como loco o como genio, les arrancaste una vez más el disfraz.
Sigo más tarde, un beso, Lucy

1 comentario:

Carlos Suchowolski dijo...

Espero poder leer el ensayo de Luis alguna vez, especialmente por las ideas que estarán allí en general, pero también por enterarme de lo que dejé en ese país "de m..." hace unos 35 años sin saber de él más de lo que creía saber desde la óptica del tercermundismo y luego de la absoluta desepción. Por eso me fui: en busca de las condiciones ideales para la justicia mesiánica en la que creía, o sea, en el capitalismo puro, de derechas puras... Dejé ese país porque concluí que allí no podría haber futuro socialista, y por ello que tampoco podía haber presente capitalista. Ahora las cosas tienen una lectura mía que no es "opuesta" sino complemente distinta, tal vez, por fin, realista (hay que ser realista para poder ver el carácter artificial de la realidad, que no onírico ni ilusorio). Tal vez ahora sea el momento de rellenar las lagunas. Y eso supongo que me lo podría proveer el ensayo de Luis por lo que parece.
Un saludo.