lunes, 4 de abril de 2011

El premio a Hugo Chávez y las técnicas de Mein Kampf. Por Luis Thonis




“Comulgando en público terminé con la guerra de la Vendée; haciéndome pasar por musulmán me establecí en Egipto; con dos o tres declaraciones papistas me ganaré a todos los curas de Italia”.



Napoleón






“Todo en el Estado, nada fuera del Estado”.



Mussolini



"Es más difícil, dice Montesquieu, sacar un pueblo de la servidumbre, que subyugar uno libre. Esta verdad está comprobada por los anales de todos los tiempos, que nos muestran las más de las naciones libres, sometidas al yugo, y muy pocas de las esclavas recobrar su libertad. A pesar de este convencimiento, los meridionales de este continente han manifestado el conato de conseguir instituciones liberales, y aun perfectas; sin duda, por efecto del instinto que tienen todos los hombres de aspirar a su mejor felicidad posible; la que se alcanza infaliblemente en las sociedades civiles, cuando ellas están fundadas sobre las bases de la justicia, de la libertad y de la igualdad. Pero ¿seremos nosotros capaces de mantener en su verdadero equilibrio la difícil carga de una República?







Simón Bolívar, Carta de Jamaica, Kingston, 6 de septiembre de 1815













El grotesco premio a Hugo Chávez a fines de marzo como adalid de la comunicación popular olvidó citar como referencia la política de medios de Mussolini, el creador del socialismo nacional, y las dictaduras comunistas de la cual se enorgullece de ser el heredero y nada menos que injuriando con su tono gansteril el nombre de Bolívar, defensor del derecho natural y el contrato social, un hijo de la Ilustración cuyo autor predilecto era Montesquieu, uno de los mayores pensadores políticos de los beneficios de la separación de poderes.



Tuvo el apoyo del gobierno nacional y además de funcionarios oficiales contó con la presencia de Fernando Esteche, líder de la "tolerante" agrupación Quebracho, Hebe de Bonafini, el embajador de Irán, para quien Chávez pidió una ovación, la piquetera Milagros Sala, y Estela de Carlotto, recordada cuando repudió a la valiente Hilda Molina cuando en junio de 2009 el régimen de La Habana la autorizó a visitar a sus familiares después de quince años y contestó la pregunta de por qué lo acudió a las Madres de Plaza de Mayo: "Ellas (las Madres) sufrieron la persecución de una dictadura, y sin embargo reverencian otras dictaduras, como la que hay en Cuba, que es una dictadura de izquierda, mientras que la que hubo aquí fue de derecha".


Carlotto le aconsejó limitarse a visitar a su familia y no hacer política, es decir, no hacer críticas a la "sagrada" revolución cubana, algo bastante curioso dado que asistió al largo discurso de Chávez en La Plata que fue una apología de la censura sumado a la apología del genocidio de las vivas a Kadafi.


Parece que el ex fiscal de la Junta, el valiente Julio César Strassera tenía razón al hablar del uso político de los derechos humanos. Eso le valió la difamación por parte de servidores todo terreno del gobierno de ser considerado cómplice de la dictadura. Que Carlotto tenga un nieto desaparecido o que luche por la recuperación de bebés- a los hijos de la directora de Clarín lo único que falta es que le inyecten el ADN que andan buscando de prepo- no la legitima para blanquear la decena de miles de crímenes de la dictadura de Castro a lo largo de más de medio siglo.



¿Cómo alguien como Carlotto que luchó por el reconocimiento de los desaparecidos se traga los sapos de Castro, Irán y Kadafi como defensores de los oprimidos? No es la primera vez en la historia que el poder sublime de la Ideología deja al sujeto sordo, ciego y mudo y tanto más cuando se la suma a la elite de empresarios privilegiados, propio del capitalismo de amigos K.



En cuanto a Hebe de Bonafini se recuerda que luego de los hechos sagrientos de La Tablada comparó a Alfonsín con Videla, maldijo a Juan Pablo II cuando murió "deseándole que se pudra en el infierno", elogió más de una vez a los "compañeros de las Farc", nunca ocultó sus simpatías por el ETA, festejó el atentado a las Torres Gemelas porque sus víctimas eran "norteamericanos ricos" y tiene como Gran Madre de los revolucionarios- fascistas- al presidente iraní Ahmanidejad que gobierna mediante el terror. No es extraño que vive a Kadafi. El común denominador a grupos o líderes tan distintos es el odio convertido en programa político.




Nada mejor lo expresa cuando en enero de 2008 como protesta ante aproximadamente un millón de dólares que reclamaba al gobierno de la ciudad para la construcción de viviendas Bonafini improvisó una letrina en la Sagrada Catedral para defecar y probalemente demostrar que también tiene algo de humano. Ofendió así gratuitamente a millones de católicos, muchos de los cuales adhirieron a su lucha contra la dictadura.




Nadie dijo nada, salvo el rabino que se preguntó qué hubiera sucedido si tal profanación hubiera sido en una sinagoga o una mezquita. El odio, el nuevo Templo y los millones. Esto da cuenta de por qué al volverse un apósito de la burguesía prebendaria- una empresaria más, como pueden serlo Cristóbal López o Lázaro Báez- haya olvidado que los K apoyaron a Luder que confirmaba en su plataforma lisa y llanamente la autoanmistía de los militares. Hay que decir que hijos de desaparecidos como Victoria Donda no aprueban estos métodos y han salido en defensa del Estado de Derecho.




En Abril de 2010, Hebe de Bonafini hizo un simulacro de juicio popular a periodistas acusados de apoyar a la dictadura militar, siguiendo el modelo cubano: los acusados no tenían ningún abogado. Una de las imputadas fue Magdalena Ruiz Guiñazú que de recordada participación en la Conadep, cuando las papas quemaban. A modo de defensa, Magdalena difundió por la radio un reportaje que le hizo a Hebe de Bonafini en febrero de 1984, en la que la presidenta de la asociación le agradeció por haber sido "la primera mujer" en mencionar a las Madres por la radio. Hebe de Bonafini se atribuye la representación de todas las Madres, pero eso también es falso: la agrupación de las Madres de Plaza de Mayo en Santa Fe, cuestionó el "juicio ético" y acusó a Néstor Kirchner de "no haber ido nunca a la Plaza de Mayo a reclamar por los desaparecidos" o a tomar las denuncias a la Comisión de Derechos humanos de la OEA, enviada por Carter que salvó miles de vidas. Recientemente Juan Pablo Feimann difundió una carta que Kirchner le escribió donde le pedía sumisión total. Le contestó que era su servidor pero que a Página 12- diario financiado por el Estado, es decir, por todos- tenía que hacer algunas críticas para ganarse a la clase media. Es decir, el absolutismo santacruceño de Kirchner llegaba a punto a no estar satisfecho con los oficios de Feimann. La pregunta que queda picando es demasiado obvia: ¿porqué Kirchner no fogoneó a Feimann para que atacara con mayor crudeza al menemismo? Era el menemismo y tal es así que el Estado se financia con impuestos cavallistas como el del cheque, una de las mayores aberraciones económicas que se conozca.



A Cristina no le gusta el pañuelo blanco en la cabeza, no pinta estilo Louis Vouitton, pero cuando menos podía haber presentado algún modesto habeas corpus. Nada: los K estaban haciéndose millonarios en Santa Cruz, quedándose con propiedades de gente pobre gracias a la 1050 de Martínez de Hoz porque "para hacer política se necesita platita". Nunca hubo por parte de los K la menor crítica a la dictadura como tampoco al menemismo del que fueron los primeros ases- privatización de YPF y posterior desaparición de más de seisientos millones de dólares y apoyo a la reforma de la relección del riojano, que ahora se ha vuelto a aliar a ellos en las elecciones de la provincia. También con Ramón Saadi en Catarmarca. Su gobernadora declaró que el crimen de María Soledad fue un invento de los medios. Saadi, en el momento en que se votó la ley de medios declaró que de haber existido dicha ley no hubiera habido tanto escándalo por uno de los crímenes más aberrantes que se reconoce en la historia. Hay que recordarlo porque no se contentan con no ir a la cárcel sino que mediante la extorsión se han hecho una clonación a medida de sus consumidores universitarios.




Recordemos que la propaganda oficial se las arregló para convertir a Julio César Strasser o a luchadoras como Magdalena en cómplices de la dictadura y transfigurar a los millonarios santacruceños en ex combatientes. Incluso convertir a Moyano- acusado tiempo antes por Hebe de Bonafini de militar en la ultraderecha marplatense - en uno de los líderes de esta armada Brancaleone, cediéndole la caja de las obras sociales desde hace ocho años a partir de lo cual su fortuna creció exponencialmente. Ahora Moyano ya no usa sólo los camiones para patotear a que los intendentes le paguen sobreprecios- ¿acaso sólo De Vido tiene derecho?- sino que lo vuelve contra la Rosada con el objeto de compatir del poder.



Seremos espectadores rehenes de una guerra de dos mafias lideradas por multimillonarios que se han vuelto tales por su trabajo específico que ha sido lucrar desde el Estado, mejor dicho, de un estado dentro del estado que es el signo para Alberdi del latrocinio.




Adviértase el juego de la burguesía prebendaria, de la patria contratista que en esta etapa factura millones a través de la estafa que permiten los sobreprecios gracias a los superpoderes, es decir, sin control del Congreso. Eso, aunque no se note, también es fascismo. Son partidas millonarias con los cuales se podía haber hecho un programa hambre cero como en Brasil. Son siempre los mismos personajes que se van travistiendo. Ayer Moyano se había convertido en amigo pero hoy ya no lo es tanto.




Ayer Duhalde era un "prócer" según Felipe Pigna, y el demonio era Menen en tanto Duhalde se convirtió en Padrino primero y luego en autor de todos los males que sufre la Argentina, incluso se le atribuyó el asesinato de Mariano Ferreyra para encubrir a Pedraza, aliado al gobierno y que asombró por su departamento en Puerto Madero. Si alguien no ve el fascismo es porque no quiere hacerlo. Ni bien perdieron las elecciones de 2009, Clarín dejó de ser el gran diario argentino con cuyo Ceo compartían rituales asados, para convertirse en una empresa calificada en términos más demonológicos que jurídicos.




El Kircherismo es la Santa Soja más derechos humanos tuertos combinados con prácticas fascistas, concentrados en una época y en determinada clase de personas. Los militares y soldados que murieron defendiendo el gobierno constitucional fueron borrados de la memoria colectiva. El 24 de marzo de 1976 es su año cero. Antes no existió nada, López Rega quedó en el olvido, también sus amigos, sólo se apeló a Osvaldo Papaleo como testigo fidedigno en el caso Clarín. Antes del 76, vivíamos en un paraíso popular, el que por otra parte dio lugar a la primera hiperinflación de la Argentina. Argentina a diferencia de las democracias habitables de la región- Chile, Brasil, Uruguay- no tiene moneda y la emisión irresponsable continúa. No hay política alguna para los temas importanes, considerados inexistentes o superfluos: la inflación, el narcotráfico, el federalismo, el hecho de que se pagen impuestos propios de Suecia para recibir precarios servicios.




Es propio de nuestra burguesía prebendaria- que necesita para sus sobreprecios de la memoria de los que asesinó- y sus representantes usar los patrimonios públicos como bienes personales y financiarse mediante sutiles formas de expropiación de las mayorías, la inflación es sólo una de ellas. Esto se extiende al dominio de los hechos y a los usos y abusos de la historia, la biografía oficial de los K ha sido maquillada de pies a cabeza presentándolos como lo contrario de lo que fueron: dos ladrones de siete suelas. La purificación de su billetera que no se cansó de comprar voluntades a diestra y a siniestra incluyó a las instituciones- el consejo de la magistratura, la Auditoría general de la Nación, el INDEC- a sus bienes personales y convirtió en bufones alcahuetes a intelectuales antes respetables.



Todos justificaron la teoría fascista de Chávez: los medios de comunicación no dependientes del Estado conforman según él una dictadura de clase. No es casual que esto haga causa con los ataques al parlamento y a la independencia de los jueces como en los tiempos dorados del fascismo que el comunismo supo continuar y perfeccionar en crimen masivo. Aunque hoy sean indiscernibles. Las derrotas históricas que sufrieron fueron aproximando a esos hermanos antípodas y gemelos a través de una historia convertida mito y con la misma ambición de perpetuarse para siempre en el poder. Ya no se sabía si el 24 de marzo era un día de duelo- eso debía ser, un día de reflexión con la bandera a media asta como sucede en todos los países que respetan y no usan sus muertos - o de fiesta popular. A Michelle Bachelet la dictadura de Pinochet le mató el padre, Pepe Mujica y Dilma Rouseff fueron guerrilleros. En ningún caso utilizaron su pasado ni hicieron un uso político de los derechos humanos, limitándose a juzgar a los culpables.



No es cierto que las víctimas de la dictadura sean sólo peronistas, o mejor dicho, exclusivamente montoneros cuyas direcciones traicionaron de manera siniestra a los jóvenes que tomaron las armas y, por otra parte, empujaron al golpe para agudizar las contradicciones. El día más aciago de la historia argentina y la década más sombría y criminal se ha estratificado en las mentes de granito que promueve el oficialismo sin el asomo de la menor crítica. A veces se cree escuchar el "vamos ganando" de los tiempos de Malvinas. Basta con recordar el asesinato de Mor Roig entre cientos de hechos aberrantes, celebrada a viva voz por la horda en la Universidad de entonces, por parte de la guerrilla para que el hechizo se deshaga.



Ahora se ha tranformado en un Día de Odio- el que Orwell anticipó en 1984- contra los periodistas mediante un montaje neofascita y por parte de un gobierno que tiene aliados impresentables que adhirieron con todas las letras a la dictadura. En el Palais de Glace el juego electrónico de"golpear al gorila" incita y promueve el odio entre los niños violando expresamente el pacto de Costa Rica. Está demás decir que los "gorilas" no son quienes ensangrentaron Plaza de mayo en el bombardeo de junio de 1955 sino cualquier hijo de vecino que disienta del gobierno, incluyendo a peronistas de toda la vida. Es insultar a las víctimas de ese acto criminal.



Hubo una injusticia: la rectora, Florencia Saintout, ya ha hecho demasiados méritos como ganarse el Premio a la Verguenza nacional. Pero tarde o temprando el reconocimiento llegará por haber estado a la vanguardia de una cultura que programa al ciudadano como sujeto manipulable por la demagogia y la mentira. Para quien abrigue alguna sospecha de esta farsa yo propondría como lectura optativa un libro perpetuamente peligroso para la ilusión castrotercermundista: Retrato de Familia con Fidel de Carlos Franqui, director de Revolución en los primeros años del proceso cubano, para ver como los sujetos van siendo sometidos por todo tipo de intimidaciones hasta derivar en la Seguridad del Estado que puede asesinar o encarcelar a puro arbitrio a cualquiera que le resulte sospechoso.



El fascismo actual apunta a prescindir de las instituciones republicanas- de la separación de poderes- pero no del espectáculo reducido a unas cuantas consignas. Confunde a los ciudadanos con una plebe amorfa al que se le puede vender cualquier buzón. Lo que queda fuera de lo definido como nacional y popular, la plebe, queda estigmatizada como antipueblo. Lo que se exalta es el derecho a mentir como política de Estado y a mentirse a sí mismo. Quieren un perpetuo Día del Populacho según Joyce.



La multitud es siempre inferior al individuo y cuando el error se hace colectivo adquiere la fuerza de una verdad, decía Le Bon. Pero la demagogia ya no proviene sólo del Orador que magistralmente pone en escena el cuento de Chéjov que enuncia lo contrario de lo que piensa sino de una jauría de propagandistas a sueldo que tervigersan las informaciones y los datos más elementales para manipular a los plebeyos. Este modelo es el de la comunicación popular chavista, voces al servicio de una boliburguesía sostenida por los precios del petróleo con refinerías en Estados Unidos, su mayor comprador de oro negro. Una dictadura de clase precisamente convertida en nueva oligarquía. ¿No decía Marx que la burguesía conducía al populismo que llamaba bonapartismo? La boligurguesía chavista se basa en técnicas fascistas de propaganda y la burguesía prebendaria argentina en su vanguardia está en ese camino.



Hitler en Mein Kampf, el libro fundante del nacional socialismo y uno de los mayores clásicos del antisemitismo, analizó detenidamente estas técnicas de corte populista: " La « primera de todas las condiciones necesarias para no importa que propaganda en general » es « la posición sistemáticamente unilateral respecto de toda cuestión tratada ». Eso define el « objetivo de la propaganda »: no consiste en, por ejemplo, en« dosificar en buen derecho a los diversos partidos », es « señalar exclusivamente el del partido que se representa ». Se trata de provocar un compromiso general, de alimentar el fanatismo: « Quienquiera ganarse a la masa debe conocer la llave que abre la puerta de su corazón. Aquí la objetividad es debilidad, la voluntad es la fuerza".



La subestimación de las masas es el apriori de su teoría: " « Toda propaganda debe ser popular y colocar su nivel espiritual en el límite de las facultades de asimilación más limitado entre aquellos a que debe dirigirse. En estas condiciones, su nivel espiritual debe ser situado tanto más bajo cuando la masa de hombres a alcanzar sea numerosa. (...) La facultad de asimilación de la gran masa no es sino muy restringida, su entendimiento pequeño, por el contrario, su falta de memoria es muy grande". Recomienda valerse " a golpes de fórmulas estereotipadas tanto tiempo como se pueda, para que el último de los auditores sea capaz de captar la idea".
















La falta de memoria en las masas, comprueba, es muy grande: de aquí parte Hitler para victimizar a la nación Alemana y sostener su teoría del complot, sea por parte del Tratado de Versalles que humilló a su patria, sea por la banca judía que sigue conspirando contra ella. El exclusivo principio para todo buen alemán debe ser el Judío, seguido por las plutocracias occidentales- el dinero es concebido de modo precapitalista- y el sistema de partidos que culmina en la solución final.



Pierre André Taguieff escribe: " Se notará enseguida que el individuo es celebrado como « fanático » si manifiesta en sus compromisos una loable « energía », de la cual el « cosmopolita » sería por naturaleza privado. Ser fanático, es ser enérgico. Conviene mostrarse fanático si se quiere escapar a la abstemia que afecta a todo defensor del cosmopolitismo. Por este elogio del « fanatismo », Hitler invierte explícitamente el discurso de las Luces, cuyo adversario designado era una mixtura de « superstición » y de « fanatismo."



Los castrotercermunismos, adversos al cosmopolitismo, achacarán todos sus fracasos al imperialismo yanqui, basados en el argumento cierto de las intervenciones norteamericanas en América Latina desde principios del siglo pero aplicadas a cualquier contexto sin ton ni son. La actual política del "Buen vecino " de Roosvelt ha sido reivindicada por Obama en un programa que propone la defensa de los derechos humanos, democracia, desarrollo económico y combate al narcotráfico. Pero Chávez y sus aliados hablan como si estuvieran en la guerra fría y ante una inminente intervención militar. Aquí algunas minorías lo imitan. El espectáculo de "antimperialismo" obliga.



Si se leen los discursos de principios de siglo- el de Figueroa Alcorta en el Centenario que criticando el "materialismo" norteamericano proponía un "sano imperialismo" y obras como el Ariel de Rodó - el libro de cabecera en la infancia del Che- se caerá que el antimperialismo fue al principio una ideología oligárquica basada en el paradigma hispanismo vs anglosajón que se extiende al indigenismo de Eurindia de Ricardo Rojas que considera "nativistas" las revoluciones emancipadoras, negando que se originaron en las ciudades lideradas por criollos cultos. A principios de siglo se disputaba de igual a igual en un "conflicto de civilizaciones" pero a medida que América Latina sumaba guerras intestinas y fracasos institucionales el paradigma fue nacionalizándose en el transcurso del tiempo hasta en la década del treinta llegar a la simpatía con el fascismo y el nazismo.

Brasil hizo un camino inverso: entró en la Segunda Guerra Mundial del lado de los aliados y a su término recibió cuantiosas inversiones que le permitieron completar el proceso de sustitución de importaciones en tanto Argentina quedó convertida en un paria internacional y con una visión del mundo propia de los años cincuenta con afeites setentistas.



El peronismo retomó el pasado hispánico y la reivindicación de Rosas que comparten nacionalistas, fascistas y marxistas, llega a nuestros días aunque haya sido el caudillo más centralista, feudal y sanguinario del siglo XIX. La apología de Rosas tiene como objeto no sólo a los enemigos de su época sino que es un ataque a las instituciones liberales en que los ismos más extremos hacen causa común. A Rosas y no Alberdi que representa un conjunto de hombres que con grandes logros y muchos defectos logró introducir al país en el concierto de las naciones. Se comenzó a idealizar el pasado colonial y se atribuyó todos los fracasos latinoamericanos a la exclusiva culpa de Estados Unidos que le chupaba las venas, sin dar cuenta de cómo unos cuantos muertos de frío que llegaron a Virginia cuando ya en el siglo XVI había grandes universidades en América pudieron convertirse en el sucesores del imperio británico.



No hubo sin embargo una política latinoamericana estratégica- que fuera más allá de las declamaciones- que se opusiera al ascenso de Estados Unidos. Hubo un sólo hombre que lo intentó: Bolívar. Rodeado de caudillos aferrados a sus feudos que esperaban su muerte en la Carta a Jamaica que escribe ante la total incomprensión de sus partidariose de repetir la Campaña Admirable, tomando el camino del destierro hacia Jamaica- Kingston- para luego ir a buscar el apoyo de Inglaterra para que contribuya al ideal de independencia hispanoamericana. En ella demuestra un lúcido escepticismo.



El bolivarismo que se atribuye Chavez tiene tanto que ver con Bolívar como el populismo con San Martín y concentra las tradiciones más degradadas de las tradiciones oligárquicas y de la izquierda. Es un típico aprendiz de dictador bananero, petrolero para el caso. Los parapoliciales controlan la calle, si a dos venezolanos se les ocurre criticar a la autocracia chavista, la pasan muy mal. La libertades se van conculcando de a poco, comienza siempre por la prensa, sigue por las empresas independientes y culmina con que se meten en la propia casa. Lo único que se necesita para que el ideal de Mussolini se realize es no hacer nada. Tanto él como Hitler culpaban de todos los males a enemigos externos que tenían sus representantes en las propias tierras y en cierto modo era cierto: eran ellos mismos, representantes del nacionalismo, la peor de las pestes conocida por la humanidad.



En la Argentina victimizada por Kirchner el gran culpable fue el FMI- del que se habían despedido para siempre y ahora vuelven a convocar- , aunque no se sabe nada de los más de seicientos millones de dólares que recibió de la privatización de YPF ni se explique qué hizo la clase dirigente con las millonadas que pidió- firmando los préstamos- para luego aplaudir obsenamente el default. Los jueces K están obsesionados con los hijos de Herrera de Noble, pero no se asombran para nada de la fantástica declaración jurada de los K que pasó de unos seis millones y pico a más de sesenta y monedas, con posibles cuentas en el exterior, aprobada en un santiamén como un juez funcional a lo que sea como Oyarbide.






El informe citado sobre la censura de Internet en algunos países del mundo fue publicado antes de las rebeliones de Egipto, Túnez y Libia entre otras dictaduras del mundo árabe donde no había medios de comunicación independientes del Estado. A partir de esos hecho los gobiernos autoritarios y las dictaduras han puesto la mira ahí. A esto apuntan Chávez y sus admiradores. Fue anterior a la siniestra Ley de Habilitación mediante la cual Chávez controla Internet, cualquier mensaje crítico puede convertirse en delito contra el estado. La ilusión de democracia se da a través de un ejército de blogeros financiado por poder que maneja la Corte Suprema, tanto que Chávez, como el Supremo, se dio el gusto de encarcelar a la valiente jueza Aufuni desde la televisión.



No cabe duda los medios tienen intereses como el panadero de Adam Smith que no vende el pan por benefactor pero eso es propio de las democracias republicanas, uno de ellos es impedir que todo se concentre en un Leviatán que adueñándose de las haciendas y los mensajes culmina por ser dueño de la vida y de la muerte de sujetos enmudecidos por dos o tres consignas de quien concentra la soberanía.



Quien quiera enterarse de quién es el verdadero Chávez puede leer a Martha Colmenares que comentando sus conexiones con Irán, escribe: "Por supuesto, los temas de lo que ocurre en Venezuela, están todos ellos relacionados con las constantes violaciones a la Constitución, la inseguridad, tenemos en lo que va de Chávez más de 150 mil muertos, más que en Irak, el PIB por el suelo, estamos viviendo un auténtico colapso del caos necesario para Chávez para tapar que tiene a Venezuela derruida y poder decir que es culpa del “imperio yanki”, de los “fascistas”, de nosotros los “escuálidos, los miasmas” como él nos llama."



Vamos por ese camino: ya son varias veces que el Poder Ejecutivo no acata las órdenes de la justicia. Antes del bloqueo a la salida de Clarín la agencia oficial ya daba la noticia. Chávez, usando horas la cadena nacional que excluyó a otros canales y periodistas "gorilas" y no ahorró elogios a Kadafi como figura "revolucionaria y libertaria" y hubo vivas entre los presentes.



En suma: el estado nacional con el dinero de los contribuyentes financió una apología del genocidio que es lo que Kadafi que inició en su contraofensiva contra los "gorilas" libios, masacrando niños y mujeres indiscriminadamente. Los únicos malignos son los que no lo dejaron exterminar para establecer con sus buenos modales la tolerancia y la paz. Recuérdese que ante el pedido de detención en marzo de 2009 de Al Baschir por parte de Moreno Ocampo presionó a Cristina Kirchner al rechazo de la misma, convirtiendo a la Argentina nada menos que en cómplice del mayor genocidio del siglo XXI. Nadie se dio por enterado.



Insisto: se trata de convertir al ciudadano en un zombi definitivo.



Sólo falta que la Universidad de la Plata premie a Fidel Castro como garantía de elecciones democráticas, invitar a Al Baschir o Kim Il Jong a conferenciar sobre la superioridad del crimen de masa sobre el escrache, denunciar que la droga del narcoavión fue cargada en Disneylandia y el crimen de María Soledad fue una fábula inventada los medios.



Que los "antimperialistas" del mundo puedan seguir haciendo gala de su libido dominandi conculcando las libertades más elementales y asesinado a gusto que esperando el tiempo de la buena galleta, Juan Tenorio vendrá a salvarnos cuando vengan por nosotros en este maravilloso carnaval popular que sólo promete violencia y arbitrariedad utilizando la tragedia de hace décadas.



Premiar a Chávez ha sido ante todo un insulto a los ciudadanos argentinos al que tratan como una manada de imbéciles educándolos en la servidumbre voluntaria y la expresión de un poder que se regodea con una futura impunidad mientras de lecciones de moral.






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