martes, 7 de junio de 2011

Un reportaje de Alejandro Margulis a Nora Cortiñas: "Hebe es una canalla total"


Lo que vás a leer es un reportaje de Alejandro Márgulis hecho a Nora Cortiñas, Presidenta de Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora, en el año 2001 (ni siquiera existía Taringa). El reportaje es muy ilustrativo no solo de la relación de ella y otras madres con Hebe, sino además, con el poder político, los presidentes, de parte de una de las mujeres más representativas del movimiento de Madres. En un pasaje de la nota, Nora Coriñas dice: "- Porque Hebe es una canalla total, y una hipócrita. Además de fundamentalista y mesiánica. Y engaña a la gente. El otro día leí en un reportaje que dice que yo me fui porque quería la reparación económica Y en ese año, el 16 de enero de 1986, no estaba éso. Hebe hacía lo que hace ahora: ser la única, no darle ni voz ni voto a ninguna. En ese enero de 1986 iban a haber las primeras elecciones que iban a ser legales y honestas, ella se erigió como presidenta saliente y presidenta propuesta de la Asamblea. " Abajo la nota completa Nora Cortiñas, presidenta de la Asociación Madres de Plaza de Mayo (Línea Fundadora)
“ESTE ES UN DRAMA QUE NO TIENE FIN” por Alejandro Margulis 750) this.width=750" border=0>Con los años, Nora Cortiñas ha ido teniendo cada vez más claro el porqué se llevaron a su hijo. El que no estaba en los grupos de una iglesia de base trabajaba en acciones comunitarias o pertenecía a familias sindicalistas. Las historias coincidían, dice hoy, pero no estaba claro el porqué de esa represión. En la Argentina habíamos tenido muchas dictaduras a las que se llamó Revolución: “era la gran mentira de lo que se propagaba, ¿no es cierto?, que en las familias de los que no éramos muy politizados entraba, ¿no?”. ¿Qué estaba haciendo su hijo? Ayudando en un barrio, haciendo una salita de primeros auxilios. “¿Qué tiene de raro eso?”, se pregunta la presidenta de la Agrupación Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora. ¿Por qué se metió su hijo en “eso”? Eso. “Eso”. No lo dice ella por sí misma sino recodando el modo en que el líder radical Ricardo Balbín se refería, no sin desdén, a cierta clase de militancia que funcionaba por fuera del sistema. ¿Qué era “eso”? “El campo popular”, dice Nora Cortiñas hoy. -Cuando las madres nos fuimos haciendo adultas, en un sentido político, nos fueron quedando las frases de los dirigentes y nos dimos cuenta de que acá hubo una gran represión para callar las voces del pueblo, de quienes luchaban contra el sistema. Empezamos a hilar fino a las respuestas de los políticos. Respuestas como las de Ricardo Balbín, que exactamnente estas palabras que siguen recuerda ella en su oficina de La Plata, y también en la oficina del comité radical: “¿por qué no cuidaron a sus hijos?”. El mismo Balbín, dice Nora Cortiñas ahora, que tenía miedo a viajar en avión pero cuando fue finalmente a España dijo que las madres no tenían que seguir buscando a los hijos porque estaban todos muertos. Si lo sabía tan fehacientemente, le reclamaron ellas a la vuelta, por qué no decía cómo y en qué circunstancias habían muerto. O la frase de Raúl Alfonsín cuando en enero de 1978 aparecieron un centenar de cuerpos flotando desde San Clemente hasta Mar del Plata. Estaba en el Club Naútico de Chascomús, con shorcito y pecho al aire, rodeado de los jóvenes que después iban a formar la Juventud Radical, y ahí les dijo que no, que eran cuerpos de marineros que se habían caído de barcos extranjeros, sin darle la menor importancia. “Arréglenselas, vayan la comisaría de General Lavalle. Ahí les van a saber decir”. O la Iglesia, diciendo que eran marineros borrachos que se habían caído al agua desde los buques orientales... -Fueron respuestas muy terribles, ¿no? De los políticos tuvimos respuestas muy ingratas. O la del Partido Comunista, que no había que ir a la Plaza de Mayor porque Videla era un militar democrático, y que había otros que eran muchos más duros... ¿Siente angustia otra vez al contar esto? Contarlo le hace volver a lamentar que haya habido tanta complicidad. Más que antes siente que la cúpula de todos los partidos políticos, que también a Luder y a Perete recurrieron, no se hacían cargo de que la rebeldía era por la situación del país. Pero no es la angustia de esos días, que salían llorando de aquellas entrevistas, con un dolor profundo por la falta de voluntad de respuestas. Se firmaban solicitadas en las que se pedía “esclarecimiento de la situación de los detenidos-desaparecidos” o “libertad a los presos a disposición del PEN”. Pero lo peor es que habían sido secuestrados y torturados cruelmente, y que estaban encapuchados y obligados a firmar declaraciones inculpándose de cosas que no habían hecho, nada. -Los dirigentes firmaban unas solicitadas, pero eran muy cuidaditas en los términos. Habría que revisar. Pero ahora no, no es esa angustia. Es bronca. Es bronca porque después siguieron con actitudes que, razona ahora, se condicen con las actitudes que dieron luz a las leyes de punto final y obediencia debida; las mismos actitudes que apoyaron los indultos que llegaron después, con Carlos Menem. -El terrorismo de Estado fue un operativo hecho con impunidad, con acciones clandestinas o no pero sabiendo que iban a poder hacerlo. El tiempo demostró que esa impunidad fue avalada por las leyes que sancionó el Congreso, por los ascensos a esos militares. Yo soy muy dura, te lo digo, nadie te va a hacer estas declaraciones. Y no sé si en tu libro les va a gustar a los editores. Yo hace 24 años que estoy en la calle. A mi hijo se lo llevaron el 15 de abril de 1977. Mi hijo era militante de la Juventud Peronista. Había sido montonero. Y tenía la mitad de la carrera de Ciencias Económicas hecha. Estaba casado y tenía un hijo... Suena el teléfono en la sede de la Asociación y la charla se interrumpe. -No, no... Nosotros somos Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora... No lo tenemos... Búsquelo en la guía. Seguro que está... No, está con la línea de Hebe de Bonafini... Nosoros no lo tenemos... Dice Nora Cortiñas y retoma: -¿Sabés que pasa? Como Hebe se comporta con nosotras tan canallescamente, no busco sus números ni tengo ganas de buscarlo. No se lo merece. Porque Hebe es una canalla total, y una hipócrita. Además de fundamentalista y mesiánica. Y engaña a la gente. El otro día leí en un reportaje que dice que yo me fui porque quería la reparación económica Y en ese año, el 16 de enero de 1986, no estaba éso. Hebe hacía lo que hace ahora: ser la única, no darle ni voz ni voto a ninguna. En ese enero de 1986 iban a haber las primeras elecciones que iban a ser legales y honestas, ella se erigió como presidenta saliente y presidenta propuesta de la Asamblea. La suma de poder. Y nosotras nos negamos a participar en esas condiciones. No había permitido que se publicitara que iban a ser esas elecciones, había fraguado un padrón de madres que nadie sabía quiénes eran... Y bueno, nos retiramos. Yo soy cofundadora del Movimiento Madres Plaza de Mayo y de la conformación de la Asociación el 22 de agosto de 1979 y de la Asociación Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora desde 1986. Pero fue en el año 1984 cuando ella, Nora Cortiñas, a título personal, aclara, empezó a ver actitudes muy personalistas en Hebe de Bonafini. O en realidad un poco antes, con la creación de la Conadep. El hecho que le dio la pauta de que la Conadep iba a producir una catarsis, primero, y un cisma como el que después se produjo, fue el suicidio de Alfredo Galletti. Hacia el final de la dictadura militar él -“un socialista de primer agua, muy buen consejero de las Madres, muy lúcido políticamente”, lo define Nora- empezó a tener una depresión muy grande al ver que no había una respuesta sobre qué había pasado con su hija, desaparecida en 1978. Y cuando se creó la Coandep fue a verlas a la calle, si mal no recuerda, Hipólito Yrigoyen, se sentó entre ellas y dijo: -Este es el moño de oro que Alfonsín le pone al drama de los desaparecidos. Algunas madres pensaron que la Conadep iba a traer soluciones, otras no. -Pero la actidud de Hebe fue autoritaria: nosotras no vamos a ir a hacer la denuncia. La postura mía fue que si se rechazaba el ir a hacer la denuncia yo lo iba a acatar, y en ese momento no la hice, aunque la mía entró porque estaba radicada en la APDH (Asamblea Permanente por los Derechos Humanos). No sé si alguna madre la retiró. Ni sé si están los hijos de Hebe en el Nunca Más. Pero Nora Cortiñas recién entró en un estado de gran rechazo hacia Hebe de Bonafini cuando aquella empezó a decir que la habían querido matar, o tirar en una zanja. -A cada una de nosotras nos amenazaron, nos pegaron papeles, pero cuando yo sentí en el ´85 que ella denunció que la habían querido tirar en una zanja a ella y a la hija, adentro mío no le creí. Cuando ella se dio cuenta de que no le creía, y que ya no sentía ningún deseo de apoyar sus posturas me empezó a tratar de una manera muy agresiva y muy despectiva. A mí y a otras, pero yo hablo por mí. Luego, cuando fueron esas elecciones fraudulentas entendí que no me podía quedar ni un día más. Lo mismo sintió cuando Hebe de Bonafini rechazó las exhumaciones o la colocación de placas recordatorias en las universiddes. O cuando en el año 1984 el Congreso votó una ley para que se le diera una subvención a los hijos de los desaparecidos, que Hebe de Bonafini lo denostó. Claro, mientras habían padecido juntas la dictadura militar el enemigo era muy notorio. Con la democracia todo se mostró con claridad. -Aunque pasaron muchos años es una cosa demasiado fresca. Me duele que muchos intelectuales no se den cuenta que quedándose bajo ese paragüas están equivocados. No saben el interior de Hebe. O no la conocen. Y entonces entra en la cuestión de fondo: -Ni siquiera para todas las Madres o todos los familiares la palabra desaparecido quedó grabada. Ya se habla de muerte. O bien porque alguna madre, algún familiar recibió alguna información de como los tiraron al río, o bien porque desde luego fue asesinado. Pero si no hay un respuesta oficial, con una firma que explique cómo, cuándo y quién, sigue desaparecido. Este es un drama que no tiene fin. Que va y viene. Aunque intelectuales, políticos, gente de la iglesia dijera sí, están muertos; se supone que despés de 25 años no van a emerger con vida para contar cómo los mataron. Pero tiene que haber una autoridad que diga qué pasó con cada uno de ellos. Porque está la respuesta, porque tienen la información. Esta es la verdadera historia. Una historia oculta, y de un oscurantismo muy grande, porque los que lo hcieron, los que lo apañaron tienen miedo de la Justicia, y se apañan unos a otros. Cómplices, el modo en que ella denonomina esto es “cómplices”. -Y ya no solo cómplices, partícipes, como Pío Laghi, que entró a los campos de concentración, que se iba a comer y a jugar al tenis con Massera; parece increíble, pero hubieron más de 365 campos de concentración y las altas jerarquías de la iglesia lo sabían... Reconoce por supuesto las excepciones: Monseñor Novak, Devoto, De Nevares... Pero eso no amaina, veinticinco años después, la rabia que Nora Cortiñas tiene.

Fuente: p://www.ayeshalibros.com.ar/anteriores/reportajes/reportajesmadresnoracortinias.htm

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