martes, 22 de noviembre de 2011

Negacionismo histórico. Por el Abate Alain René Arbez.El retorno de Marción.



Miércoles 21 de julio de 2010 – 10 Av 5770

Estaba en Jerusalem en el año 2000, con un grupo de docentes suizos y rumanos al cual presentaba – en el cuadro del Instituto Yad Vashem – las consecuencias catastróficas del anti judaísmo cristiano que llegaba, entre otras cosas, a la Shoah. Invitado, en tanto que cura genovés de pasaje, por el Patriarcca Sabbah a su mesa del Patriarcado Latino, guardo un recuerdo extraño de este momento de intercambio. En el curso del almuerzo, el Patriarca de origen jordano, me dice, como si el recitara la línea del Partido: « Usted sabe, nosotros, Arabes Palestinos, somos descendientes de los apóstoles de Jesús !”
Instintivamente, le respondí: «Señor, no lo comprendo bien. Los Apóstoles de Jesús eran como él hombres del país, de la Judea, del país de los Judíos, o de la Galilea. El primer mensaje apostólico está alimentado de la tradición de Israel del cual se quería la continuidad. Los Árabes, en cuanto a ellos, han venido de Arabia en el momento de la islamización de la región por la espada, pero sobre todo, para la mayor parte, en el principio del siglo XX, cuando los Judíos, al fin de retorno a su tierra ancestral, le han dado valor a la economía local. No entiendo bien el sentido histórico de su propósito » El Patriarca respira: « Pero usted puede leer en las Actas de los Apóstoles, próxima a Pentesostés, entre los pueblos presentes en Jerusalem, había Arabes». « Señor, le dije, los Árabes presentes en Jerusalem, como los Medas y los Persas en cuestión, eran simplemente judíos que venían de esos países mencionados como todos los años a las grandes fiestas de lo peregrinos como a la Pascua judía o como Shavouot. Estas fiestas reunían a todos los Judíos de todos los países de la diáspora, a la manera de una anticipación simbólica del mensaje de Ezequiel, el profeta del retorno del exilio a Jerusalem.”









El Patriarca parece molesto por no tener frente a él a un eclesiástico europeo formateado, es decir, a un interlocutor que hubiese adquirido de entrada la ideología partidaria que desenvolvía habitualmente en sus sermones, y cambia totalmente el tema de la conversación. Pero su secretario, después del almuerzo, me hizo la reflexión siguiente, con un aire reprobador: « Contrariamnente a lo que ud parece pensar, debe saber que Israel no es sino un paréntesis de la historia ! Israel cree que con la fuerza le ganará a los Palestinos. Pero usted verá, en algunas semanas, los acontecimientos les demostrarán lo contrario » (En efecto, poco tiempo después, iban a estallar los choques de la segunda intifada, pretextando la visita de Ariel Sharon a Kottel como motivo de violencia en la calle.).
Desde mi retorno a Génova, hice parte de mis interrogaciones al Cardenal Jean-Marie Lustiger, precisándole que disturbios graves parecían como programados. Asimismo, el arzobispo de París, me respondió simplemente: « Estoy al corriente, la situación es explosiva. ». Este aspecto del pensamiento negacionista(o nega-sionista) del Patriarca (y de numerosos dignatarios árabes cristianos) aparece claramente en una obra publicada tiempo después (« Paz sobre Jerusalem »), un manifesto que elabora una teología palestinista de reemplazo en perfecta contradicción con el pensamiento del Vaticano II pero también con la acción providencial de tres decenios de pontificado de Juan Pablo II al servicio de el vínculo judeo- cristiano..

Como si la situación en Tierra Santa no fuese prioritariamente concernida por la urgencia de restablecer relaciones fraternales entre cristianos y judíos, en el espíritu del siglo primero, antes de las derivas fraticidas y los desaciertos teológicos que han seguido. Si la Iglesia no reacciona con inteligencia y prontitud, es la historia que habrá de juzgar el pensamiento neo marcionista todavía virulento entre los cristianos del Oriente Próximo y ay de más en más infiltrada en las mentalidades occidentales, envalentonada por un antisemitismo musulmán creciente.

Abate Alain René Arbez, Génova(Traducción : Luis Thonis)






Sobre el retorno de Marción:



Hay que pensar las informaciones que da el abate en el contexto de una nueva guerra mundial, en parte desencadenada. La guerra en torno al nombre judío alcanza a los orígenes. Y a un contexto de la guerra de los mundos.



¿A qué se refiere el abate Arbez cuando habla de una teología palestina de sustitución? Se trata de sustituir históricamente y por vía revisionista la Nabqua por la Shoá y esto tiene su base en una guerra del origen: hacer del Dios judío del Antiguo Testamento un principio absoluto del Mal.



Impresiona en su relato cómo las autoridades religiosas dan el visto bueno a la violencia de la segunda intifada y al terrorismo en general. Terminar con el Antiguo Testamento y adecuar el Nuevo incorporando a los árabes- que no eran sino judíos que habitaban la región- a los tiempos bíblicos junto a los cristianos en un universo discursivo limpio de judíos. Aislar a los judíos en los orígenes y apoyar el principio étnico de exclusión palestina que no sólo toca a los judíos sino a los cristianos de Belén. El tema es gravísimo porque tanto Obama, para el cual Jerusalén Este es una "colonia" como el mismo Papa parecen adherir a esta versión tal como lo muestran los discursos pronunciados



En mayo de 1948, Ben Gurion cumple la resolución de la ONU y proclama el Estado de Israel luego de la división de los territorios y eso da lugar a la primera guerra árabe-israelí. Israel derrota a cinco ejércitos de estados árabes- no a los "palestinos"- que comenzaron a victimizarse hablando de la "naqba" (el desastre, en árabe). Hubo una salida en masa de la población árabe y los que se quedaron se convirtieron en árabes judíos. La ocupación jordana de 1948 a 1967 ha sido borrada de la historia. A partir de ahí tenemos las sucesivas guerras de 1967, 1973 y la reciente de 2006 pero también los cientos de atentados donde se trata de crear un hipotético derecho del vencido. La derrota no da derechos y menos cuando los ataques han sido arteros teniendo a la victimización como política donde la propia población es utilizada como carne de cañon y cuando en las cartas se expresa claramente que de lo que se trata es de exterminar a todos los judíos hasta detrás de los árboles.



Occidente no es un bloque consolidado sino que tiene muchas divisiones. Algunos en la Argentina, ilustrada por década por ideólogos de tipo estanilista, ni siquiera están enterados de qué se trata ya que están alienados al contexto de la guerra fría que les hce pensar a EEUU e Israel como imperialistas en tanto que quedan en las sombras los estados totalitarios- China- o semiautoritarios- Rusia y las petromonarquías hoy en crisis, además de las organizaciones hitlero islamitas.
El Papa Benedicto XVI es un ejemplo. En su visita de mayo de 2009 ha bendecido esta política y la mitología con la cual se corresponde :."El muro se ha entrometido en vuestro territorio, separando vecinos y dividiendo familias. Aunque los muros pueden construirse facilmente, sabemos que no permanecen para siempre. Pueden ser derribados". También añadió: "Es del todo necesario quitar los muros construidos alrededor de nuestros corazones, las barreras erigidas contra nuestros vecinos".



Los dichos del Papa olvidan que los "vecinos" son Hamas y la Jihad Islámica entre otras organizaciones terroristas que en sus corazones odian tanto a Israel que no vacilan en sacrificar a su propio pueblo al que someten. Desde que se construyó el muro se evitaron cientos de atentados. Aunque con estilos distintos la Autoridad Palestina como Hamas rechazan de cuajo la existencia de un Estado judío. La entrada de Palestina en la UNESCO no parece ser un signo de paz, si se tiene en cuenta los programas que esa organización hacía para los niños palestinos, que bien podrían ser firmados por Goebells. Los ataques pueden seguir mediante nuevas variantes y la Autoridad Palestina llevar a Israel a los tribunales internacionales si responde a la agresión como si se quisiera hacer ley que tiene que ser el único estado del mundo en aceptar ser bombardeado pasivamente.




Tertuliano fue el Padre de la Iglesia que se encargó de refutar a Marción junto a otros gnósticos que negaban la realidad humana de la naturaleza de Cristo: el debate es sobre la representación del pan por el cuerpo. En Tertuliano la palabra representar tiene el valor de una representación escénica y jurídica que alcanza a la misma imaginación. Tertuliano con gran tacto vislumbra que la "realidad" es producida por la conexión de varias tramas discursivas, entre ellas la dimensión metafórica. Esto es lo que no puede captar Marción: la figuración del pan por el cuerpo y del cuerpo por el pan: " Recibido el pan y distribuido a sus discípulos, lo hizo con su cuerpo, diciendo este es mi cuerpo, esto es, la figura de mi cuerpo" ( De Historia de los dogmas, Juan Rosanas). Tertuliano defendió la libertad y la gracia. Dios por medio de la gracia llama a la promesa hecha a la descendencia de Abraham y mediante la libertad hace al hombre vencedor del diablo. Se trata de cortar de cuajo los vínculos entre los testamentos y dar un estatuto teológico a un pueblo que existió a partir del intento de genocidio de la guerra de los Seis Días. Basta leer la correspondencia entre Walter Benjamin y Sholem que lo invita a vivir en Palestina para darse cuenta que se trataba de una región.








Marción era un griego convertido al cristianismo. Muy rico, ya que era naviero, viajó a Roma entre los años 120 y 130, con la idea de intervenir en la propagación de la fe.
Fue excomulgado por su padre que era obispo de Sínope, luego readmitido a la iglesia de Roma en 139 y declarado hereje y vuelto a ser excomulgado y expulsado de Roma en 144. Su partida fue un duro golpe para las arcas del cristianismo romano.
Tertuliano menciona que al final de su vida se convirtió y prometió hacer volver a la ortodoxia a sus seguidores, tarea que le fue impedida por la muerte.[1] Después de su muerte se extendieron ampliamente sus ideas tanto hacia el este como hacia el oeste. En Oriente su teoría duró hasta el siglo X.
Marción fue un gran adepto de Pablo, y como griego, no entendía que el cristianismo mantuviera una conexión judía. Consideraba que la Versión de los Setenta no era auténtica y carecía de autoridad. Influido por las enseñanzas de los gnósticos, concibió una nueva forma de entender el cristianismo.
Partidario de una cosmología y una teología vertebradas en la contraposición del Dios Bueno, que vive en el cielo supremo y el Dios Justo, que es inferior al anterior. Por ello, rechazó de plano el Antiguo Testamento, pues éste hablaba de un Dios sangriento y vengativo, responsable de los males y las guerras y propuso que el Dios Creador no era el mismo que el Dios padre de Cristo (que es una forma de dualismo). Rechazó el uso del miedo a Dios para imponer la obediencia. Se apoyaba sólo en el amor como sostén de la ética.
Al Dios del Antiguo Testamento se le contrapone la venida de Jesucristo, que ha sustituido la ley por el amor y ha sustraído a las almas humanas al poder del Dios creador.
Escribió un primer canon, en el que sólo incluía los escritos de Pablo, dejando sólo algunas epístolas como auténticas (quitó la de a los Hebreos y las llamadas pastorales) y el Evangelio según san Lucas (sin los dos primeros capítulos). Después de este canon, el cristianismo ortodoxo se dio cuenta de que era necesario organizar la maraña de escritos que se habían producido desde el origen del cristianismo y publicó su propio canon, que llegó a ser lo que hoy conocemos como Nuevo Testamento.
Según un texto antiguo, Marción decía que el Demiurgo robó elementos lumínicos del mundo verdadero, y con ellos creó el universo físico que conocemos. Debido a la creencia generalizada en la proximidad de la parusía, no creía en el matrimonio y entendía que la procreación era una invención del Dios perverso del Antiguo Testamento.
No queda ninguno de su escritos y todo lo que sabemos de él son los escritos de Tertuliano e Ireneo condenándolo. Sin embargo, se tienen noticias de al menos dos textos, uno conocido como Antítesis (contradicciones entre el Antiguo y el Nuevo Testamento), y el otro su versión de la Biblia.(Wikipedia)



La doctrina de Marción puede reducirse a los siguientes puntos
a) Hay dos principios mutuamente independientes, uno bueno y otro malo
b) el malo creo al mundo material y a su demiurgo
c) El dios del Antiguo Testamento, que inspiró a los profetas, no es otro que el demiurgo, justo pero malo.
d) De él todos los males de este mundo tienen origen
e) Pero Dios bueno se compadece de los hombres y les envía a Jesucristo en el cual se manifiesta
Según Tertuliano, Marción no negó la divinidad de Jesucristo, pero su humanidad era sólo aparente. Los gnósticos no fundaron iglesias, pero Marción sí





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