martes, 30 de noviembre de 2010

Dos mujeres, un Estado: el asesinato de Natalia Estemirova.


Dos valientes periodistas rusas fueron asesinadas en medio de la crisis chechena, por investigar violaciones de los derechos humanos en Grozni y las pruebas comprometen seriamente al estado ruso. Los ideólogos, como es costumbre hicieron silencio como todo lo que no encaja en su lecho de Procusto, también la mayoría de los defensores de los derechos humanos. Habría que imaginarse si dos periodistas norteamericanas hubieran tenido la misma suerte en Irak, donde se instauró una democracia a diferencia de Chechenia donde Putin redujo Grozni a un montón de ruinas con bombardeos indiscriminados- el mismo método de la URSS en Kabul durante ocho años, más de un millón de muertos- y gobierna con mano de hierro.

Anna Stepánovna Politkóvskaya (en ruso: Анна Степановна Политковская; Nueva York, 30 de agosto de 1958 - Moscú, 7 de octubre de 2006) fue una periodista y activista por los derechos humanos.
Politkovskaya hizo reportajes sobre la crisis en Chechenia, no le importó que otros que trabajaban por los derechos humanos hubieran sido secuestrados y asesinados.

Se hizo conocida haciendo reportajes sobre Chechenia, donde muchos periodistas y trabajadores humanitarios habían sido secuestrados o asesinados.Se la intentó envenenar camino a Beslán, pero sobrevivió y continuó informando. Escribió varios libros tanto sobre las guerras de Chechenia como sobre la Rusia de Putin y recibió numerosos premios internacionales por su trabajo.
Murió tiroteada en el ascensor del edificio de su apartamento en Moscú el 7 de octubre de 2006.
Este asesinato no causó la conmoción que hubiera tenido si una periodista denunciaba torturas en Irak y aparecía muerta: el escándalo se hubiera globalizado por justificados motivos. Cuando se hicieron públicas torturas, los responsables fueron severamente juzgados y la prensa norteamericana abundó en críticas de todo tipo. La prensa en Rusia está presionada. Parece que la Federación no se hace cargo de esas muertes, los jueces- pilares de una democracia- son intimidados y peligra el derecho de reunión.
Pero nadie tiene la menor idea de los hechos, o los subestima. Los mitómanos como y no dicen una palabra, tampoco los ideólogos que reducen la guerra a Estados Unidos y un fantasmal mundo árabe.
Tampoco se habla del más reciente asesinato de Natalia Estemirova,activista rusa en derechos humanos,asesinada el 15 de julio de 2009.
De ningún modo hay que entender que con esto se intenta justificar los espantosos atentados del terrorismo checheno que han recrudecido tras la paz del 2009.

Estemirova había nacido en en Sverdlovsk Óblast,Rusia. Sus padres eran chechenos.
Se graduó en historia en la Universidad de Grozni y enseñó historia en una escuela secundaria local hasta 1998.
En 1991, trabajó como corresponsal para el periódico local "La Voz del trabajador" en Grozny. Mientras trabajaba en la televisión en Grozni, filmó trece documentales cortos sobre las víctimas de las prácticas punitivas en Rusia. Participó en la Organización por los presos en campos de concentración como secretaria de prensa. Siendo viuda de un policía checheno, reunió datos sobre violaciónes a los derechos humanos desde el comienzo de la segunda guerra de Chechenia en 1999, dejando a su hija en Ekaterimburgo con sus familiares. En el año 2000, se convirtió en representante por Movimiento de Derechos Humanos en su nativo Grozni. Visitó muchos hospitales en Chechenia e Ingushetia, filmando a los niños víctimas de la guerra y mostrándolos en cientos de fotografías.

Recibió el Premio Right Livelihood en una ceremonia en el edificio del parlamento sueco en 2004. Junto con Sergey Kovalyov, presidente de Memorial, fue galardonada con el Medalla Robert Schuman del Grupo del Partido Popular Europeo en 2005. En octubre de 2007, fue galardonada con el primer Premio Anna Politkovskaya por llegar a todas las mujeres durante la guerra, por una organización de derechos humanos que apoya a las mujeres defensoras de los derechos humanos en la guerra y el conflicto. Estemirova trabajó periodista investigadora Anna Politkovskaya y el abogado de derechos humanos Stanislav Markelov, quienes también fueron asesinados, en 2006 y 2009, respectivamente

Amnistía Internacional ha condenado firmemente el asesinato, cometido el lunes 15 de julio, de Natalia Estemirova, destacada activista de derechos humanos que trabajaba en la región del Cáucaso Septentrional y que desde hace tiempo estaba unida por lazos de amistad a la organización.

“El asesinato de Natalia Estemirova es consecuencia de la impunidad que persiste con el beneplácito de las autoridades rusas y chechenas”, señaló Irene Khan, secretaria general de Amnistía Internacional.

Natalia Estemirova, una de las dirigentes de la ONG rusa de derechos humanos Memorial en Grozny (Chechenia), fue secuestrada esta mañana alrededor de las 8.30 hora local. La introdujeron en un vehículo blanco (VAZ-2107) y la llevaron a un lugar desconocido. Según testigos, Natalia Estemirova logró gritar que la estaban secuestrando.

Horas más tarde, la agencia de noticias rusa Itar-TASS informó de que su cadáver había sido encontrado en la república vecina de Ingushetia con heridas de bala.

“Las violaciones de derechos humanos que se cometen en Rusia, y especialmente en el Cáucaso Septentrional, no pueden seguir pasándose por alto. Las personas que defienden los derechos humanos necesitan protección”, afirmó Irene Khan.

“La terrible tragedia del asesinato de Natalia Estemirova es un delito que debe ser denunciado por las autoridades, y debe hacerse todo lo posible por llevar a los autores ante la justicia. Este crimen es un intento más de amordazar a la sociedad civil de Rusia y pone de relieve la inestabilidad de la región.”

“Natalia Estemirova era una mujer muy valiente y ejemplar que nunca se cansó de defender los derechos humanos del prójimo. Era una persona verdaderamente excepcional y amiga de muchos de nosotros”, afirmó Irene Khan.

“La noticia de su muerte nos ha conmocionado y entristecido y deseamos expresar nuestras más sinceras condolencias a la familia de Natalia Estemirova, a sus amistades y a sus colegas.”

Natalia Estemirova realizaba una labor importantísima de documentación de violaciones de derechos humanos en la región, como tortura y otros malos tratos, homicidios ilegítimos y desapariciones forzadas, desde el comienzo de la segunda guerra de Chechenia en el año 2000. También se dedicaba a prestar ayuda a personas desplazadas y otros grupos socialmente desfavorecidos. Nadie ha reivindicado la autoría del crimen, pero sus colegas creen que ha sido asesinada por sus actividades de derechos humanos.

Su trabajo ha sido reconocido tanto nacional como internacionalmente por numerosos galardones, como la medalla Robert Schuman del Parlamento Europeo (2005) o el Right Livelihood Award del Parlamento Sueco (2004, conocido como el “Premio Nobel de la Paz Alternativo”), y también fue la primera galardonada del Premio Anna Politkovskaya (2007).

El asesinato de Natalia Estemirova arroja más luz sobre las precarias condiciones en las que trabajan los defensores y defensoras de los derechos humanos en la Federación Rusa. A este crimen le preceden otros dos homicidios cometidos este año: el del abogado de derechos humanos Stanislav Markelov y el de la periodista Anastasia Baburova, ambos íntimos amigos y compañeros de la periodista Anna Politkovskaya, asesinada en 2006.

Amnistía Internacional insta a que se ponga fin a la impunidad por el asesinato de defensores y defensoras de derechos humanos, periodistas y profesionales de la abogacía en Rusia.


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