El caso Sahineh Ashtiani conmovió a la opinión pública mundial. Fue condenada a la lapidación primero y, tras la presión internacional, a la horca después. Fue decisiva la intervención de Nicolas Sarkozy para salvarla de esta ejecución: amenazó con la ruptura de relaciones y entre la Sharia y los negocios el presidente de Irán optó por esto último. Con lo cual demostró que es más un gánsgter que un hombre religioso.
¿La causa de la condena por lapidación ? Haber tenido relaciones con dos hombres luego de la muerte de su marido. Posteriormente se le atribuyó cambiándole la carátula al caso complicidad en el homicidio pero resulta evidente que para la mentalidad fundamentalista es más criminal tener relaciones sexuales consideradas ilícitas que cometer un crimen.
La intervención de Sarkozy puede indicar al gobierno argentino la vía a seguir con Irán. Tomó a instancias del filósofo Bernard Henri Lévy el caso como "algo personal". Hay especialistas en desviar lo propio del tema. No estoy apoyando al gobierno de Sarkozy, por ejemplo, a la política de concentración de medios donde en 2008 incidió a través de un llamado telefónico en el despido de dos periodistas independientes- ambos premios Albert Londres- de la cadena France 24 para sustituirlos por otros más "maleables" y menos atentos a los trabajos de campo según afirmó Juliette Igier que actuó como representante de los despedidos. O a la discriminación que sufren los musulmanes no integrados en los arrables de Paris. Ni a la política delirante de precios relativos de nuestro gobierno que hace que en Francia la leche sea más barata que en la Argentina.
Sólo defiendo a una intervención concreta en un caso específico que al menos por ahora evitó que una mujer fuera lapidada en primera instancia y ahorcada después.
Es una forma de ingerencia humanitaria.
El atentado a la AMIA también es un "caso personal" para todos los argentinos que no se consideren lacayos de un régimen criminal por su sola fachada "antimperialista".
Cristina Kirchner ha tenido la buena idea de incluir el tema AMIA en en su gira actual por Qatar, Kuwait y Turquía y proponer otra vez un tercer país neutral para juzgar a los funcionarios iraníes acusados en uno de los atentados más probados de la historia. No los entregan porque temen que sean condenados. Hasta ahora las respuestas de Irán fueron duras y ofensivas, casi burlas, propias de un país que impulsa el terrorismo en todas sus formas.
La oposición debe apoyar esta iniciativa sin mezquindad y no sumarse a las sirenas de los intelectuales y a los D´Elía que argumentando que "no hay que demonizar a Irán" , introducen una falsa cuestión teológica en un tema específicamente jurídico. También podría haberse dicho que no había que "demonizar" a los nazis en Nuremberg o a la Junta Militar argentina en 1983. Insultan a las víctimas y encubren a los asesinos haciéndose cómplices del mayor atentado terrorista que sufrió Argentina.
Sin embargo, temo que este tipo de presión no será suficiente para semejante régimen.
Si Irán no acepta un juicio neutro en un tercer país la Argentina debe romper relaciones como acto de dignidad e iniciarle juicio por vías internacionales como ha propuesto con su habitual lucidez Gustavo Perednik que conoce el tema en detalle. Se puede aprovechar la hostilidad de los países árabes con el régimen de Ahmadinejad y obrar en favor de la oposición- en su mayoría joven- que no quiere "una dictadura sostenida sobre la Bomba".
El dictador Muhammar Gaddafi recientemente condecorado por Hugo Chávez con la orden del Libertador - algunos se preguntan por qué- tuvo que pagar hasta el último peso por las víctimas del atentado del avión del vuelo 103 de Panam el 21 de diciembre de 1988 que cayó en la localidad escocesa de Lockerbie.
Hubo tres años de investigación conjunta entre Scotland Yard, la policía local de Dumfries y Galloway y la CIA y FBI estadounidenses, durante la cual se tomó declaración a más de 15.000 testigos. Libia se negó a entregar a los sospechosos y la ONU estableció duras sanciones contra Libia a partir de 1992.
Finalmente Gaddafi reconoció la responsabilidad de Libia en el atentado, entregó a los acusados, reparó a las víctimas con sumas millonarias y prometió abandonar el "negocio del terrorismo", con lo cual también reconoció su oficio de gángster y explica el homenaje de Hugo Chávez.
Luis Thonis
París, Francia: Nicolas Sarkozy: ''Si tocan un solo pelo a Sakineh Ashtiani, se interrumpe todo diálogo".
El presidente de Francia habló por teléfono con las autoridades iraníes, a las que hizo saber que el caso de la mujer condenada a lapidación por adulterio "es un asunto personal".
La áspera conversación telefónica del presidente galo trascendió a la prensa a través del reconocido filósofo francés Bernard-Henri Lévy. Este activo defensor de la causa de Sakineh Ashtiani reveló los detalles en declaraciones al portal francés RMC.
Ahtiani, de 43 años y madre de dos hijos, fue condenada a morir lapidada en 2006 por haber mantenido relaciones con dos hombres tras la muerte de su marido. Más tarde, también fue acusada de ser cómplice en el asesinato de su esposo y desde entonces permanece en una cárcel de Tabriz, en el norte del país.El Comité Internacional contra la Lapidación había anunciado que la ejecución se realizaría el 3 de noviembre. Sin embargo, durante esta jornada el horario de las lapidaciones en Irán ya concluyó y Sakineh no fue ejecutada.Además de Sarkozy, el ministro de Relaciones Exteriores francés, Bernard Kouchner, también declaró haberse comunicado con los iraníes para hacerles saber de su "consternación por la ejecución". Sin embargo, por las últimas declaraciones del ministro de Relaciones Exteriores de Mahmud Ahmadinejad, se infiere que el mensaje francés no fue bienvenido. El funcionario iraní denunció presiones internacionales para que se conmute la pena. "Los occidentales son tan insolentes que hasta transformaron el caso de Sakineh Ashtiani, que cometió un crimen y que traicionó (a su marido muerto), en un asunto de derechos humanos", afirmó su vocero."Seguramente toda la atención internacional jugó un papel. Pero la ejecución no se suspendió, sino que sólo se pospuso", aseguraron desde el Comité Internacional contra la Lapidación. La vocera del organismo, Mina Ahadi, informó que su ejecución sigue siendo inminente. "Puede producirse mañana, en los próximos días o la próxima semana", advirtió.El presidente Ahmadinejad sostuvo varias veces ante la prensa que Ashtiani no había sido condenada a muerte por adulterio. El mandatario aseguró que la pena capital se impuso por su complicidad en el asesinato de su marido. Sin embargo, una revista francesa publica documentos judiciales iraníes que prueban que fue sentenciada a morir apedreada y que la acusación por homicidio es un invento posterior del régimen iraní para justificarse.
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