Beatriz Sarlo es una alegoría donde la Universidad aparece como sinonimia de un saber supuesto que va de la mano de la impostura, a una visión del mundo que se reduce a las aulas y los shoppings. Fuera de ahi, hay un mundo muy complejo. Se supone que la Universidad sabe algo aunque a veces sea saber algo de nada y nada de algo. La religión de lo políticamente correcto le hace llegar siempre demasiado tarde a los problemas porque, ubicua, siempre está donde tiene que estar. Es un símbolo del "derrumbe moral de la izquierda" dice Jacovkis. Su oratoria para bienpensantes es un resguardo ante la angustia, les evita que puedan pensar ahí donde las categorías morales del progresismo se quedan absortas y mudas.
Sarlo ha hecho toda su vida metapolítica: una esencialización de la cultura y de la política. un progresismo previo preexiste a la lectura que debe adaptarse a él. Por eso esencializó el maoísmo en los setenta cuando había pasado la política del gran Salto que dejó treinta millones de muertos de los que no tuvo noticia. Ahora lo hace con Medio Oriente al firmar un manifesto que considera a Israel como culpable de genocidio: de un lado judíos asesinos que matan niños, del otro organizaciones como Hamas libradas de culpa y cargo. Muchos de los que firmaron el manifiesto no son antisemitas, lo hicieron por razones humanitarias. Pero se supone que Sarlo que se denomina "trabajadora de la cultura" cuando menos ha leído la carta de Hamas y sabe algo de la historia. Uno creería estar oyendo al chavista Pedro Brieger en la TV pública, son los mismos argumentos.
En esta nota Pablo Jacovkis refuta la acusación de genocidio a Israel por la solicitada firmada por intelectuales argentinos que lo acusa de comenter genocidio cuando intervino en la franja de Gaza atacando en diciembre de 2008 las bases militares de Hamas que lanzaban cohetes continuamente y con impunidad sobre el sur de Israel haciéndo imposible la vida de los habitantes. Hamas desoyó todas las advertencias. Por parte de Beatriz Sarlo se debió más al oportunismo que al antisemitismo o el humanitarismo, de lo contrario no se explica que no se haya pronunciado por las masacres que hacen estados criminales con sus poblaciones. Sarlo no tiene ni la menor idea de la historia de Medio Oriente, ni de los hitlero islamitas de Hamas cuya mitología victimista compra inmediatamente, ni de los verdaderos genocidios- guerra contra civiles indefensos, limpieza étnica- que hay en el mundo y que habría que impedir creando una fuerza militar como lo hizo la OTAN en Bosnia y en Kosovo.
Sarlo se encontró con un agonista especializado- para colmo un hombre de izquierda- en modelos matemáticos no formateado a la medida de los bienpensantes a los que dirige su prédica. Una de dos: o bien ignoraba lo que estaba ocurriendo, y optó por la opinión general, o sabía, y optó por la opinión general, por mero oportunismo.
Jacovkis sabe de lo que habla, aun si estamos en desacuerdo y las víctimas de Chehenia y de Darfur superen sus cifras. Para los devotos del Espectáculo que Sarlo aparezca en la tele o los medios más que Jacovkis- que apenas los frecuenta- debe ser una prueba de un Saber inapelable. Actualmente el régimen sirio está masacrando a la luz del día a su población, niños y mujeres comprendidos. ¿Dice algo Beatriz Sarlo, propone un manifiesto donde grita ¡detengan el genocidio de los Assad !? ¿O será que Siria, aliada a Irán, Hezbollah y Hamas forma parte de los "pueblos oprimidos"? El solo preguntárselo molestaría el sueño de la clientela que se piensa a si misma como humanista.
Pasó por alto los verdaderos genocidios, que ocurrieron de Milosevic hasta el presente, el de Darfur y el de Putin en Chechenia donde las víctimas totales parten de cien mil para arriba. ¿Y la limpieza étnica en Egipto, Tailandia, Birmania, Nigeria, Irak para citar puntos bien precisos, de los que no se acomdodan al principio de exclusión étnica que rige a los fundamentalistas? Nada. Para el progresismo sin horror de Sarlo el mundo es pacífico jardín que un pequeño estado altera caprichosamente. Ni indignación, ni barquitos humanitarios ni nada que se parezca. Si Israel hiciera lo mismo con los árabes judíos que gozan de todos los derechos que los estados árabes con los cristianos con quienes practican limpieza étnica, Sarlo lo acusaría de genocidio y los fascistas de Quebracho junto a Luis D´Elía, aliados de Hezbollah destrozarían como mínimo a la embajada.
Con grandes pompas el 5 de junio de 2012, el jefe de Hamas, Ismaïl Haniyeh fue recibido con grandes pompas por el gobierno tunecino según informa la revista Régle du jeu. Los videos muestran decenas de manifestantes gritando "matad a los judíos" sin que haya la menor reacción de la policía o mandatarios.était reçu en grandes pompes par le gouvernement tunisien. Estas imágenes no verán la TV pública ni afectarán la reflexión de Beatriz Sarlo pero demuestran que los territorios son el pretexto de exterminar una religión.
Tampoco se habrá enterado que Haniyed al fin del año pasado se reunió con su amigo Al Baschir, hasta ahora el máximo genocida del siglo veinte.
Sarlo elogiaba a los utopistas que querían hacerle una revolución a la cubana a Alfonsín, que estaba entre éstos y los carapintadas que le hacía el juego a la mafia sindical, prédicas que se apagarían luego de La Tablada. Alianza aparte, se escandalizó con Menem pero nunca dijo una palabra de los K cuando había que hacerlo: "Me gustaron sus primeras medidas. Estamos sorprendidos por esta aceleración que le imprime a la cosa pública, y por la acumulación de gestos que, es cierto, tienen mucho de simbólico. Pero la Argentina los estaba necesitando: su convocatoria a los organismos de derechos humanos y a distintas personalidades de la franja progresista..."
Y añadía en el reportaje de septiembre de 2003,en Redacción I- "Sólo el peronismo puede gobernar"- de Jorge Fernández Díaz: "“Seguramente, en la composición tanto del 22 por ciento de Kirchner como de la opinión pública actual, se podrían encontrar sectores sociales con deseos de limpieza moral de la República representados hoy en el actual gobierno. Sí, lo que fue una avenida principal del voto de la Alianza podría verse representado en Kirchner”.
Se justifica su entusiasmo por la política de derechos humanos a la que siempre, a diferencia de Patricia Walsh o Carrió fueron indiferentes, pero el estado de derecho estaba quebrado ya por la expropiaciones de Duhalde que presentó a los Kirchner no como los ultramenemistas que habían sido sino como una especie de ex combatientes que no habían privatizado YPF o participado en la reforma constitucional. Compró el paquete completo. ¿Necesitaba ver la cartera de Cristina para recordar quiénes habían sido? Hace tiempo que el decisionismo impregnaba toda la política argentina. Pero no se quedó ahí: introdujo a Kirchner que apenas había dejado de ser menemista en la Alianza con lo cual hizo dos operaciones: por un lado no asume ninguna responsabilidad en el fracaso de la Alianza- algo necesario porque es lo que entregó definitivamente a los votantes al peronismo- y por otro blanquea a Kirchner de los noventas haciendo representar una supuesta causa moral sobre la limpieza de la República. El progresismo queda sano y salvo en dicha operación metapolítica.
El Kirchnerismo en el manejo del Estado no hizo sino adoptar y extremar el decisionismo de Carl Schmitt que ya practicaron durante el alfonsinismo el Grupo Esmeralda- Portantiero, De Ipola- y Jorge Castro durante el menemismo al que adhirió el Chacho en la época de la Alianza.
El Pacto de Olivos de 1994 y la reforma constitucional que permitió la reeleción de Menem por parte de dos partidos son efectos del pensamiento decisionista. Natalio Botana hizo en su momento objeciones precisas como alguien formado en Tocqueville que pensaba que las segundas partes nunca fueron buenas y en este caso serían menos santas. Los superpoderes permanentes, el manejo a capricho del presupuesto, son consecuencias de un decisionismo que apunta a perpetuarse indefinidamente. También al decisionismo- que somete el poder judicial al político- se deben las expropiaciones de prepo a los fondos de los jubilados- que no quisieron pasarse al Estado en 2008- y que los funcionarios más corruptos tengan privilegios de los que carecen los ciudadanos.
El pensamiento de Ernesto Laclau, ideólogo oficial K, hará la síntesis de todos estos lineamientos acentuando el antirepublicanismo como cesarismo populista.
El decisionismo, gestado en el Club Socialista- al que pertenecían entre otros Jorge Dotti y Nun-, que tenía como objetivo el delirio del "tercer movimiento histórico" se realizó en la era K. No es extraño que Sarlo haya visto en Kirchner "el principal voto de la Alianza" y que "solo el peronismo puede gobernar" como si los representantes santacruceños del PJ menemista no tuvieran nada que ver con la crisis que sirvió para aumentar su fortuna ya que con informacion privilegiada un día antes de la megadevaluación sacaron dos millones de pesos dólares afuera mientras Don Pedro quedó encanutado en el corralón.
Sarlo apoyó a Binner en las últimas elecciones, un hombre honesto, pero que es un furgón de cola de la corporación política: votó por el robo de las jubilaciones y la estatización de Aerolíneas. La izquierda sigue confundiendo estatización- no importa cuál sea- con socialización. Muchos creen que la defensa de los derechos de propiedad- vinculados a las garantías individuales- favorecen a los ricos cuando la historia de muestra las sucesivas y compulsivas expropiaciones de la mayorías a partir del Rodrigazo que no han cesado.
Elisa Carrió dijo de entrada que la declaración jurada de los K no se justificaba. En otro país- republicano- hubiera sido investigado. Pero los viejos y nuevos decisionismos ya habían "decidido", como Sarlo, que los K representaban la limpieza moral de la República. Sarlo llega siempre tarde y cuando lo hace multiplica los clisés que sostienen a una cultura progresista como si fuera un eterno arquetipo que se repite a sí mismo, sin ninguna conexión con las realidades más incómodas, caso Israel.
Ella es "presuntamente inteligente"(Jacovkis) y quien la critica queda invariablemente del lado reaccionario como si toda crítica al nacional populismo respondiera a un pensamiento único.
No sitúo a Sarlo en la misma bolsa de castrotercermundistas como Eduardo Galeano que se han pasado décadas justificando a Castro para que asesinara y torturara a gusto. Ni la asimilo al pensamiento de Ernesto Laclau. Para el nacional populismo, Sarlo, Jacovkis, yo o cualquiera que dude del modelo pasa a ser cipayo, proimperialista, etc. Es imposible no estar de acuerdo con sus enunciados generales pero están hecho a medida de un público de consumidores progres a los que ofrece un mundo ya hecho, cosa juzgada para un jardín de infantes: decir que Israel es un estado "genocida" es reforzar la peor de las ignorancias sobre Medio Oriente entre supuestos opresores y oprimidos.
Ahora bien: no hay un solo argumento de peso contra Israel, salvo las críticas que supone cualquier estado. Más, pese a estar acechado por el terrorismo y las guerras todavía sigue siendo una perla democrática en Medio de las dictaduras de Medio Oriente. ¿No sabe Sarlo de los millones que recibe Hamas y esta organización de la muerte destina a la cultura de los cinturones con bombas? ¿Ignora Sarlo que desde que el malvado Bush en 2005 logró la retirada de las tropas sirias del Líbano, Hezbollah, base iraní en el Líbano, Siria y Hamas iniciaron la guerra del 2oo6 y la canalla progresista hizo pasar a los agresores por agredidos hasta llegar a la ceguera de considerarlo un "estado genocida" por defenderse?
Beatriz Sarlo hizo caso omiso y no respondió los argumentos de Jacovkis. ¿Por qué firmó la solicitada? Por la eterna alienación del progresismo a la ley de hierro de lo políticamente correcto que en algunos casos se cruza y mezcla con la ola de antisemitismo de quienes dicen que la Patagonia está ya en manos del movimiento sionista internacional y piensan hacer con nosotros lo que con los palestinos.
De lo que se trata es de situarse en exterioridad a la "ideología argentina", marcada entre otras cosas por un decisionismo que fusiona las posiciones más divergentes, pospone la constitución para mañana manteniendo los superpoderes, convierte la excepción en regla y del cual el progresismo sin horror de Beatriz Sarlo- el mayor "horror" es no ser incorrectamente político, no atreverse a salirse de lo ya mil veces reiterado, como si la invención estuviera prohibida- no es a mi entender la crítica adecuada en tanto se limita a reforzar las creencias de una clientela. Luis Thonis.
Un análisis muy interesante y diferente de la situación vista por alguien que viene desde la izquierda argentina. Pablo Jacovkis, he aquí su crítica y sus palabras:
Querría hacer algunas observaciones políticamente muy incorrectas sobre Medio Oriente, preludio de algunos documentos más elaborados que estoy preparando
En primer lugar, hay cosas que no tengo muchas ganas de discutir. Si lo que se discute es sobre la legitimidad de la existencia de un estado judío, a saber Israel, no me interesa. Es decir, Israel, tanto en cuanto al esfuerzo gigantesco de un grupo de gente excepcional de convertir un desierto en lo que es ahora (pues aunque resulte cursi decirlo pues es un leit-motiv de los pro-israelíes, es cierto.
Israel, en particular la parte que le hubiera correspondido según el plan de las Naciones Unidas, era un desierto o un pantano con paludismo - Galilea - que convirtieron en un vergel) como en cuanto a la guerra de la Independencia en la que una población total de 600.000 personas, muchas de ellas refugiados sobrevivientes del nazismo, venció a los ejércitos de varios países árabes, de los cuales la Legión Jordana (entrenada por los británicos) era de lejos la fuerza más poderosa en la región, tiene mucha más legitimidad que, por ejemplo, la que tiene Panamá, que fue creado por Teddy Roosevelt, quien impidió que las tropas colombianas recuperaran su legítima provincia, o que la que tiene Uruguay, cuyos 33 Orientales tenían la intención de reanexar la Banda Oriental a las Provincias Unidas, propósito que Gran Bretaña impidió, o la que tiene cualquier país del África Negra con fronteras arbitrarias diseñadas por las potencias europeas imperialistas, o la que tiene Irak, del cual Churchill dijo "A Irak lo creé yo, un viernes a la tarde, a la hora de la siesta".
Más concretamente, en orden de "ilegitimidad" primero discutamos la legitimidad de Panamá, luego la de Uruguay, y luego la de todos los países de África Negra y la de Irak (de hecho, el único motivo por el cual la zona kurda de Irak no se independizó es porque los turcos los invadirían para evitar el mal ejemplo en su zona kurda). Y recién después la de Israel. Y tampoco tengo muchas ganas de discutir el retorno de los refugiados. No solamente porque los refugiados palestinos fueron un producto de una violación árabe de la resolución de las Naciones Unidas de creación de dos estados, uno judío y otro árabe, decisión aceptada por los judíos (gracias, dicho sea de paso, a la genialidad de Ben Gurion, que convenció a los duros que querían toda Palestina, de que era mejor "un país, aunque sea del tamaño de un mantel" que ninguno) y no por los árabes (que invadieron inmediatamente el flamante estado judío), y que incluso, si hay que indemnizarlos, habrá que tener en cuenta también los refugiados judíos provenientes de los países árabes, que son más o menos la misma cantidad (600.000).
Más concretamente, los refugiados palestinos son refugiados por tres motivos no contradictorios sino confluyentes: por un lado, los que, según la tesis israelí, huyeron hasta que los árabes triunfaran y volvieran (dicho sea de paso, el consejo de Hezbollah de esta semana a los árabes de Haifa de que se vayan de la ciudad va en esa dirección); por otro lado, los que, según la tesis árabe, fueron expulsados o huyeron aterrorizados de los judíos, y, en tercer lugar - de esto se habla poco - por una razón un poco distinta: porque los árabes de Palestina estaban acostumbrados, cuando había una guerra, a guarecerse hasta que terminara, y después volver, con el amo anterior o con otro nuevo, y esta vez el nuevo amo no los aceptó; es decir, estos árabes reaccionaron de acuerdo a su cultura, que lamentablemente esta vez les jugó una horrible mala pasada (las guerras eran para ellos como las inundaciones, uno se guarece hasta que terminan).
Y además, sea porque los judíos son maravillosos y buenísimos y no querían expulsar a nadie, sea porque son malísimos y cobardes y no se animaron a expulsarlos a todos, o sea porque son malísimos y tontos y no fueron capaces de expulsarlos a todos, fracasaron en su limpieza étnica: hay un 18% de árabes en Israel. En cambio, los judíos de los países árabes, de los que no se habla, tuvieron que irse todos de todos los países árabes (con la honrosísima excepción de Marruecos, de donde se fueron la mayoría, pero mucho después, y no por haber sido echados sino por sentirse incómodos en un país árabe en este conflicto).Es decir, en todos los países árabes sí hubo limpieza étnica de judíos, no quedó ninguno. Y no sólo de judíos. Para hablar de un pueblo políticamente más correcto en esta época que el judío, el pueblo griego, en Egipto no quedan más griegos. El país donde vivió Cavafis, el más grande poeta griego de la primera parte del siglo XX (tan maravilloso que sus poemas son extraordinarios incluso traducidos, recomiendo especialmente "Esperando a los bárbaros"), el país del "Cuarteto de Alejandría", no tiene más griegos, prácticamente.
Y si hablamos de indemnizaciones, como el nivel de vida de los judíos de los países árabes (y por consiguiente su patrimonio) era bastante superior al de los campesinos árabes actualmente refugiados, seguramente la indemnización a pagar a los judíos será mayor que a los árabes. Pero hay otro problema. Sin contar los refugiados hindúes y pakistaníes después de la independencia de la India (varios millones, que se acomodaron en sus nuevos países), el hipotético retorno de los refugiados árabes a Israel sería un antecedente peligroso para el retorno de refugiados alemanes de la segunda guerra mundial. Porque en Palestina siempre hubo judíos, muchos o pocos, pero en Prusia Oriental jamás hubo un ruso. Y Koenigsberg (¡la ciudad de Kant!) es ahora Kaliningrado.Y los alemanes sudetes pueden querer volver a Bohemia. Por eso (entre otras cosas) los países ex comunistas de Europa Central u Oriental, Polonia y la República Checa, son muy prudentes con el asunto de los refugiados y ese tema los pone muy nerviosos (el otro día justamente hubo una fuertísima reacción del gobierno polaco - que hizo responsable al gobierno alemán - contra un acto de una Asociación de alemanes expulsados de Polonia, o algo así, la información está muy detallada en "Le Monde"). Y eso sí puede echar al traste la unidad europea e incluso provocar la tercera guerra mundial.
En fin, me gustaría discutir, por un lado, cómo encontrar una fórmula de paz con la existencia de dos estados, Israel y Palestina, que cada uno comprenda un poco lo que siente el otro, calmar un poco los odios, etc. Y por otro lado, para ser aun más políticamente incorrecto, me gustaría discutir qué es lo que provoca que Beatriz Sarlo, una mujer presuntamente inteligente, pueda firmar una solicitada cuyo título es "Detengamos el genocidio israelí"
Independientemente de que estoy en contra de los bombardeos israelíes, llamar a 700 muertos, por más horrible que sea esto, genocidio, es muy agresivo e insultante con las víctimas de genocidios de veras.
No hablemos de las víctimas judías, que ya sabemos que no son políticamente correctas. Hablemos del millón y medio de armenios, hablemos de los 800.000 tutsis, hablemos de los 200.000 muertos de Darfour (asesinados por los sudaneses) de los que Beatriz Sarlo ni debe de saber que existen.
O los 30.000 muertos de Chechenia.
Es decir, por más criticables que sean las acciones israelíes, discutamos también por qué la izquierda (y en muchos casos la derecha) sólo se interesa por las víctimas cuando los victimarios, o presuntos victimarios, son judíos.Porque decir que todos los antiisraelíes son antisemitas es muy fácil, y solucionaría todo (intelectualmente, o ideológicamente) si fuera cierto, pero no creo que sea cierto, es mucho más complejo. Y en esa discusión (o en la que haya cuando yo esté en Buenos Aires y no en Santiago) me gustaría comentar también algo sobre la psiquis israelí .Dado que conozco gente que justifica los atentados terroristas suicidas en Israel en asilos de ancianos y en cafeterías de Universidades progresistas diciendo "pobrecitos, cómo sufrieron" (cuando en realidad a la larga esa cultura fascista de la muerte le hace muchísimo más daño a los palestinos que a los israelíes), justifiquemos también las barbaridades israelíes con lo que sufrieron los judíos y con su sensibilidad (aclaro que yo no justifico barbaridades, pero trato de usar la misma vara y la misma medida). No sólo el trauma de la Shoah (prefiero el término en hebreo, porque Holocausto puede indicar un sacrificio voluntario).Sino qué piensan los israelíes, incluso los progresistas, de Europa.
Comentar cómo en la guerra de Iom Kippur todos los países europeos, salvo el Portugal de Salazar, impidieron que los aviones norteamericanos que llevaban suministros a Israel pasaran por sus territorios cuando parecía que los árabes iban a tirar a los judíos al mar y los israelíes necesitaban desesperadamente suministros. Cómo cuando los terroristas alemanes de la banda de Baader-Meinhoff, aliados con los terroristas palestinos, secuestraron un avión francés y lo llevaron a Entebbe, el aeropuerto de la capital de Uganda, separaron a los pasajeros en judíos y no judíos (ni siquiera en israelíes y no israelíes) y liberaron a los no judíos ¡los alemanes hicieron la separación, que entienden más de apellidos judíos que los palestinos, tan luego los alemanes!Y cómo, después de la liberación de los rehenes judíos por un comando israelí, el capitán francés, que con toda su tripulación se quedó con los rehenes, en un gesto que los honra infinitamente (hubo también una monja que se quiso quedar y los soldados ugandeses la obligaron a irse), Air France lo castigó, a su capitán, impidiéndole volar por varios meses, justamente por eso, por haberse quedado con los judíos. Michel Bacos es el nombre del capitán francés. Los nombres de los tripulantes que lo acompañaron no los sé, lamentablemente, pero vale la pena recordar el de Bacos, no son tantos los franceses con esa dignidad.
Y querría comentar por ejemplo que cuando terroristas palestinos secuestraron el barco italiano Achille Lauro, y mataron a sangre fría a Leon Klinghoffer, pasajero judío norteamericano inválido que iba en silla de ruedas, y tiraron su cadáver al mar como si fuera un perro, esos terroristas fueron interceptados después por un avión norteamericano que los obligó a bajar en Sicilia, y fueron detenidos por los italianos. A los pocos meses estaban en libertad. Italia no quería problemas...Es decir, la discusión será calentita, porque estoy caliente (no sé si se nota). Y no es que esté a favor de los bombardeos israelíes.Creo que había otras opciones. Por supuesto que algo tenían que hacer los israelíes, no podían dejar que les mataran, en su territorio, a ocho soldados y secuestraran a dos: pensemos en qué diría la gente en Argentina si un comando de un grupo guerrillero boliviano, que controlara la provincia de Tarija, a donde el ejército boliviano no pudiera entrar, invadiera Jujuy y matara a cuarenta y ocho soldados argentinos (esa es la proporción de poblaciones) y secuestrara a doce. Y esa guerrilla tuviera dos ministros en el gobierno de Bolivia, y el Presidente de Bolivia se hiciera el idiota.
Pero Israel tendría que haber aprovechado la coyuntura diplomática que más favorable le era en los últimos treinta y cinco años para encontrar una solución política, posiblemente pacífica. Y si bien creo que lo que dice la canciller israelí sobre que Hezbollah usa a la población civil como escudos humanos es absolutamente cierto, no se puede esgrimir ese argumento como hacen los israelíes: con ese criterio si tres delincuentes intentan robar un banco, y son descubiertos por la policía, y toman rehenes, la policía debería dispararles aunque mueran los rehenes. (Que, dicho sea de paso, es lo que hicieron los rusos con esa escuela que tomaron los terroristas chechenos y Beatriz Sarlo no firmó nada.) Otra cosa que me viene a la mente para discutir es (según mi análisis, por supuesto) el derrumbe moral de la izquierda.
Si la izquierda, en sus versiones comunista, socialista, e incluso anarquista, pudo tener un prestigio enorme en la segunda mitad del siglo XIX y la primera mitad del siglo XX, se debe no a que los obreros entendieran la tasa de plusvalía, o la conciencia en sí, o ninguna de esas categorías, sino a que consideraban a los comunistas, socialistas, y anarquistas como gente de una ética, de una solidaridad y de una capacidad de sacrificio increíbles. Eso se ha perdido. Cuando los laboristas ingleses de Bradford participaron en la quema de los "Versos Satánicos" de Rushdie (¡en la quema de un libro, como en la época nazi!), porque hay un electorado musulmán importante en Bradford, es algo muy podrido lo que está pasando.
En mi opinión, que Beatriz Sarlo firme esa solicitada indica algo parecido. Repito: me interesa discutir ese tema sin decir que el que haya firmado esa solicitada es antisemita (de hecho, la firmó un muy querido amigo mío, que cuando le expliqué por qué yo no la iba a firmar pensó y me dijo "En fin, tal vez no debería haberla firmado".
Pablo Jacovkis.
Profesor titular del Departamento de Computación Facultad de Ciencias Exactas y Naturales Universidad de Buenos Aires
jacovkis@dc.uba.ar
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