miércoles, 30 de marzo de 2011

El asesinato de Camilo Cienfuegos







El asesinato de Camilo Cienfuegos por órdenes de Fidel Castro es el tema central de un libro sobre el carismático comandante de la Sierra Maestra, que acaba de presentar en la Feria del Libro de Miami, uno de los principales protagonistas de aquellas etapas de la historia de Cuba. Me refiero al escritor Carlos Franqui. El crimen contra Camilo Cienfuegos, como demuestra la reconstrucción histórica que lleva a cabo Franqui en esta obra, se debió a los recelos de Fidel Castro contra un verdadero jefe rebelde, que no se sometía docilmente a las fechorías con las que Castro siempre ha tratado de imponer su dominación. El tema del extraordinario arraigo popular de Camilo Cienfuegos, la simpatía personal que despertaba y su facilidad de comunicación con la mayoría del pueblo cubano, resultaron ser factores intolerables para la frenética egolatría y la soberbía del supremo comandante. Si a estos elementos se le agrega la oposición al comunismo, que Camilo Cienfuegos trasmitía a las tropas del ejercito rebelde que dirigía entonces, según el libro en cuestión de Carlos Franqui, tenemos los orígenes esenciales de la conspiración para asesinarlo, urdida por Fidel Castro y ejecutada por su hermano Raúl, a través de Osvaldo Sánchez, quien era el jefe del G-2 de esos tiempos. Como en todo momento ha denunciado nuestro movimiento cubano pro derechos humanos, las violaciones de estas garantías primarias para el ejercicio de la facultad de vivir y ser libre , en Cuba no constituyen una serie de abusos y atrocidades aisladas, sino, por el contrario, bajo Fidel Castro los atentados contra el derecho a la vida y otros fueros inalienables, son parte intrínseca del modus operandi castrista para llegar y perpetuarse en los poderes omnímodos de la nación cubana. Ahora este Libro de Carlos Franqui sobre Camilo Cienfuegos, como también hace poco demostró la obra “Cómo empezó la noche”, de Húbert Matos, quien conjuntamente fuera unos de los principales líderes del ejercito rebelde que llevó al poder a Castro, aportan con evidencias claras la verdad de que, desde siempre, Fidel Castro no solo ha eliminado a sus oponentes políticos, sino también a todos aquellos de entre sus compañeros de lucha, que sospechara le hacían competencia. Nada mas elocuente para completar este cuadro de terrorismo castrista, que la manera en que, a su vez, Osvaldo Sánchez, el asesino de Camilo Cienfuegos, fue exterminado aparentando un accidente aereo, como había pasado con el primero. Pero, además, las historias de horror de Fidel Castro contra su equipo de gobierno no se detienen en estos hechos de sangre. Anibal Escalante, José Abrantes, Manuel Piñeiro Losada, Osvaldo Dorticós, Alberto Mora, Humberto Sorí Marín, Haydeé Santamaría, Arnaldo Ochoa, Antonio de la Guardía y cientos de otros jefes y allegados a Castro, también fueron muertos a manos de la maquinaría de culto a la personalidad y de exterminio castrista. Comentario para la revista Siglo XXI, 20 de noviembre de 2001

No hay comentarios: